Polio vaccination campaign in Asadabad, Afghanistan.
Testimonios de los trabajadores
Mina Brajovic
Representante de la OMS – Oficina de Montenegro
Mi padre era abogado cuando yo crecí, y lo que vi en su trabajo me formó desde una edad temprana. Aprendí a valorar la integridad, defender a los vulnerables y luchar por la justicia. Esos valores aún me inspiran, y me llevaron a dedicar mi vida a proteger los derechos de los demás.
Empecé estudiando derecho en la Universidad de Montenegro y en la Universidad de Cambridge. Posteriormente, obtuve un doctorado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Liubliana.
Esas raíces me lanzaron a una carrera desafiante y estimulante. He trabajado tanto en el ámbito jurídico como en el de la política, y como asesora jurídica en el sector privado. También dirigí un programa del Banco Mundial sobre la reforma del sector sanitario y fui coautora de una de las primeras leyes sobre el libre acceso a la información en poder de las autoridades públicas. En la actualidad, soy la Jefa de la Oficina de la OMS en Montenegro.
Mi incorporación a la OMS puede parecer un cambio brusco con respecto a trabajar en la abogacía, pero creo que estos mundos comparten objetivos comunes. Al igual que un abogado defiende los derechos de los demás, la OMS ayuda a las personas a ejercer el más fundamental de los derechos humanos: el derecho a la salud. Creo que nadie debe quedarse atrás en nuestras sociedades, y me sigue motivando servir a las poblaciones más vulnerables del mundo.
Desempeño mi función como representante de la OMS con placer y orgullo, porque sé que estoy siguiendo los pasos de mi padre y viviendo mi sueño. Cada día estoy a la altura de los retos de mi cargo, alternando entre áreas técnicas y diferentes equipos de personas, todos igualmente motivados. Esta diversidad y ambición están en el centro de lo que para mí significa formar parte de la OMS. Con cada medida que adopto, estoy viviendo mi pasión. Aquí, estoy en casa.
Teresa Zakaria
Oficial de Emergencias Sanitarias, Intervenciones Humanitarias en Entornos Frágiles, Afectados por Conflictos y Vulnerables – Sede de la OMS
Cuando me encontraba en mi segundo año de la facultad de medicina, nuestro campus se convirtió en el centro de un creciente malestar social en mi país. Los estudiantes prestaron apoyo médico y, aunque en aquella época no lo comprendí totalmente, había estado expuesta a mi primera situación de emergencia médica a gran escala.
Aquella experiencia me hizo recordar haber leído un libro sobre el Movimiento de la Cruz Roja y haber oído hablar de la labor de MSF en las noticias locales cuando era niña. Esas historias inspiraron mi proyecto para una tarea cuando estudiaba en una clase de quinto grado en la escuela, donde escribí sobre la medicina y la salud como un derecho humano fundamental. Siendo una mujer que provenía de una cultura conservadora en un país en vías de desarrollo, el hecho de incorporarme a una organización como esa parecía fuera de mi alcance en aquel momento, pero nunca dejé de trabajar para alcanzar mi objetivo.
Después de estudiar medicina, trabajé con una ONG como médico en una zona rural remota. La mayoría de los pacientes sufrían de desnutrición y por las deficientes condiciones de vida prevalentes en sus comunidades. Eran problemas que un médico práctico solo podía tratar en el momento en que se manifestaban, y me di cuenta de que mi actividad podría tener un impacto más amplio y sostenible si me centraba en la mejora de las políticas de salud pública. Sabía que podría contribuir a salvar más vidas a través de respuestas de salud pública que tratando a la gente en el servicio de urgencias. Más concretamente, pude observar de primera mano la conexión que existe entre la política y la atención de salud, la política y la práctica, y decidí que quería trabajar en el ámbito de la salud pública en situaciones de emergencia.
Trabajar para la OMS surgió de forma natural, especialmente cuando conocí el Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. Ya han pasado 4 años, y me encanta formar parte de un equipo cuyos miembros tienen tantos conocimientos y experiencia. Aprender de mis colegas y contribuir a la realización de nuestros proyectos ha sido muy satisfactorio. Sobre todo, me ha enseñado que todos tienen una función que desempeñar para mejorar la salud, ya sea ayudando a sus vecinos a disfrutar de una vida más sana o respondiendo a una emergencia de salud pública mundial, todos tenemos la responsabilidad de contribuir, y todos nos beneficiamos cuando trabajamos juntos.
Sahar Roshangar
Oficial de Recursos Humanos, Erradicación de la Poliomielitis - Oficina Regional para el Mediterráneo Oriental, con sede en Ammán
Mi nombre es Sahar Roshangar. Soy del Afganistán, un país que figura entre los menos favorables a la igualdad de género. La tasa de alfabetización de las mujeres es una de las más bajas del mundo. Desde muy joven, supe que tenía la suerte de crecer en una familia educada y con amplitud de miras. Mi padre decidió trasladarnos a un lugar donde sus hijas pudieran estudiar, y eso lo cambió todo. Mis padres tenían tres empleos para mantenernos.
Aunque a mi regreso al Afganistán encontré escasas oportunidades para las mujeres, mi educación me dio opciones. Empecé en las Naciones Unidas a nivel nacional, lo que me llevó a un proyecto de resiliencia en el sector de la salud para prestar apoyo a nuestro propio Ministerio de Salud. El día a día era difícil y peligroso, pero apliqué los principios éticos de mi padre en el trabajo y aprendí mucho sobre la salud pública y su impacto en la vida de las personas.
Finalmente, puesto mi objetivo en la salud pública, me incorporé al programa de los Voluntarios de las Naciones Unidas para adquirir experiencia internacional. Al igual que habían hecho mis padres años antes, trasladé a mi familia para incorporarme a la OMS en un entorno más seguro en el que pudiera seguir buscando la resiliencia en el sector de la salud pública. En la actualidad, trabajo en el Programa de Erradicación de la Poliomielitis en Ammán, y me siento privilegiada y feliz de apoyar una iniciativa de la OMS de tanto impacto.
Colaborar con la OMS en entornos dinámicos e internacionales, con un personal multicultural y con oportunidades de promoción profesional, me ha motivado a lo largo de mi carrera. Trabajar a tiempo completo y criar a mi hijo no es fácil, pero he descubierto que la OMS ofrece suficiente flexibilidad para lograr una conciliación de la vida laboral y personal, y el trabajo ha sido increíblemente gratificante. Me encanta saber que soy un miembro de la familia de la OMS y que puedo ayudar realmente a mejorar la vida de las personas. He recorrido un largo camino y he roto muchas barreras, y estoy orgullosa de poder aplicar los valores de mi familia en mi colaboración con la OMS.
María "Masha" Greenblat
Coordinadora Lingüística – Oficina Regional para Europa
Los idiomas siempre han sido mi pasión. Al ser hija de dos profesionales lingüísticos, crecí con el sonido de las máquinas de escribir, rodeada de diccionarios y manuscritos. Después de estudiar historia en la universidad, mi carrera se orientó pronto hacia la traducción profesional. Empezar a colaborar con la Oficina Regional de la OMS para Europa como traductora de ruso, y más tarde en calidad de Coordinadora Lingüística, fue como un sueño hecho realidad.
Me apasiona el multilingüismo y creo que el lenguaje contribuye a definir nuestra identidad. A pesar de ser yo misma multilingüe, mi idioma materno, el ruso, me permite expresarme sin restricciones, y saber esto me impulsa a ayudar a los demás contribuyendo al multilingüismo dentro de la OMS. Considero que esta es una de mis misiones más importantes como profesional. Para mí, no dejar a nadie atrás significa hablar y escribir en los idiomas de los Estados Miembros que la OMS representa.
Cuando trabajaba como autónoma, el trabajo de traductora parecía solitario. Por el contrario, la prestación de servicios lingüísticos en la OMS es, en gran medida, un esfuerzo de grupo. En la actualidad, me siento orgullosa de dirigir un equipo de profesionales de primer nivel y de colegas maravillosos.
Me considero una gran privilegiada por trabajar para la OMS con personas maravillosas apoyando una buena causa. Es muy satisfactorio, después de un largo y ajetreado día, cerrar el ordenador y saber que he contribuido a algo importante.
Soy Masha Greenblat. Soy traductora, orgullosamente internacional, y ciudadana tanto de la Federación de Rusia como de los Estados Unidos de América. Soy de la OMS y me encanta mi trabajo.
Los cargos del personal y los funcionarios de la OMS reflejan sus puestos respectivos en el momento en que se prestaron los testimonios.
Ryoko Takahashi
Oficial Técnico, Sistemas de Salud – Oficina de Yakarta
Mi carrera en la OMS, de ocho años de duración con interrupciones, comenzó con una pasantía. Entendiendo que una carrera en el ámbito de la salud pública sería polifacética, y teniendo mucho interés en vivir una experiencia completa, me propuse adquirir experiencia en diversos entornos multilaterales, bilaterales, públicos, no gubernamentales y privados que abarcaran los niveles mundial, regional, nacional y local. En mi afán por enriquecer mi carrera en la práctica y política con base empírica, quise hacer una pasantía en una organización multilateral de ámbito mundial, y esta experiencia acabó marcando un hito inesperado en mi carrera.
Se me ofreció la oportunidad de realizar un análisis de las desigualdades sociales en el que se examinaban las infecciones por el VIH en zonas urbanas de 23 países, y pude contribuir con las conclusiones a la elaboración de un informe mundial sobre las desigualdades sanitarias en entornos urbanos. Esto supuso una oportunidad increíble para una pasante, pero el mayor beneficio fue comprender de primera mano que la OMS no se limita a hacer números y crear directrices mundiales; también trata de tener el mejor interés en los países a los que sirve y apoyarlos para que adopten decisiones de salud pública bien fundamentadas, ofreciéndoles un conjunto de pruebas y apoyo técnico sólidos y fiables, sin otra agenda que la de la salud pública.
Mi trayectoria profesional en el ámbito de la salud pública está en constante evolución. En la OMS, he trabajado a nivel mundial, regional y nacional. He tenido el privilegio de trabajar en un equipo de expertos en gobernanza sanitaria, educación, derecho, medio ambiente, emergencias, enfermedades infecciosas, entre otras disciplinas, utilizando la plataforma única de la OMS para convocar, persuadir, asesorar, coordinar y catalizar políticas de salud pública con base empírica.
Title of WHO staff and officials reflects their respective position at the time the testimonial was provided.