Sé un ganador y deja el tabaco

Campaña del Día Mundial Sin Tabaco 2021 – Comprométete a dejarlo

19 de mayo de 2021

Se dice que para ganar hay que perseverar, pero en el caso del tabaco los verdaderos ganadores son los que abandonan.

Cuando se supo que los fumadores tenían más probabilidades de desarrollar síntomas graves en caso de contraer la COVID-19 en comparación con los no fumadores, millones de fumadores se sintieron impulsados a dejar el tabaco. Pero sin el apoyo adecuado, dejar de fumar puede ser increíblemente difícil. 

La nicotina que contiene el tabaco es altamente adictiva y crea dependencia. Los vínculos conductuales y emocionales con el consumo de tabaco –como fumar un cigarrillo mientras se toma el café, las ganas de fumar, los sentimientos de tristeza o el estrés– hacen que sea difícil dejar el hábito. 

Si se cuenta con el apoyo de profesionales y de los servicios de deshabituación, las probabilidades de éxito en el abandono del tabaco se duplican.

Actualmente, más del 70% de los 1300 millones de consumidores de tabaco que hay en el mundo carecen de acceso a los instrumentos que necesitan para conseguir dejar de fumar. Esta brecha en el acceso a los servicios de deshabituación se ha ampliado aún más en el último año, ya que el personal de salud se ha movilizado para hacer frente a la pandemia.

Por este motivo, la OMS ha lanzado una campaña de un año de duración sobre el tema del Día Mundial Sin Tabaco: «Comprométete a dejarlo.» El objetivo de la campaña es empoderar a 100 millones de consumidores de tabaco para que hagan un intento de dejarlo mediante la creación de redes de apoyo y la ampliación del acceso a servicios que han demostrado ser de ayuda para conseguirlo.

Este objetivo se logrará mediante la ampliación de servicios existentes, como las sesiones breves de asesoramiento de profesionales de la salud y las líneas telefónicas nacionales gratuitas para dejar de fumar, así como mediante la puesta en marcha de servicios innovadores como Florence, la primera trabajadora digital de la salud de la OMS, y programas de apoyo basados en chatbots en WhatsApp y Viber. 

Para ayudar realmente a los consumidores de tabaco a dejarlo, es necesario prestarles apoyo con políticas e intervenciones de probada eficacia en la reducción de la demanda de tabaco. 

El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT OMS) ofrece una respuesta firme y concertada a la epidemia mundial de tabaquismo y a sus enormes costes para la salud, la sociedad, el medio ambiente y la economía. Para ayudar a los países a aplicar el CMCT OMS, la OMS introdujo el plan de medidas MPOWER, que tiene por objeto apoyar la aplicación de estrategias clave como el aumento de los impuestos sobre el tabaco, la creación de entornos sin humo y el ofrecimiento de ayuda para dejar de fumar. 

No se ha demostrado que los cigarrillos electrónicos sean una ayuda para dejar de fumar

La industria tabacalera no ha cesado de luchar por subvertir estas medidas de salud pública destinadas a salvar vidas. A lo largo de la última década, ha promovido los cigarrillos electrónicos como instrumentos de ayuda para dejar de fumar, con el pretexto de contribuir al control del tabaco en todo el mundo. Al mismo tiempo, ha empleado tácticas de comercialización estratégica para enganchar a los niños a esa misma cartera de productos, que ha puesto a la venta con más de 15 000 atractivos aromas.  

Las pruebas científicas sobre la eficacia de los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar no son concluyentes y no está claro que estos productos tengan algún papel que desempeñar en el abandono del tabaquismo. Sustituir los productos de tabaco convencionales por los cigarrillos electrónicos no es dejar de fumar.

«Debemos guiarnos por la ciencia y la evidencia, no por las campañas de comercialización de la industria tabacalera, la misma industria que ha protagonizado décadas de mentiras y engaños para vender productos que han matado a cientos de millones de personas», ha dicho el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Los cigarrillos electrónicos generan sustancias químicas tóxicas que han sido relacionadas con efectos nocivos para la salud, como enfermedades cardiovasculares y trastornos pulmonares.»

¿Por qué la prohíben las Naciones Unidas las alianzas con la industria tabacalera y sus grupos de fachada?

La industria tabacalera es el mayor obstáculo para reducir las muertes causadas por el consumo de tabaco. Sus intereses se oponen irremediablemente a la promoción de la salud pública, y subrayan la necesidad de mantenerla al margen de los esfuerzos mundiales para el control del tabaco.

El artículo 5.3 del CMCT OMS persigue precisamente ese objetivo. La OMS estableció un cortafuegos en 2007 para proteger las políticas de los intereses comerciales y otros intereses creados de la industria tabacalera. El Pacto Mundial de las Naciones Unidas siguió su ejemplo y en 2017 prohibió la participación de la industria tabacalera, advirtiendo sobre los arduos e irreconciliables conflictos que existen entre los objetivos de las Naciones Unidas y los de una industria que es responsable de más de 8 millones de muertes al año. En consonancia con el artículo 5.3, esta industria ha quedado totalmente excluida del sistema de la ONU y se ha instado a sus organismos a diseñar estrategias dirigidas a evitar cualquier interferencia suya.

El Equipo de Tareas Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles (ENT), en el que participan de forma destacada la OMS y la Secretaría del CMCT OMS, ha elaborado un modelo de políticas de los organismos del sistema de las Naciones Unidas para evitar la interferencia de la industria tabacalera, un sólido marco normativo para evitar que las tácticas de esta industria tengan recorrido en las Naciones Unidas, y posteriormente ha promovido su aplicación a nivel intergubernamental.

En 2008, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución en favor de unos locales sin humo en las Naciones Unidas y, en 2012, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas pidió «coherencia en la labor de control del tabaco a nivel de todo el sistema de las Naciones Unidas». La creación de campus sin humo pone en práctica la política de lugares de trabajo sin humo de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es proteger a cerca de 100 000 funcionarios de la ONU del humo de tabaco ajeno.

La OMS y la Secretaría del CMCT OMS han declarado que no se deben establecer alianzas con grupos de fachada de la industria tabacalera como la Foundation for a Smoke Free World. Philip Morris International (PMI) se ha comprometido a gastar US$ 1000 millones a lo largo de 12 años para financiar una nueva organización cautiva, la Foundation for a Smoke Free World (FSFW) –PMI es su único financiador– para que repita y blanquee sus mensajes sobre reducción de daños.

La importancia de los derechos e impuestos sobre el tabaco y de los lugares de trabajo sin humo

A pesar de estos obstáculos creados por la industria tabacalera, el mundo ha sido testigo de importantes progresos en el control del tabaco.

Desde que se introdujo el plan de medidas MPOWER, hace más de una década, 5000 millones de personas se han beneficiado de al menos una de estas prácticas óptimas de control del tabaco, una cifra que se ha multiplicado por más de cuatro desde 2007. Sin embargo, la disminución varía en función de la región y actualmente vemos que la industria tabacalera concentra sus mayores esfuerzos en los países de ingresos bajos y medianos con la venta de cigarrillos tradicionales, mientras que impulsa productos nuevos y emergentes en los países de ingresos más altos.

La OMS insta a los gobiernos a ayudar a los consumidores de tabaco ofreciéndoles el apoyo, los servicios, las políticas y los impuestos sobre el tabaco que necesitan para dejar de fumar.

Las políticas antitabaco tienen el potencial de proteger a los no fumadores, entre los que se encuentran más de 65 000 niños y adolescentes que mueren cada año por la exposición al humo ajeno.

El tabaco cuesta a las economías más de US$ 1400 millones en gastos de salud y pérdida de productividad, lo que equivale al 1,8% del PIB mundial anual. Aumentar los impuestos sobre el tabaco ayuda a que estos productos letales sean menos asequibles y a cubrir los costes de atención de salud derivados de las enfermedades que generan.  

Este es el mejor momento para dejar el tabaco, y el compromiso de ayudar a los consumidores de tabaco a dejarlo es fundamental para mejorar la salud y salvar vidas.