Un desarrollo sostenible requiere financiamiento sostenible, y la lucha contra las enfermedades no transmisibles no es la excepción

11 de agosto de 2015

Dr. Oleg Chestnov, Subdirector General de la OMS, Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental

Recientemente escuché la historia de Evelyne Musera, una keniana que está recibiendo tratamiento por su diabetes de tipo 2 en Nairobi. Al igual que muchos de sus compatriotas, ella paga de su propio bolsillo las visitas médicas y los medicamentos que necesita, a lo que se agrega el hecho de que los traslados en taxi hacen mella en sus ingresos, ganados con gran esfuerzo, y cuando falta al trabajo para acudir al hospital no recibe paga. Muchas otras personas son menos afortunadas aún, y quedan totalmente privadas de tratamiento debido a los costos relativamente altos que implica la atención sanitaria.

El ejemplo de Evelyne permite echar un vistazo a la situación que enfrentan, en todo el mundo, millones de personas y los Gobiernos encargados de su asistencia en cuanto a la generación de recursos financieros necesarios para prevenir y controlar la diabetes y otras enfermedades no transmisibles (ENT), a saber, enfermedades cardiovasculares y pulmonares y el cáncer.

Cada año mueren prematuramente 16 millones de personas antes de cumplir los 70 años de edad a causa de ENT. Un hecho llamativo es que cuatro de cada cinco de esos decesos se producen en países en desarrollo como Kenya, con lo cual las mencionadas enfermedades constituyen uno de los mayores desafíos para el desarrollo del siglo XXI. Se estima que, si no se cambia de rumbo en relación con las ENT, en los próximos 15 años los países en desarrollo podrían perder alrededor de USD 7 billones. Esa situación se contrapone categóricamente con el costo que requiere la adopción de medidas: USD 11 000 millones por año para implementar un conjunto de intervenciones con respecto a las ENT en todos los países en desarrollo.

Metas de desarrollo sostenible para hacer frente a las enfermedades no transmisibles

En el presente año, representantes de los países se reunirán en Nueva York para tomar parte en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde deliberarán sobre los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) propuestos, que por primera vez reconocen el enorme impacto que suscitan las ENT en todo el mundo. La meta consiste en reducir en un tercio, a más tardar en 2030, el número de decesos prematuros causados por ENT y reforzar la aplicación del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT).

Dr. Oleg Chestnov, Subdirector General de la OMS, Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental
Dr. Oleg Chestnov, Subdirector General de la OMS, Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental

Alcanzar cualquiera de los ODS requiere un financiamiento nacional e internacional sostenible. Desde hace largo tiempo, las ENT se ocultan, se interpretan erróneamente y no se registran en su totalidad; asimismo, no se las ha incluido entre los objetivos de desarrollo del milenio. Como consecuencia, tradicionalmente ha habido que luchar para obtener un financiamiento significativo para combatir esas enfermedades. Su surgimiento pasó relativamente desapercibido en los países en desarrollo, en tanto que la comunidad internacional centró su atención en la lucha contra el VIH/sida, el paludismo y la tuberculosis. Sin embargo, la inclusión explícita de las ENT y el CMCT de la OMS entre los ODS refleja un mayor impulso para hacer frente a esas enfermedades. Esa histórica decisión se basa en los compromisos asumidos por los líderes mundiales en las Naciones Unidas en 2011 y 2014 de realizar el seguimiento de las proporciones epidémicas de las ENT y su impacto en el desarrollo, hacer de la prevención la piedra angular de la respuesta mundial y fortalecer los sistemas de salud.

La tercera Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre Financiamiento para el Desarrollo, celebrada entre el 13 y el 16 de julio en Addis Abeba, Etiopía, dio lugar a la adopción del Programa de Acción de Addis Abeba, que es un nuevo marco para el financiamiento de los ODS. En dicho programa se destaca la enorme carga que representan las ENT tanto para los países desarrollados como para los países en desarrollo. En él se hace hincapié en el hecho de que las medidas de precios e impuestos sobre el tabaco pueden reducir el consumo de tabaco y los costos de la atención sanitaria, y representan una corriente de ingreso fiscal para financiar la consecución de los ODS en muchos países. En virtud del CMCT de la OMS, las partes se comprometen a reforzar la implementación de ese instrumento.

La obtención de financiamiento para iniciativas sobre enfermedades no transmisibles es una meta asequible

Los logros de la conferencia de Addis Abeba no se limitaron al programa de acción. En seis mesas redondas con participación de múltiples interesados y 180 actividades paralelas, incluida una sobre financiamiento para servicios de salud organizada por la OMS, Barbados y Tailandia, se anunciaron nuevas iniciativas para la implementación de los ODS. El Grupo de Trabajo sobre Financiamiento para ENT del Mecanismo de Coordinación Mundial de la OMS sobre las ENT presentó las conclusiones de su informe provisional, Financing National NCD Responses in the Post-2015 Era (Financiamiento de respuestas nacionales a las enfermedades no transmisibles para la era posterior a 2015), que se basa en compromisos asumidos en Addis Abeba.

En el informe se destaca la necesidad de considerables inversiones adicionales para alcanzar, a más tardar en 2030, los objetivos relacionados con las ENT incluidos en los ODS. La implementación y sostenibilidad de las respuestas nacionales a las ENT hacen necesario que todo nuevo financiamiento se base principalmente en recursos públicos nacionales. Reducir los decesos por ENT no es costoso. La prohibición de todo tipo de publicidad del tabaco, la sustitución de las grasas trans por grasas poliinsaturadas, la restricción o prohibición de la publicidad del alcohol, la prevención de los paros cardíacos y accidentes cerebovasculares, la promoción de la lactancia materna, la implementación de programas de concienciación pública sobre la dieta y la actividad física, y la prevención del cáncer cervical mediante exámenes médicos son medidas de salud pública de bajo costo y eficaces que están al alcance de la mayoría de los Gobiernos.

No menos importante, sin embargo, es que los países ricos proporcionen más recursos de mejor calidad a los países que más los necesitan, para complementar los recursos nacionales destinados a combatir las ENT. Entre las principales esferas de la salud mundiales, la de la lucha contra las ENT sigue siendo la que recibe el monto más exiguo de asistencia oficial para el desarrollo (AOD), correspondiéndole el 1% de dicha asistencia.

Asociaciones necesarias para combatir las enfermedades no transmisibles

En el informe de la OMS se destaca también la necesidad de una gama más amplia de inversionistas, incluido el sector privado, que debe convertirse en un participante clave en la lucha contra las ENT. Las contribuciones de filántropos seguirán cumpliendo un papel importante. Es vital, además, establecer una conexión más eficaz y estrecha con la sociedad civil para que podamos revertir la tendencia, haciéndola contraria a las ENT.

En el informe se destacan también las oportunidades de alinear las políticas gubernamentales en sectores tales como finanzas, inversiones, comercio y desarrollo, para, a su vez, respaldar políticas gubernamentales de salud encaminadas a poner coto a la epidemia de ENT.

En Addis Abeba se identificó también al ingreso fiscal generado por los impuestos sobre el tabaco como una importante nueva fuente sostenible de financiamiento para la salud. Según el informe, los Gobiernos ya recaudan más de USD 270 000 millones por año como ingreso fiscal proveniente de impuestos específicos sobre el consumo de tabaco. A la fecha, 30 o más países están destinando a fines relacionados con la salud ingresos provenientes de la imposición del tabaco. Tailandia, por ejemplo, ha utilizado ingresos fiscales generados por una sobretasa del 2% aplicada al tabaco y al alcohol para financiar la Fundación ThaiHealth, que respalda actividades de promoción de la salud.

Si el mundo quiere cumplir su promesa de que ningún país ni ninguna persona queden rezagados, es necesario que la comunidad internacional del desarrollo respalde programas nacionales ejecutados en los países de máximo grado de pobreza para alcanzar las metas de los ODS relacionados con las ENT. Para ello será necesario obtener AOD a fin de generar capacidad institucional para combatir las ENT. Los donantes deben intensificar sus esfuerzos encaminados a recaudar recursos financieros públicos y privados.

El llamamiento en favor del aumento de la inversión destinada a combatir las ENT está resonando más fuertemente, en un contexto que va desde los médicos de hospitales rurales hasta las 12 primeras damas en África, que reclaman más financiamiento para combatir el cáncer en ese continente. Estas voces no pueden permanecer sin respuesta. Es preciso hacer realidad esas expectativas, ya que personas de todas partes del mundo tratan de obtener protección contra las ENT. Debemos construir un futuro que garantice que la globalización se convierta en una fuerza positiva para todas las generaciones, actuales y futuras.