WHO/Sophie Allain Ioos
CBRN exercise in Lisbon, Portugal, March 2023
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Incidentes deliberados

2 de abril de 2024

Datos y cifras

  • Los incidentes deliberados son actos que se cometen malintencionadamente para causar daño y entrañan el uso de agentes químicos, biológicos, radiactivos y nucleares convencionales, así como nuevos tipos de amenazas, como los ataques informáticos (o ciberataques) y las campañas de desinformación.
  • En algunos casos, los autores de estos actos los hacen públicos, pero en otros los cometen de forma encubierta, con lo que se genera incertidumbre o no queda claro cuál es su causa ni si son intencionados.
  • Los incidentes deliberados pueden tener consecuencias de muy diversa magnitud. Así, algunos afectan a una o a pocas personas, con repercusiones de menor o mayor importancia, y otros causan un gran número de víctimas y producen efectos en cascada que pueden dar lugar a emergencias de salud pública de importancia internacional.
  • Ante estos actos, hay que tener en cuenta tanto el ámbito de la salud como el de la seguridad. En la estrategia de actuación frente a un posible incidente deliberado se debe encontrar un equilibrio entre las medidas médicas, de salud pública, epidemiológicas y humanitarias y las investigaciones criminalísticas y judiciales en las que participan autoridades nacionales o internacionales de diversos organismos, lo que entraña coordinar a distintos recursos, partes y capacidades.

 

Panorama general

Los incidentes deliberados son actos que se cometen malintencionadamente para causar daño. Pueden entrañar el uso de agentes químicos, biológicos, toxínicos, radiactivos y nucleares convencionales, así como de nuevos tipos de amenazas, como las campañas de desinformación y el empleo de tecnologías digitales, informáticas (por ejemplo, los ciberataques que afectan a infraestructuras de salud críticas) y de otro tipo. Aunque algunos de estos actos son de escaso alcance —por ejemplo, envenenar a una persona—, también pueden alcanzar dimensiones mucho mayores, como ocurre cuando se libera material químico, biológico, toxínico, radiactivo y nuclear para perjudicar y causar enfermedades o la muerte a amplios grupos de población, ocasionar grandes epidemias o producir daños graves al medio ambiente. En algunos casos, estos incidentes se acompañan de campañas de desinformación con el fin de generar alarma, miedo, desconfianza, discriminación y traumas psicológicos.

Riesgos y repercusiones

De los incidentes deliberados cabe tener en cuenta su dimensión sanitaria y también aspectos relativos a la seguridad. Durante una guerra o un conflicto armado, en ocasiones se atenta contra establecimientos de salud importantes o infraestructuras que contienen materiales químicos, biológicos, radiactivos y nucleares para dañarlas, contaminarlas o destruirlas, con graves consecuencias. Del mismo modo, los conflictos y los vuelcos geopolíticos abren la posibilidad de que se causen estos incidentes. Además de los agentes convencionales ya citados se están usando otros métodos como la desinformación y el empleo con fines dañinos de tecnologías y programas informáticos para afectar a la salud de las personas, de forma directa o indirecta. Por ejemplo, se pueden causar problemas psicológicos a la población, generar en ella miedo o desconfianza y retrasar su acceso a los servicios de salud. Los avances científicos y el mayor acceso a recursos tecnológicos y electrónicos ha aumentado la probabilidad de que se provoquen incidentes deliberadamente con consecuencias graves. A modo de ejemplo, la tecnología atómica es un arma de doble filo, ya que un mismo material puede tener efectos muy favorables y repercusiones muy negativas.

Igualmente, la energía nuclear puede utilizarse para obtener energía sostenible a gran escala, pero también para fabricar armas nucleares de destrucción masiva. Lo mismo ocurre con la investigación en ciencias de la salud y de la vida, a la que a veces se hace referencia como «investigación de doble uso». A este respecto, por ejemplo, podríamos decir que el conocimiento de las características esenciales de los microorganismos ayuda a prevenir y combatir las enfermedades infecciosas, pero que la modificación y reconstrucción de sus genomas permite crear nuevos patógenos de gran peligrosidad. Habida cuenta de las consecuencias de los incidentes deliberados para la salud pública, la economía y la seguridad de los países, los gobiernos hacen todo lo posible por prevenirlos, disponer de los medios necesarios para detectarlos y estar preparados para reaccionar ante ellos. Estas medidas deben ser parte integrante de los planes de emergencia y salud pública de los países.

Por otro lado, la incertidumbre ante la posibilidad de verse expuesto a un agente liberado intencionadamente puede aumentar el miedo, la ansiedad y el pánico entre la población. Por ello es importante tener en cuenta la preparación, la formación y la educación, la comunicación de riesgos y la atención posterior a fin de paliar las consecuencias psicológicas y velar por la salud mental de los trabajadores de primera línea y de las poblaciones afectadas.

Respuesta de la OMS

En cumplimiento de su mandato, la OMS coordina la acción internacional en materia de salud pública y, cuando se le solicita, presta apoyo a los Estados Miembros afectados por situaciones cambiantes en las que se sospecha o se confirma un incidente deliberado o que corren riesgo de ser afectados por ellas. Aunque la OMS no realiza investigaciones de posibles incidentes deliberados ni participa en ellas, puede colaborar con otras entidades o mecanismos y prestarles apoyo, por ejemplo, con el Mecanismo del Secretario General de las Naciones Unidas para la Investigación del Presunto Empleo de Armas Químicas y Biológicas, que tiene el deber de realizar prontamente investigaciones en respuesta a las denuncias en relación con el posible empleo de armas químicas y armas bacteriológicas (biológicas) o toxínicas.

La OMS actúa frente a los incidentes deliberados mediante estas actuaciones:

  • colabora con organizaciones y laboratorios nacionales e internacionales para determinar la naturaleza, el alcance y las repercusiones de los incidentes;
  • proporciona formación específica al personal de salud pública y de primera línea de respuesta;
  • ayuda a seleccionar y adquirir el material de respuesta necesario y a aplicar medidas médicas en determinadas circunstancias;
  • elabora material de orientación y formación adaptado al contexto y a la sustancia de que se trate; y
  • orienta y coordina las intervenciones nacionales, regionales y mundiales con los asociados pertinentes.

En función de la magnitud y la naturaleza del incidente deliberado, la OMS también puede recurrir a expertos internacionales a través de su red de centros colaboradores, el sistema de grupos temáticos de las Naciones Unidas para emergencias humanitarias, la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (GOARN), los asociados de reserva (en inglés) y otras redes, según proceda.

La OMS propone reforzar la preparación frente a los incidentes deliberados e integrarla en los planes de emergencia y salud pública de los países. Además, recomienda tener en cuenta todos los riesgos y potenciar las capacidades básicas de los Estados Miembros en materia de prevención y respuesta ante eventos preocupantes y emergencias de salud pública, tanto si son naturales o accidentales como si se provocan deliberadamente. Por lo que respecta a la preparación y la respuesta ante los incidentes deliberados, la OMS recuerda la importancia de que las partes interesadas de cada país conozcan los riesgos existentes y de que se fomente la comunicación, en particular entre los sectores de la salud y la seguridad, es decir, en la denominada interfaz salud-seguridad (en inglés).