WHO / Jawad Jalali
Polio vaccination campaign in Asadabad, Afghanistan.
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Testimonios de los trabajadores

Portrait of Sergey Diorditsa.

Serguéi Diorditsa

Representante de la OMS – Oficina de Montenegro

Puede sonar extraño, pero mi inspiración para seguir la carrera de medicina vino de una película; una fuente inesperada tal vez, pero la película me mostró el lugar de un médico en el mundo y el impacto que tienen los médicos en la vida de las personas. Esa simple idea me ayudó a ver con más claridad y me motivó para estudiar con mayor intensidad. En la facultad de medicina, empecé a soñar con viajar por el mundo investigando las enfermedades tropicales. Pronto descubrí que el Instituto de Parasitología Médica de Moscú investigaba el paludismo en Asia Central, y así comenzó mi carrera en el ámbito de la salud pública.

A lo largo de mi carrera he ocupado puestos en numerosos países, incluyendo consultorías con la OMS en Etiopía y Uzbekistán, lo que, pensándolo bien, añade emoción a mi trabajo en el campo que he elegido. Disfruto con el desafío de planificar y aplicar estrategias de salud pública, sobre todo en tantos entornos nacionales diferentes, y me sigue gustando viajar.

En la actualidad, soy el representante de la OMS en Mongolia y he colaborado con algunos de los principales expertos del mundo en la eliminación y erradicación de enfermedades prevenibles por vacunación. Si no hubiera encontrado la especialidad poco común de las enfermedades tropicales, tal vez no hubiera hecho un doctorado en virología ni hubiera estudiado inglés para trabajar con los CDC, que me enviaron a Etiopía, donde colaboré con la OMS en la erradicación de la poliomielitis. Mi carrera en la OMS comenzó como consultor, me llevó a la República Popular Democrática de Corea, a Bangladesh como oficial médico del programa de inmunización y a Mongolia.

He aprendido que la salud pública no es una operación quirúrgica; requiere tiempo y paciencia para tener éxito y ver los resultados es la mayor recompensa. Es emocionante sentir que nuestro trabajo tiene un efecto tan positivo. De todas mis experiencias, la que más me enorgullece es la de nuestro esfuerzo por llevar a cabo una campaña contra el sarampión en Bangladesh, en la que, llegado el momento, se vacunó a 35 millones de niños. Fue un esfuerzo asombroso y un recordatorio de que, como funcionario de la OMS, logramos un impacto cada día.  ¡No está mal si pensamos que todo empezó con una película!

Mina Brajovic

Mina Brajovic

Representante de la OMS – Oficina de Montenegro

Mi padre era abogado cuando yo crecí, y lo que vi en su trabajo me formó desde una edad temprana. Aprendí a valorar la integridad, defender a los vulnerables y luchar por la justicia. Esos valores aún me inspiran, y me llevaron a dedicar mi vida a proteger los derechos de los demás. 

Empecé estudiando derecho en la Universidad de Montenegro y en la Universidad de Cambridge. Posteriormente, obtuve un doctorado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Liubliana. 

Esas raíces me lanzaron a una carrera desafiante y estimulante. He trabajado tanto en el ámbito jurídico como en el de la política, y como asesora jurídica en el sector privado. También dirigí un programa del Banco Mundial sobre la reforma del sector sanitario y fui coautora de una de las primeras leyes sobre el libre acceso a la información en poder de las autoridades públicas. En la actualidad, soy la Jefa de la Oficina de la OMS en Montenegro. 

Mi incorporación a la OMS puede parecer un cambio brusco con respecto a trabajar en la abogacía, pero creo que estos mundos comparten objetivos comunes. Al igual que un abogado defiende los derechos de los demás, la OMS ayuda a las personas a ejercer el más fundamental de los derechos humanos: el derecho a la salud. Creo que nadie debe quedarse atrás en nuestras sociedades, y me sigue motivando servir a las poblaciones más vulnerables del mundo.

Desempeño mi función como representante de la OMS con placer y orgullo, porque sé que estoy siguiendo los pasos de mi padre y viviendo mi sueño. Cada día estoy a la altura de los retos de mi cargo, alternando entre áreas técnicas y diferentes equipos de personas, todos igualmente motivados. Esta diversidad y ambición están en el centro de lo que para mí significa formar parte de la OMS. Con cada medida que adopto, estoy viviendo mi pasión. Aquí, estoy en casa.

 

Martin Dohlsten profile picture.

Martin Dohlsten

Funcionario subalterno de la categoría profesional – Oficina de Malawi

Siempre he sentido mucha curiosidad por lugares distintos de donde crecí. Tuve el privilegio de ser futbolista profesional hasta los 24 años y mis compañeros de equipo eran originarios de diversas regiones del mundo. Me fascinaban sus historias y sus lugares de procedencia. Cuando dejé de jugar al fútbol y empecé a construir otra carrera, supe que quería incorporar mis ambiciones personales a las profesionales y trabajar en algunos de esos países.

La salud pública me atraía en varios niveles y cursé licenciaturas en salud pública y desarrollo mundial, y una maestría en control de enfermedades infecciosas. Después de eso, ¡estaba preparado para mi primera aventura! Comencé en Sierra Leona y posteriormente trabajé con Organizaciones no Gubernamentales en Rwanda y Malí, antes de volver a Suecia para trabajar en el fortalecimiento del sistema de salud pública. La experiencia con proyectos en pequeña escala y el trabajo para mejorar los sistemas nacionales de salud fue una excelente manera de comprender todo el alcance de la salud pública, desde la elaboración de políticas y directrices hasta su aplicación. Esto se tradujo en una oportunidad de solicitar un puesto de funcionario subalterno de la categoría profesional en la OMS para trabajar en Malawi. Mi esposa y yo aceptamos el reto de vivir una experiencia en otro país y desde entonces no hemos mirado atrás.

Es posible que el inicio de mi carrera en salud pública haya sido algo atípico, pero he estado abierto a acumular experiencia en varios entornos nacionales. Esto ha sido siempre una de las claves de la conciliación de mi vida laboral y personal, y me ayuda a prestar un apoyo eficaz en cualquier país en el que me encuentre. En estas aventuras he aprendido que cada miembro de un equipo tiene algo diferente que aportar, desde conocimientos técnicos y experiencia en ámbitos gubernamentales nacionales hasta una amplia comprensión de los contextos culturales de los lugares en los que trabajamos. Esto me ha permitido influir en los objetivos de salud pública y contribuir a su consecución, y me encanta que la OMS acepte esa diversidad. Mi elección por la salud pública me ha dado todo lo que esperaba desde que decidí colgar las botas de fútbol. 

Profile picture of Teresa Zakaria.

Teresa Zakaria

Oficial de Emergencias Sanitarias, Intervenciones Humanitarias en Entornos Frágiles, Afectados por Conflictos y Vulnerables – Sede de la OMS

Cuando me encontraba en mi segundo año de la facultad de medicina, nuestro campus se convirtió en el centro de un creciente malestar social en mi país. Los estudiantes prestaron apoyo médico y, aunque en aquella época no lo comprendí totalmente, había estado expuesta a mi primera situación de emergencia médica a gran escala.  

Aquella experiencia me hizo recordar haber leído un libro sobre el Movimiento de la Cruz Roja y haber oído hablar de la labor de MSF en las noticias locales cuando era niña. Esas historias inspiraron mi proyecto para una tarea cuando estudiaba en una clase de quinto grado en la escuela, donde escribí sobre la medicina y la salud como un derecho humano fundamental. Siendo una mujer que provenía de una cultura conservadora en un país en vías de desarrollo, el hecho de incorporarme a una organización como esa parecía fuera de mi alcance en aquel momento, pero nunca dejé de trabajar para alcanzar mi objetivo. 

Después de estudiar medicina, trabajé con una ONG como médico en una zona rural remota. La mayoría de los pacientes sufrían de desnutrición y por las deficientes condiciones de vida prevalentes en sus comunidades. Eran problemas que un médico práctico solo podía tratar en el momento en que se manifestaban, y me di cuenta de que mi actividad podría tener un impacto más amplio y sostenible si me centraba en la mejora de las políticas de salud pública. Sabía que podría contribuir a salvar más vidas a través de respuestas de salud pública que tratando a la gente en el servicio de urgencias. Más concretamente, pude observar de primera mano la conexión que existe entre la política y la atención de salud, la política y la práctica, y decidí que quería trabajar en el ámbito de la salud pública en situaciones de emergencia. 

Trabajar para la OMS surgió de forma natural, especialmente cuando conocí el Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. Ya han pasado 4 años, y me encanta formar parte de un equipo cuyos miembros tienen tantos conocimientos y experiencia. Aprender de mis colegas y contribuir a la realización de nuestros proyectos ha sido muy satisfactorio. Sobre todo, me ha enseñado que todos tienen una función que desempeñar para mejorar la salud, ya sea ayudando a sus vecinos a disfrutar de una vida más sana o respondiendo a una emergencia de salud pública mundial, todos tenemos la responsabilidad de contribuir, y todos nos beneficiamos cuando trabajamos juntos. 

 

Dr Rajesh Sambhajirao Pandav profile picture.

Rajesh Pandav

Representante de la OMS – Oficina de Nepal

La salud pública siempre ha sido mi pasión y desde muy joven supe que quería ayudar a mejorar la vida de las personas. Esto me llevó a estudiar salud pública y a pasar mi carrera trabajando para mejorar los resultados sanitarios en todo el mundo. 

Después de dirigir el programa del país en Timor-Leste desde 2015, he asumido recientemente un nuevo reto al ser nombrado Representante de la OMS en Nepal. Esto también marca un aniversario emocionante para mí, ya que he colaborado con la OMS durante más de 15 años. 

Puede ser un trabajo difícil, con prioridades contrapuestas, relaciones que hay que gestionar y la necesidad de poder responder a cualquier situación, desde un brote de una enfermedad hasta un problema logístico. Sin embargo, también es increíblemente satisfactorio. A mi esposa y a mí nos encanta viajar, y siempre que vamos a un país y observamos la influencia de la labor de la OMS sentimos una enorme satisfacción. Por ejemplo, fue maravilloso presenciar el impacto de la inmunización en los niños de las zonas más remotas de Timor-Leste. 

La OMS es una gran organización, pero mantiene un toque personal, especialmente cuando señala los logros conseguidos por su personal. Me sentí honrado al recibir el Premio del Director General a la Excelencia de 2016 por mi labor con los programas de colaboración en materia de salud, y orgulloso de mi equipo cuando la Oficina de Timor-Leste recibió el mismo Premio en 2019 por nuestra labor con la iniciativa «Walk the Talk» («respaldar las palabras con hechos») para promover la actividad física. 

En muchos sentidos, la OMS es como una gran familia. Nos unen los desafíos de nuestro trabajo, pero también sus recompensas. Compartimos el conocimiento de estar contribuyendo a algo más grande; algo que puede mejorar la vida de las personas en todo el mundo. Esta es mi mayor motivación y el motivo de seguir estando orgulloso de formar parte de la OMS. 

 

Portrait of Sahar Rosehangar.

Sahar Roshangar

Oficial de Recursos Humanos, Erradicación de la Poliomielitis - Oficina Regional para el Mediterráneo Oriental, con sede en Ammán

Mi nombre es Sahar Roshangar. Soy del Afganistán, un país que figura entre los menos favorables a la igualdad de género. La tasa de alfabetización de las mujeres es una de las más bajas del mundo. Desde muy joven, supe que tenía la suerte de crecer en una familia educada y con amplitud de miras. Mi padre decidió trasladarnos a un lugar donde sus hijas pudieran estudiar, y eso lo cambió todo. Mis padres tenían tres empleos para mantenernos.

Aunque a mi regreso al Afganistán encontré escasas oportunidades para las mujeres, mi educación me dio opciones. Empecé en las Naciones Unidas a nivel nacional, lo que me llevó a un proyecto de resiliencia en el sector de la salud para prestar apoyo a nuestro propio Ministerio de Salud. El día a día era difícil y peligroso, pero apliqué los principios éticos de mi padre en el trabajo y aprendí mucho sobre la salud pública y su impacto en la vida de las personas.

Finalmente, puesto mi objetivo en la salud pública, me incorporé al programa de los Voluntarios de las Naciones Unidas para adquirir experiencia internacional. Al igual que habían hecho mis padres años antes, trasladé a mi familia para incorporarme a la OMS en un entorno más seguro en el que pudiera seguir buscando la resiliencia en el sector de la salud pública. En la actualidad, trabajo en el Programa de Erradicación de la Poliomielitis en Ammán, y me siento privilegiada y feliz de apoyar una iniciativa de la OMS de tanto impacto.

Colaborar con la OMS en entornos dinámicos e internacionales, con un personal multicultural y con oportunidades de promoción profesional, me ha motivado a lo largo de mi carrera. Trabajar a tiempo completo y criar a mi hijo no es fácil, pero he descubierto que la OMS ofrece suficiente flexibilidad para lograr una conciliación de la vida laboral y personal, y el trabajo ha sido increíblemente gratificante. Me encanta saber que soy un miembro de la familia de la OMS y que puedo ayudar realmente a mejorar la vida de las personas. He recorrido un largo camino y he roto muchas barreras, y estoy orgullosa de poder aplicar los valores de mi familia en mi colaboración con la OMS. 

 

 

Nuhu Yaqub profile picture.

Nuhu Yaqub

Oficial Técnico, Salud del Niño y el Adolescente – Oficina Regional para África

Mi nombre es Nuhu Yaqub Jr., y soy de Nigeria. Me apasiona la salud y sus vínculos con el desarrollo desde que estudié en la facultad de medicina. Aproveché la oportunidad de incorporarme a la OMS por la claridad de su misión, la posibilidad de trabajar con funcionarios gubernamentales de alto nivel para configurar programas de salud y por las habilidades que aprendería al trabajar con tantas personas experimentadas y con talento de todo el mundo. Desde que me incorporé a la OMS, he trabajado en diversas áreas programáticas, como el VIH, la salud de los adolescentes, la salud de las mujeres y los niños, la respuesta y recuperación ante los brotes, y la planificación sanitaria en varios países de África, Asia y Europa. Colaborar con la OMS ofrece estas oportunidades únicas. 

Me incorporé a la OMS en 2012 a través del programa de funcionarios subalternos de la categoría profesional en la sede de Ginebra, y posteriormente trabajé en las oficinas de la OMS en la República Unida de Tanzanía y Sierra Leona. En la actualidad me encuentro en la Oficina Regional de la OMS para África, donde mi trabajo consiste en la elaboración y puesta en marcha de programas, políticas y estrategias para mejorar el rendimiento de los sistemas de salud respecto de los servicios de salud materna, neonatal e infantil en los países de ingresos bajos y medianos.

Ha habido muchos momentos memorables durante mi trayectoria en la OMS, pero el más satisfactorio tuvo lugar en Sierra Leona después del brote de ebola. Aprendí mucho del personal de enfermería de allí, que trabajan tanto y en las condiciones más difíciles. El equipo con el que trabajé pudo colaborar con esas personas en la puesta en marcha de un programa para mejorar la calidad de la atención que recibían los niños durante su estancia en el hospital. Junto con nuestros asociados, conseguimos reducir el número de muertes infantiles.

Tener la oportunidad de colaborar con los principales expertos en atención de salud de todo el mundo me ha ayudado a desarrollar una gran cantidad de conocimientos y experiencia, y saber que puedo ayudar realmente a mejorar la vida de las personas es increíblemente gratificante. Este es el verdadero valor de la OMS y el motivo por el que estoy orgulloso de formar parte de esta Organización. 

 

Maria Greenblat profile picture.

María "Masha" Greenblat

Coordinadora Lingüística – Oficina Regional para Europa

Los idiomas siempre han sido mi pasión. Al ser hija de dos profesionales lingüísticos, crecí con el sonido de las máquinas de escribir, rodeada de diccionarios y manuscritos. Después de estudiar historia en la universidad, mi carrera se orientó pronto hacia la traducción profesional. Empezar a colaborar con la Oficina Regional de la OMS para Europa como traductora de ruso, y más tarde en calidad de Coordinadora Lingüística, fue como un sueño hecho realidad.

Me apasiona el multilingüismo y creo que el lenguaje contribuye a definir nuestra identidad. A pesar de ser yo misma multilingüe, mi idioma materno, el ruso, me permite expresarme sin restricciones, y saber esto me impulsa a ayudar a los demás contribuyendo al multilingüismo dentro de la OMS. Considero que esta es una de mis misiones más importantes como profesional. Para mí, no dejar a nadie atrás significa hablar y escribir en los idiomas de los Estados Miembros que la OMS representa.

Cuando trabajaba como autónoma, el trabajo de traductora parecía solitario. Por el contrario, la prestación de servicios lingüísticos en la OMS es, en gran medida, un esfuerzo de grupo. En la actualidad, me siento orgullosa de dirigir un equipo de profesionales de primer nivel y de colegas maravillosos.

Me considero una gran privilegiada por trabajar para la OMS con personas maravillosas apoyando una buena causa. Es muy satisfactorio, después de un largo y ajetreado día, cerrar el ordenador y saber que he contribuido a algo importante.

Soy Masha Greenblat. Soy traductora, orgullosamente internacional, y ciudadana tanto de la Federación de Rusia como de los Estados Unidos de América. Soy de la OMS y me encanta mi trabajo.

 

Los cargos del personal y los funcionarios de la OMS reflejan sus puestos respectivos en el momento en que se prestaron los testimonios.

 

Reja Sarkis profile picture.

Reja Sarkis

Oficial de Servicios Administrativos – Sede de la OMS

Nací en el Líbano y crecí allí durante la primera parte de la guerra civil. Fue una época difícil. Afortunadamente, estábamos rodeados de personas que trabajaban para diversas organizaciones locales e internacionales que prestaban todo tipo de ayuda a los refugiados, los heridos y las familias que lo habían perdido todo. Yo era demasiado joven para participar, pero siempre recordé a esos trabajadores de ayuda humanitaria, que se convirtieron en una influencia importante para mi futura elección profesional. 

En 1995 escuché hablar del Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas y decidí probarlo solicitando un empleo relacionado con la logística. No sabía mucho sobre las Naciones Unidas en general, pero era joven y buscaba aventuras. Cuando me aceptaron, me enviaron a Haití como parte de la operación de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas y posteriormente continué mi trabajo en Croacia. ¡Eso sí que fue una aventura! Aprendí mucho sobre el mundo y sobre mis propias aspiraciones; descubrí que me sentía orgulloso en la misma medida que el trabajo era gratificante. 

Después de pasar casi tres años en operaciones de mantenimiento de la paz, decidí que era un buen momento para dejar a un lado las maletas, casarme y formar una familia. Mi experiencia como VNU fue la puerta de entrada a la familia de las Naciones Unidas. A lo largo de los años, he ido adquiriendo más habilidades, al tiempo que trabajaba siempre con un amplio abanico de personas motivadas y con talento de todos los sectores sociales. De un puesto inicial como funcionario de servicios generales he pasado a ocupar un puesto de funcionario de la categoría profesional relacionado con la logística, cerrando así un círculo satisfactorio. 

Han pasado 25 años desde mi primera asignación en Haití, pero parecería que no ha pasado el tiempo. Sigo estando orgulloso de trabajar para la OMS, una organización cuyo personal está comprometido, hoy más que nunca, con la promoción de la salud y el servicio a las poblaciones más vulnerables del mundo. 

Title of WHO staff and officials reflects their respective position at the time the testimonial was provided.

 

 

Ryoko Takahashi profile picture.

Ryoko Takahashi

Oficial Técnico, Sistemas de Salud – Oficina de Yakarta

Mi carrera en la OMS, de ocho años de duración con interrupciones, comenzó con una pasantía. Entendiendo que una carrera en el ámbito de la salud pública sería polifacética, y teniendo mucho interés en vivir una experiencia completa, me propuse adquirir experiencia en diversos entornos multilaterales, bilaterales, públicos, no gubernamentales y privados que abarcaran los niveles mundial, regional, nacional y local. En mi afán por enriquecer mi carrera en la práctica y política con base empírica, quise hacer una pasantía en una organización multilateral de ámbito mundial, y esta experiencia acabó marcando un hito inesperado en mi carrera.

Se me ofreció la oportunidad de realizar un análisis de las desigualdades sociales en el que se examinaban las infecciones por el VIH en zonas urbanas de 23 países, y pude contribuir con las conclusiones a la elaboración de un informe mundial sobre las desigualdades sanitarias en entornos urbanos. Esto supuso una oportunidad increíble para una pasante, pero el mayor beneficio fue comprender de primera mano que la OMS no se limita a hacer números y crear directrices mundiales; también trata de tener el mejor interés en los países a los que sirve y apoyarlos para que adopten decisiones de salud pública bien fundamentadas, ofreciéndoles un conjunto de pruebas y apoyo técnico sólidos y fiables, sin otra agenda que la de la salud pública.

Mi trayectoria profesional en el ámbito de la salud pública está en constante evolución. En la OMS, he trabajado a nivel mundial, regional y nacional. He tenido el privilegio de trabajar en un equipo de expertos en gobernanza sanitaria, educación, derecho, medio ambiente, emergencias, enfermedades infecciosas, entre otras disciplinas, utilizando la plataforma única de la OMS para convocar, persuadir, asesorar, coordinar y catalizar políticas de salud pública con base empírica.

 

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