Datos y cifras
- La estimación normalizada de los daños que provocan los juegos de azar y de apuestas a nivel mundial es limitada, si bien ciertos datos parecen indicar que el 1,2 % de la población adulta en el mundo sufre un trastorno del juego (ludopatía). El daño que provocan estos juegos en terceros también está muy extendido.
- Los analistas del sector calculan que los ingresos mundiales generados por estas actividades alcanzarán los USD 700 000 millones en 2028.(1) El uso de teléfonos inteligentes en países de ingreso bajo y mediano impulsará gran parte de este crecimiento.
- Con sus pérdidas, los jugadores más empedernidos generan aproximadamente el 60 % de los ingresos del sector.(2)
- Los juegos de azar y de apuestas pueden poner en peligro la salud y aumentar la incidencia de enfermedades mentales y suicidios. También pueden generar pobreza al reducir la partida del gasto de los hogares destinada a bienes y servicios esenciales.
- Otros daños son la ruptura de relaciones personales, la violencia doméstica, las dificultades financieras, la estigmatización, los delitos cometidos para obtener dinero (robo, fraude), la desatención de los niños y la erosión de las instituciones civiles por corrupción y por intervencionismo del sector de los juegos de azar y de apuestas en el ámbito político. Los juegos de azar y de apuestas son también una forma habitual de blanquear dinero procedente de actividades ilegales.
- La comercialización y la digitalización propician la rápida normalización de estos juegos. El patrocinio y la mercadotecnia son también factores clave en el rápido crecimiento del sector a nivel mundial.
Panorama general
Los juegos de azar y de apuestas consisten en jugarse dinero (u objetos de valor) en un evento de resultado incierto, con la posibilidad de obtener un mayor rendimiento. Las apuestas, las máquinas tragamonedas, los juegos de casino, las loterías y el bingo son algunos ejemplos de estos juegos. Las máquinas tragamonedas y los juegos de casino suelen estar asociados a un mayor riesgo de que se produzcan daños. Se encuentran disponibles tanto en locales físicos como en línea. La condición jurídica de los juegos de azar y de apuestas varía dentro de cada país y de un país a otro, aunque en la actualidad estos juegos se han legalizado en muchas jurisdicciones. Al estar disponibles en línea es posible acceder a ellos desde casi cualquier lugar y en cualquier momento, incluso desde lugares en los que están prohibidos.
Los juegos de azar y de apuestas pueden causar daños graves en la salud, por ejemplo: dificultades financieras, ruptura de relaciones, violencia doméstica, enfermedades mentales y suicidio. Las consecuencias de los daños provocados por los juegos de azar y de apuestas pueden perdurar durante toda la vida y transmitirse de una generación a otra. Para prevenir y reducir estos daños pueden aplicarse medidas dirigidas a toda la población: acabar con la publicidad y la promoción de estos juegos, centralizar el registro de cuentas para exigir a quienes juegan que fijen límites de pérdidas de obligado cumplimiento y aplicar restricciones relativas al acceso y la disponibilidad (horarios de apertura, aforo). Para que se respete legislación vigente también es necesaria una regulación estricta y medidas para garantizar su cumplimiento.
Alcance del problema
En la actualidad, los juegos de azar y de apuestas son legales en muchos países. Se han normalizado mediante nuevas asociaciones comerciales con actividades culturales y deportivas, que se promocionan intensamente. Alrededor del 5,5 % de las mujeres y el 11,9 % de los hombres en el mundo sufre algún tipo de daño a causa de los juegos de azar y de apuestas.(3) Según un estudio sueco, las personas con ludopatía tienen 15 veces más probabilidades de morir por suicidio que la población general.(4) En Victoria (Australia), al menos un 4,2 % de los suicidios están relacionados con los juegos de azar y de apuestas.(5)
Por cada persona que participa en juegos de azar y de apuestas de alto riesgo, se ven afectadas un promedio de otras seis (normalmente no jugadores).(6) Es probable que esta cifra sea mucho mayor en las culturas centradas en la familia, como las de los Pueblos Indígenas. Los juegos de azar y de apuestas también pueden atraer dinero de otros negocios, destinado inicialmente a cubrir gastos de consumo habitual.
La autorregulación del sector es una característica común en la normativa de estos juegos. Con todo, hay muchos ejemplos del fracaso de este planteamiento. A menudo hay poca transparencia sobre cómo funcionan muchos de estos juegos de azar y de apuestas. Las máquinas tragamonedas pueden engañar a los usuarios mediante características de diseño que fomentan la continuación del juego. Los mensajes de promoción de la salud que se utilizan actualmente no suelen ser adecuados y pueden utilizar lo que en inglés se conoce como «dark nudges» (literalmente, empujoncitos oscuros) para fomentar el consumo de productos nocivos (por ejemplo, aprovechándose de los sesgos cognitivos de los ludópatas) y potenciar la normalización del juego. Además de regular estrictamente los juegos de azar y de apuestas y su disponibilidad, es probable que unas advertencias claras sobre los daños que acarrean estos hábitos sean más eficaces que los mensajes en los que se recomienda dejar de jugar simplemente cuando el juego deje de ser divertido.
No existe un acuerdo a nivel mundial sobre la regulación de los juegos de azar y de apuestas en línea. Es habitual encontrar a operadores sin licencia que ofrecen juegos no regulados; y, en el entorno en línea, es necesario regular los juegos de azar y de apuestas de manera urgente.
¿Quién corre riesgo?
Las personas que atraviesan momentos delicados en su vida, como una separación, la jubilación, una lesión o la muerte de un ser querido, corren un mayor riesgo. Factores de estrés social, como la pobreza, la discriminación u otras situaciones de desventaja, también aumentan el riesgo. Una promoción intensa del juego en línea o a través del deporte también supone un riesgo de normalización del juego para los niños y los jóvenes.
Signos y síntomas
Junto con los trastornos por consumo de drogas, el trastorno por juego de apuestas (o ludopatía) se describe tanto en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM 5), como en la Clasificación Internacional de Enfermedades, undécima revisión (CIE 11). En la CIE-11 se describen tres requisitos para su diagnóstico:
1) el deterioro del control sobre el juego;
2) el incremento en la prioridad que se concede al juego, por encima de otros intereses vitales y actividades cotidianas; y
3) la continuación de su práctica a pesar de sus consecuencias negativas.
Los daños causados por el juego también se producen sin tener que llegar a niveles patológicos. Algunos signos de daño son el uso en juegos de azar y de apuestas de dinero destinado a gastos esenciales para el hogar, lo que puede provocar inseguridad alimentaria, problemas de vivienda y dificultades de acceso a la atención de salud y a la educación.
Transmisión
Acceder fácilmente a juegos de azar y de apuestas aumenta el riesgo de engancharse a ellos. Las oportunidades para jugar suelen ofrecerse mucho más en entornos menos favorecidos. Desde casi cualquier lugar es posible acceder fácilmente a juegos de azar y de apuestas de alta intensidad: plataformas de apuestas de alta velocidad, juegos de casino y máquinas tragamonedas, incluidas sus versiones en línea.
La comercialización de los juegos de azar y de apuestas en muchos países (algo que también fomenta la normalización) aumenta la incidencia de los daños. El patrocinio y otro tipo de asociaciones con ligas deportivas populares, y la publicación de juegos de azar y de apuestas en entornos sociales, son mecanismos clave del sector. La promoción agresiva de estos juegos en medios sociales y con un gran público también fomenta su práctica.
Prevención y control
Para prevenir los daños causados por el juego son necesarias medidas de salud pública universales para toda la población. Por ejemplo:
- acabar con la publicidad, la promoción y el patrocinio de los juegos de azar y de apuestas en el deporte y en otras actividades culturales;
- reducir la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas de los juegos de azar y de apuestas;
- servirse de un registro universal de cuentas en el que figuren compromisos vinculantes previos a la práctica de estos juegos e instrumentos eficaces de autoexclusión;
- aplicar medidas de seguridad a los juegos de azar y de apuestas, entre otras, límites universales de pérdidas, máximos en las apuestas y pausas obligatorias en las sesiones de juego;
- regular las actividades de los operadores de juegos de azar y de apuestas, aplicando también medidas coercitivas dotadas de suficientes recursos;
- hacer frente al intervencionismo de las empresas del sector de los juegos de azar y de apuestas en la política y a su influencia en el campo de la investigación; y
- organizar campañas de contrapropaganda con advertencias sobre los daños asociados a los juegos de azar y de apuestas.
Tratamiento
Existen diversas terapias para las personas con ludopatía. A día de hoy, las más eficaces son la terapia cognitivo-conductual a largo plazo o la intervención motivacional. La autoayuda, las intervenciones farmacológicas y los grupos de apoyo parecen ser menos eficaces, aunque estos últimos se encuentran entre las opciones más utilizadas. Las terapias por internet vienen respaldadas por ciertas evidencias, aunque la tasa de abandono es un problema importante.
El tratamiento de la ludopatía tiene un bajo índice de aceptación: se calcula que solo un 0,14 % de los jugadores busca ayuda formal e informal para el tratamiento de sus problemas. La estigmatización y la vergüenza suelen impedir la búsqueda de ayuda. El enfoque de regulación preferido por el sector del juego, conocido bajo el lema de «juego responsable», agrava este problema al culpar a las víctimas del juego. Las intervenciones de juego responsable no suelen ser eficaces, sobre todo cuando la adopción de medidas es opcional.
Deberían ofrecerse instrumentos de apoyo a quienes deseen abandonar o controlar mejor su participación en los juegos de azar y de apuestas. Algunos de ellos serían la aplicación de compromisos universales previos a la práctica (que exijan a los jugadores fijar límites vinculantes de tiempo y gasto en los juegos) y la autoexclusión (para que los jugadores puedan excluirse ellos mismos de participar en juegos de determinados operadores). Los sistemas universales (que se aplican obligatoriamente a todos los jugadores) son los más eficaces. Los sistemas voluntarios no suelen utilizarse y no son de obligado cumplimiento. La prevención es la estrategia más costoeficaz para minimizar los daños relacionados con los juegos de azar y de apuestas.
Problemas
En los países donde se han legalizado los juegos de azar y de apuestas, los gobiernos suelen generar importantes ingresos fiscales. Esto puede crear cierta dependencia y desincentivar la aplicación de medidas que reduzcan los daños. Es posible que los beneficios económicos percibidos en los mercados de juegos de azar y de apuestas tengan preferencia frente a los efectos poco conocidos que estos juegos tienen sobre la salud y el bienestar.
Los grupos del sector de los juegos de azar y de apuestas suelen oponerse firmemente a normativas de gran alcance y a otras medidas que perjudiquen sus intereses comerciales. El intervencionismo de ese sector en el ámbito político está muy extendido y por ese medio se consigue proteger los intereses de estas empresas. El sector de la investigación también se ha visto influido por el sector de los juegos de azar y de apuestas a través de financiación y de otras ayudas. Uno de los objetivos clave para la salud pública es limitar la capacidad de quienes tienen intereses particulares en el sector de los juegos de azar y de apuestas para influir en los programas de investigación y las políticas públicas.
Consecuencias a nivel mundial
Los daños causados por los juegos de azar y de apuestas aumentan a medida que se expande su mercado, algo que pone en peligro la salud y el bienestar de las poblaciones. Los juegos de azar y de apuestas sin licencia, ilegales o extraterritoriales plantean importantes dificultades normativas para todos los gobiernos. Con miras a responder debidamente a estos problemas es necesaria la cooperación intergubernamental para compartir datos, proteger a los consumidores de prácticas no reguladas y permitir a los gobiernos obtener ingresos fiscales legales. Sin una protección eficaz, los juegos de azar y de apuestas pueden socavar los avances hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el 3, el 10 y el 16.
Respuesta de la OMS
La OMS reconoce los efectos negativos de los juegos de azar y de apuestas en la salud. Para reducir el potencial que los juegos de azar y de apuestas tienen de impedir el progreso hacia el cumplimiento de los ODS, se requiere una acción multisectorial con la que limitar los daños conexos. La Organización reconoce la necesidad de que los Estados Miembros vigilen de cerca y regulen eficazmente las operaciones, productos y actividades de los juegos de azar y de apuestas. Para ello, tendrán que reducir la estigmatización y la vergüenza asociadas con los juegos de azar y de apuestas, poner fin a la publicidad y la promoción de este sector y centrarse en otras actividades preventivas con las que evitar daños y reducirlos.
La OMS coordina un grupo de expertos mundiales con miras a aumentar la capacidad de hacer frente a las consecuencias en la salud pública de los juegos de azar y de apuestas. Algunos esfuerzos iniciales consisten en liderar el desarrollo de nuevos instrumentos de diagnóstico de la ludopatía con miras a tener más en cuenta a poblaciones fuera de América del Norte y facilitar un consenso entre expertos sobre los límites diagnósticos. La OMS es consciente de que algunas jurisdicciones han desarrollado sistemas eficaces de regulación de los juegos de azar y de apuestas. Se han puesto en marcha esfuerzos para documentar y dar a conocer las enseñanzas extraídas de estos lugares, sobre todo con miras a apoyar a los países de ingreso bajo y mediano en los que las actividades comerciales de los juegos de azar y de apuestas aumentan rápidamente.
Referencias
- H2 Gambling Capital. Global Gambling Industry Generates $536bn in 2023 with H2 Expecting 7% Growth Expected in 2024. https://h2gc.com/news/general/global-gambling-industry-generates-536bn-in-2023-with-7-growth-expected-in-2024
- Gambling Research Exchange Ontario (GREO) 2019a. Proportion of revenue from problem gambling. GREO, Guelph. https://www.greo.ca/Modules/EvidenceCentre/files/GREO%20(2019)%20Evidence%20brief%20Proportion%20of%20revenue%20from%20problem%20gambling.pdf
- Wardle, Heather et al. The Lancet Public Health Commission on gambling. The Lancet Public Health, Volume 9, Issue 11, e950 - e994. DOI: 10.1016/S2468-2667(24)00167-1
- Karlsson A, Håkansson A. Gambling disorder, increased mortality, suicidality, and associated comorbidity: a longitudinal nationwide register study. J Behav Addict 2018; 7: 1091–99.
- Rintoul, A, Dwyer J, Millar C, Bugeja L, Nguyen H. Gambling-related suicide in Victoria, Australia: a population-based cross-sectional study. The Lancet Regional Health – Western Pacific, 2023.
- Goodwin BC, Browne M, Rockloff M, Rose J. A typical problem gambler affects six others. Int Gambl Stud 2017; 17: 276–89.