Mensajes principales
1. Solo tenemos una vida, y solo tenemos un hígado. La hepatitis puede destruir ambos.
El hígado realiza en silencio más de 500 funciones vitales cada día para mantenernos con vida. Por eso es tan importante dar prioridad a la salud hepática y conocer nuestro estado en relación con la hepatitis.
- Además de conocer nuestro estado respecto a la hepatitis y buscar tratamiento, reducir el consumo de alcohol, conseguir un peso saludable, tratar la hipertensión y controlar la diabetes son factores clave para tener un hígado sano.
- Entre los beneficios de un hígado sano podemos citar:
- Vivir más tiempo.
- Proteger a los seres queridos contra la hepatitis.
- Proteger otros órganos vitales, como el corazón, el cerebro y los riñones, que dependen del hígado para funcionar.
2. La hepatitis vírica sigue matando a más de un millón de personas cada año.
- Combinadas, la hepatitis B y la hepatitis C causan 1,1 millones de muertes y 3 millones de nuevas infecciones cada año.
- 350 millones de personas viven con una infección crónica de hepatitis vírica.
- Cada día mueren 3000 personas como consecuencia de la hepatitis. Esa cifra equivale a una muerte por hepatitis cada treinta segundos.
- Diariamente se producen más de 8000 nuevas infecciones de hepatitis B y C. Es decir, más de 5 infecciones por minuto.
- Si la trayectoria actual continúa, en 2040 la hepatitis vírica matará anualmente a más personas que el paludismo, la tuberculosis y el VIH/Sida juntos.
3. En todo el mundo hay un gran número de personas con hepatitis sin diagnosticar ni tratar. Esta situación debe cambiar.
La infección por hepatitis es silenciosa y la concienciación sobre la salud hepática es escasa. La mayoría de los síntomas solo aparecen cuando la enfermedad está avanzada, lo que da lugar a un enorme volumen de personas no diagnosticadas que viven con hepatitis. Incluso cuando se diagnostica la hepatitis, el número de personas que reciben tratamiento es increíblemente bajo.
- La mayoría de las personas descubren que tienen hepatitis B o C después de muchos años de infección silente, y solo cuando presentan una enfermedad hepática grave o cáncer.
- Incluso después del diagnóstico, el nivel de tratamiento y atención a las personas con hepatitis es asombrosamente deficiente.
- Únicamente se diagnostica al 10% de las personas con hepatitis B crónica. De ellos, solo el 22% recibe tratamiento, lo que representa el 2% de la carga total de salud mundial.
- Solo se diagnostica al 21% de las personas con hepatitis C. El 62% de las personas diagnosticadas reciben tratamiento para curarse, lo que supone únicamente el 13% de la carga total de salud mundial.
4. Se pueden evitar muchas infecciones y muertes por hepatitis.
Ofrecer servicios de fácil acceso en los establecimientos de salud locales es crucial para poner fin a la hepatitis.
- Para eliminar la hepatitis y alcanzar los ambiciosos objetivos de la OMS para 2030, los servicios simplificados de atención primaria destinados a las hepatitis víricas deben garantizar que:
- Todas las mujeres embarazadas con hepatitis B crónica tienen acceso a tratamiento y sus hijos a la vacuna contra la hepatitis B tras el nacimiento para prevenir la infección.
- El 90% de las personas con hepatitis B y/o hepatitis C son diagnosticadas.
- El 80% de las personas diagnosticadas se curan o reciben tratamiento según los nuevos requisitos de mayor alcance.
- La hepatitis C puede prevenirse analizando adecuadamente toda la sangre donada, garantizando prácticas de inyección seguras en los centros de salud, en casa y especialmente entre los consumidores de drogas inyectables.
- Después de años de aumentar las cifras de tratamiento, los datos actuales muestran que el número de personas que acceden a la cura de la hepatitis C se está ralentizando.
- Un tratamiento de doce semanas para curar la hepatitis C cuesta ahora US$ 60, frente al costo original superior a US$ 90 000 cuando se introdujo por primera vez.
- La hepatitis B puede prevenirse mediante la vacunación y controlarse eficazmente con tratamiento. El tratamiento para la hepatitis B ahora cuesta menos de US$ 30 al año (US$ 2,4 al mes).
- Estas bajadas de precio deberían elevar las tasas de tratamiento.
5. Ahora que la COVID-19 ha dejado de ser una emergencia de salud mundial, es el momento de eliminar la hepatitis vírica y cumplir nuestros objetivos para 2030.
La COVID-19 ha frenado el progreso de la respuesta mundial a la hepatitis en los últimos años. Sin embargo, el éxito continuado en la reducción de las infecciones por hepatitis B en niños demuestra que es posible avanzar. Ahora es el momento de dar prioridad a las pruebas y al tratamiento para conseguir un mundo sin hepatitis y cumplir nuestros objetivos para 2030.
- La reducción de las infecciones por hepatitis B en niños mediante una práctica de vacunación eficaz es una de las pocas metas sobre salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que va por buen camino. También es el único objetivo contra la hepatitis que está en vías de alcanzarse.
- Sin embargo, todavía hay muy pocos países en África que tengan acceso a la «vacuna de dosis neonatal oportuna» contra la hepatitis B, que se administra en las primeras 24 horas después del nacimiento. Los esfuerzos para ampliar esta cobertura se paralizaron debido a la COVID-19.
- Es urgente administrar más vacunas contra la hepatitis B al nacer para alcanzar la meta de los ODS de prevenir la transmisión maternoinfantil.