Enfermedad por coronavirus (COVID-19): rastreo de contactos
31 de mayo de 2021 | Preguntas y respuestas
El rastreo de contactos es el proceso de identificación, examen y gestión de las personas que han estado expuestas a una enfermedad para evitar que la transmisión continúe. Estas personas son lo que llamamos «contactos». En el caso de la COVID-19, el rastreo de contactos implica identificar a las personas que pueden haber estado expuestas al SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, y hacerles un seguimiento diario durante 14 días. El objetivo es detener la transmisión del virus mediante la reducción del número de personas infectadas que circulan entre la población.
El proceso de rastreo de contactos consta de varios pasos:
- Definición de los contactos: un contacto es una persona que ha estado expuesta en algún momento a otra persona infectada por el virus que causa la COVID-19 en el periodo comprendido entre los 2 días previos a que mostrara síntomas y hasta 14 días después.
- Identificación de los contactos: se hace a través de una entrevista con la persona infectada por el virus que causa la COVID-19 para averiguar con quién ha estado en contacto.
- Información a los contactos: es necesario conversar con todos y cada uno de los contactos, bien por teléfono o bien en persona, para comprobar si se ajustan a la definición y, a continuación, para hacer un seguimiento. Cuando se confirma que una persona es efectivamente un contacto, se le debe informar sobre el objetivo del rastreo de contactos, el proceso (incluida la forma en que se protegerán sus datos personales) y a quién contactar con cualquier inquietud o pregunta. También debe proporcionarse información adicional básica sobre cómo y cuándo ponerse en cuarentena, los síntomas que pueden aparecer y qué hacer si la persona enferma.
- Gestión y seguimiento diario de los contactos: es preciso alentar y apoyar a las personas que son contactos confirmados para que respeten la cuarentena, lo que implica apartarse de los demás para limitar la posibilidad de exponer a otras personas a la infección en caso de que ellos enfermen. Durante el periodo de cuarentena, deben realizarse controles diarios para comprobar si hay algún signo de enfermedad. El seguimiento termina a los 14 días desde la última vez que estuvo en contacto con la persona infectada por el virus que causa la COVID-19.
- Procesamiento y análisis de los datos: la información de todos los contactos se recopila en una base de datos que se actualiza diariamente con el estado de salud de cada uno de ellos. Estos procesos son distintos en cada país. Véase la pregunta ¿Qué consideraciones deben tenerse en cuenta en materia de protección de datos?
Se define como «contacto» a cualquier persona que haya tenido un contacto directo o haya estado a menos de 1 metro de una persona infectada por el virus que causa la COVID-19 durante al menos 15 minutos, incluso si la persona con la infección confirmada no presentaba síntomas en ese momento. Los contactos deben permanecer en cuarentena voluntaria durante un periodo de seguimiento de 14 días para limitar la posibilidad de exponer a otras personas a la infección en caso de que enfermen.
Sí, cuando se realiza de forma sistemática, el rastreo de los contactos rompe las cadenas de transmisión, lo que significa que puede detenerse la transmisión del virus. Por lo tanto, es una herramienta de salud pública esencial para controlar los brotes de enfermedades infecciosas como la COVID-19.
El rastreo exhaustivo de los contactos debe efectuarse en cuanto se detecte un caso o un conglomerado de casos. Cuando la transmisión es intensa, puede que sea difícil hacer el rastreo, pero siempre debe hacerse en la medida de lo posible, centrándose en los contactos vulnerables y en el hogar, en los trabajadores sanitarios y en los lugares cerrados de alto riesgo (por ejemplo, los dormitorios comunes, las instituciones penitenciarias o de otro tipo, las residencias medicalizadas y otros centros de atención de larga duración).
Una vez superado el pico de transmisión en un país, y el número de enfermos disminuye, en particular cuando empiezan a reajustarse las estrictas medidas sanitarias y sociales, es fundamental detectar rápidamente a los enfermos y localizar a sus contactos. Esa detección e investigación rompe las cadenas de transmisión nuevas.
Si es usted un posible contacto, las autoridades sanitarias deben primero establecer la comunicación con usted por teléfono o en persona para determinar si se ajusta a la definición, es decir, toda persona que haya tenido contacto directo o haya estado a menos de 1 metro de una persona infectada con COVID-19 durante al menos 15 minutos. Si se confirma que usted es un contacto, se le animará y apoyará para que se ponga en cuarentena, es decir, que se aparte de los demás y vigile su salud para detectar cualquier signo de enfermedad. El seguimiento termina a los 14 días desde la última vez que estuvo en contacto con la persona infectada por el virus de la COVID-19.
Al participar en el rastreo de los contactos, contribuye a controlar la propagación del virus que causa la COVID-19 en su zona; ayudará a proteger a las personas vulnerables y a evitar o reducir al mínimo las medidas más restrictivas, como las órdenes generales de confinamiento. Es un acto de solidaridad hacia su comunidad.
Todo el mundo debe participar para que el rastreo de contactos sea eficaz; el primer paso para el rastreo de contactos es la participación de la sociedad. Los participantes deben aceptar someterse al seguimiento diario, estar dispuestos a informar rápidamente de los signos o síntomas de la COVID-19 y preparados para entrar en cuarentena durante al menos 14 días, o en aislamiento si aparece algún síntoma. La transmisión del virus que causa la COVID-19 solo puede detenerse si todos aportamos nuestro granito de arena para proteger a nuestra familia, nuestros amigos y nuestra comunidad.
El rastreo de los contactos solo es posible si se cuenta con rastreadores capacitados en los fundamentos de la transmisión del virus, las medidas de prevención y control y el seguimiento de los signos y síntomas, así como la ética de la vigilancia en materia de salud pública y cuarentena. En principio, los rastreadores de contactos son miembros de la comunidad en la que desempeñan sus funciones y pueden provenir de la administración local, la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales, ser estudiantes universitarios o voluntarios.
El rastreo de los contactos lo realizan personas asignadas y capacitadas para llevar a cabo esta actividad esencial para romper las cadenas de transmisión. Las herramientas electrónicas y la tecnología de la información no son imprescindibles para el rastreo de contactos, pero sí pueden contribuir a que sea más eficaz y son útiles si se necesita hacer un rastreo de contactos a gran escala. Se han elaborado numerosas herramientas digitales para facilitar el rastreo de contactos y la identificación de los casos de COVID-19. Estas no deben considerarse como una solución integral para el rastreo de contactos, sino más bien como herramientas complementarias, que deben elegirse y analizarse rigurosamente desde el punto de vista técnico, de los costos y de la ética.
La aplicación informática Go.Data, por ejemplo, se ha diseñado para facilitar el rastreo de contactos y la vigilancia en brotes como la enfermedad causada por el virus del Ebola. Existen otros instrumentos para que los contactos informen por sí mismos de los síntomas, así como aplicaciones de proximidad que rastrean los movimientos de las personas para indicar una posible exposición.
Más información sobre el rastreo de contactos en el contexto de la COVID-19.
Es preciso tener en cuenta la ética de la salud pública, así como la protección y la privacidad de los datos, durante el rastreo de contactos a todos los niveles, en todas las actividades de capacitación en la materia y cuando se utilicen las herramientas para ese fin. En particular:
- Deben establecerse salvaguardias para garantizar la privacidad y la protección de los datos de conformidad con los marcos jurídicos de los países en los que se utilizan los sistemas.
- Todas las personas que participan en el rastreo de contactos deben respetar los principios éticos del manejo de información personal para garantizar la gestión responsable de los datos y el respeto de la privacidad a lo largo de todo el proceso.
- Es necesario comunicar a los interesados de manera clara y transparente la forma en que se tratarán, almacenarán y utilizarán los datos. Esto es importante para granjearse la aceptación y el compromiso de los participantes, así como para evitar percepciones erróneas que podrían poner en peligro la eficacia del programa de rastreo de contactos.
- Antes de utilizar las herramientas digitales para el rastreo de contactos, es necesario evaluarlas para garantizar que la salvaguardia de la protección de los datos es conforme con la normativa nacional.