Datos y cifras
- La enfermedad por el virus de Marburgo, anteriormente denominada fiebre hemorrágica de Marburgo, es una enfermedad grave y a menudo mortal para el ser humano.
- La tasa media de letalidad ronda el 50%. En brotes anteriores, esta tasa ha oscilado entre el 24% y el 88%.
- La atención de apoyo con rehidratación y un tratamiento sintomático mejoran la supervivencia.
- Aunque actualmente no existen vacunas ni tratamientos antivíricos aprobados para esta enfermedad, hay distintas vacunas y tratamientos farmacológicos en fase de desarrollo.
- Se considera que el reservorio natural del virus es Rousettus aegyptiacus, un murciélago frugívoro de la familia Pteropodidae. El virus se transmite de estos murciélagos al ser humano y se propaga a de una persona a otra.
- La implicación comunitaria es fundamental para controlar con éxito los brotes.
Generalidades
El virus de Marburgo y el virus de Ravn, de la especie Orthomarburgvirus marburgense, son los agentes etiológicos de la enfermedad por el virus de Marburgo. La tasa de letalidad es de hasta el 88%, pero puede ser mucho menor si el paciente recibe una atención adecuada y temprana.
Los dos virus forman parte de la familia Filoviridae (filovirus), a la que pertenece el género Orthoebolavirus. Aunque los virus que las causan son diferentes, la enfermedad por el virus del Ébola y la enfermedad por el virus de Marburgo son clínicamente similares. Ambas enfermedades, que se consideran raras, pueden provocar brotes con altas tasas de letalidad.
La enfermedad por el virus de Marburgo se detectó por vez primera en 1967 a raíz de brotes simultáneos registrados en Marburgo y Frankfurt (Alemania) y en Belgrado (Serbia). Esos brotes se asociaron al trabajo en laboratorios con monos verdes africanos (Cercopithecus aethiops) importados de Uganda. Posteriormente se han notificado brotes y casos esporádicos en Angola, Ghana, Guinea, Guinea Ecuatorial, Kenya, República Democrática del Congo, Sudáfrica (en una persona con antecedentes de viajes recientes a Zimbabwe), Tanzanía y Uganda. En 2008, se notificaron dos casos independientes en viajeros que habían visitado una cueva habitada por colonias de murciélagos Rousettus aegyptiacus en Uganda. En septiembre de 2024, Rwanda notificó el primer brote del país y Tanzanía declaró otro brote en enero de 2025.
Transmisión
Inicialmente, la infección en el ser humano es el resultado de una exposición prolongada a minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos frugívoros Rousettus.
Una vez el virus ha pasado a la población humana, la transmisión se produce por contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos orgánicos de personas infectadas, así como con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos, como ropa personal o de cama.
Frecuentemente se han producido casos en los que el personal de salud se ha infectado al tratar a pacientes. Esto ha ocurrido a través del contacto directo con pacientes cuando no se han observado estrictamente las precauciones para evitar la infección. La transmisión a través de material de inyección contaminado o de lesiones ocasionadas por pinchazos con agujas se asocia a una forma más grave de la enfermedad, un deterioro rápido y, posiblemente, una mayor tasa de letalidad.
Las ceremonias funerarias en las que hay contacto directo con el cadáver también pueden contribuir a la transmisión del virus.
Las personas no transmiten la enfermedad mientras no presenten síntomas, y seguirán siendo infecciosas mientras continúe habiendo virus en la sangre.
Síntomas de la enfermedad por el virus de Marburgo
El periodo de incubación (es decir, el intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) oscila entre 2 y 21 días.
La enfermedad empieza bruscamente, con fiebre elevada, cefalea intensa y gran malestar. Otros signos habituales de la enfermedad son dolores y molestias musculares. Al tercer día pueden aparecer diarrea líquida intensa, dolor y cólicos abdominales, náuseas y vómitos. En algunos pacientes aparecen erupciones cutáneas que no producen picor entre dos y siete días después del inicio de los síntomas.
A partir del quinto día de la enfermedad, los pacientes pueden presentar manifestaciones hemorrágicas, incluida la presencia de sangre fresca en los vómitos y las heces o hemorragias en la nariz, las encías y la vagina. También puede haber sangrado en los puntos de venopunción (a través de los cuales se obtiene acceso intravenoso para administrar líquidos u obtener muestras de sangre). La afectación del sistema nervioso central puede provocar confusión, irritabilidad y agresividad. Se han descrito asimismo casos ocasionales de orquitis (inflamación de uno o ambos testículos) en la fase tardía de la enfermedad.
En los casos mortales, el óbito suele producirse entre ocho y nueve días después del inicio de los síntomas, generalmente precedido de grandes pérdidas de sangre y de choque.
Diagnóstico
Desde un punto de vista clínico, puede resultar difícil distinguir la enfermedad por el virus de Marburgo de otras enfermedades infecciosas como el paludismo, la fiebre tifoidea, la sigelosis, la meningitis u otras fiebres hemorrágicas víricas. Para confirmar que la causa de los síntomas es el virus de Marburgo se emplean los siguientes métodos de diagnóstico:
- ensayo de inmunoadsorción enzimática (ELISA) para detectar anticuerpos
- pruebas de detección de antígenos
- reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RT-PCR);
- aislamiento del virus por cultivo celular en laboratorios de máxima contención.
El manejo de muestras obtenidas de los pacientes entraña un peligro biológico extremo, y las pruebas analíticas con muestras no inactivadas deben realizarse en condiciones de máxima contención biológica. Todas las muestras biológicas no inactivadas deberían envasarse utilizando el sistema de triple envasado para su transporte nacional o internacional.
Tratamiento y vacunación
El tratamiento de apoyo temprano e intensivo, en particular la rehidratación y el tratamiento de síntomas concretos, puede mejorar la supervivencia.
Actualmente, no hay vacunas o tratamientos antivíricos autorizados para la enfermedad por el virus de Marburgo.
Existen anticuerpos monoclonales y antivíricos candidatos, así como vacunas candidatas que pueden evaluarse en ensayos clínicos.
El virus de Marburgo en los animales
Se considera que el reservorio natural del virus de Marburgo es el murciélago Rousettus aegyptiacus. Estos murciélagos frugívoros no padecen una forma detectable de la enfermedad; en consecuencia, la distribución geográfica del virus de Marburgo podría coincidir con la de estos animales.
Los monos verdes africanos (Cercopithecus aethiops), importados de Uganda, fueron la fuente de infección humana durante el primer brote.
La inoculación experimental de distintas especies de Orthoebolavirus a cerdos reveló que estos pueden infectarse por filovirus y eliminar el virus de su organismo. Por ese motivo, debería considerarse a los cerdos como un huésped con capacidad para amplificar los brotes. En las explotaciones porcinas de África deben adoptarse medidas preventivas para que los cerdos se infecten a través del contacto con murciélagos frugívoros.
Prevención y control
La implicación comunitaria es fundamental para controlar con éxito cualquier brote. Las actividades de control consisten en aplicar una serie de medidas, como el manejo de los casos, la vigilancia y el rastreo de contactos, unos buenos servicios de laboratorio, la prevención y el control de las infecciones en los establecimientos de salud, unas inhumaciones seguras y dignas y la movilización social.
Se puede reducir eficazmente la infección humana creando conciencia acerca de los factores de riesgo de la enfermedad por el virus de Marburgo y de las medidas que se pueden adoptar a título individual.
Los mensajes orientados a la reducción del riesgo deberían centrarse en distintos factores:
- La reducción del riesgo de transmisión de los murciélagos frugívoros al ser humano como consecuencia de una presencia prolongada en minas o cuevas que albergan colonias de estos animales. Las personas que visitan estos lugares o trabajan en ellos deberían usar guantes y vestir otras prendas de protección adecuadas, como las mascarillas. Durante los brotes, deben cocinarse bien todos los productos animales, como la sangre y la carne, antes de consumirlos.
- La reducción del riesgo de transmisión entre personas en la comunidad por contacto directo o estrecho con pacientes infectados, especialmente con sus líquidos orgánicos. Hay que evitar el contacto físico estrecho con pacientes. Debe aislarse en un centro de tratamiento designado a tal efecto a los pacientes que se sospeche han contraído la enfermedad por el virus de Marburgo o se haya confirmado que la han contraído, para que reciban atención temprana y se evite la transmisión en el hogar.
- Las comunidades afectadas por esta enfermedad deben hacer lo posible por informar debidamente a la población acerca de la naturaleza de la enfermedad y de las medidas necesarias en materia de contención de los brotes.
- Las medidas de contención de los brotes incluyen la inhumación segura y digna de los fallecidos, la identificación de las personas que puedan haber estado en contacto con una persona infectada por la enfermedad por el virus de Marburgo y su seguimiento durante 21 días, las medidas para separar a las personas enfermas y evitar que la enfermedad se siga propagando y la atención de los enfermos confirmados y el mantenimiento de una buena higiene y limpieza del entorno.
Control de las infecciones en los entornos de atención de la salud
Los trabajadores de la atención de salud deben siempre adoptar precauciones generales al atender a los pacientes, con independencia del posible diagnóstico. Estas precauciones incluyen la higiene de las manos, la higiene respiratoria, el uso de equipos de protección personal (para evitar salpicaduras y el contacto con material infectado), las prácticas de inyección seguras y unas inhumaciones seguras y dignas.
Los profesionales de la salud que atiendan a pacientes que han contraído o podrían haber contraído la enfermedad por el virus de Marburgo deben aplicar medidas adicionales de control de las infecciones para evitar el contacto con la sangre y los líquidos orgánicos del paciente y con superficies o materiales contaminados, como ropa de vestir y de cama.
El personal de laboratorio también se encuentra en situación de riesgo. Las muestras tomadas de personas y animales para investigar la infección por el virus de Marburgo deben ser manipuladas por personal capacitado y procesadas en laboratorios debidamente equipados.
Atención a los supervivientes de la enfermedad por el virus de Marburgo
Todos los supervivientes, sus parejas y sus familias merecen ser tratados con respeto, dignidad y compasión. La OMS no recomienda aislar a los convalecientes cuyos análisis de sangre den negativo para el virus. Los supervivientes a la enfermedad podrían sufrir secuelas tanto clínicas como psicológicas. La OMS anima a los países afectados a que consideren la posibilidad de establecer un programa de atención a los supervivientes a fin de aliviar las secuelas, ayudar a reintegrarlos en la comunidad y ofrecerles asesoramiento y pruebas biológicas.
Se sabe que, en algunas personas que se han recuperado, el virus de Marburgo pervive en emplazamientos inmunoprivilegiados, como los testículos o el interior del ojo. Si extrapolamos los datos relativos a otros filovirus, el virus puede pervivir en la placenta, el líquido amniótico y el feto de las mujeres infectadas durante el embarazo y en la leche materna de las mujeres infectadas durante la lactancia. Las personas que se han recuperado de la enfermedad raramente han presentado recidivas de los síntomas si no se reinfectan, pero se han documentado algunos casos que se siguen estudiando.
Se ha descrito la transmisión de este virus a través de esperma infectado hasta siete semanas después de la recuperación clínica. Para mitigar el riesgo de una posible transmisión por exposición a esperma infectado, debería ponerse en marcha un programa de análisis del esperma con el objetivo de:
- ofrecer asesoramiento a los hombres supervivientes y a sus parejas sexuales, según sea necesario, para informarles de los posibles riesgos y prestarles apoyo a fin de que adopten prácticas sexuales más seguras (incluidas la distribución de preservativos y una buena higiene personal y de manos), y
- ofrecer análisis mensuales de esperma hasta que se obtengan dos resultados negativos consecutivos.
Tras dos resultados negativos consecutivos, los supervivientes pueden reanudar sus prácticas sexuales normales con un riesgo mínimo de transmitir el virus de Marburgo. Si no se dispone de un programa de análisis del esperma, los varones supervivientes deberían mantener unas prácticas sexuales más seguras durante 12 meses.
Respuesta de la OMS
La OMS tiene como objetivo prevenir los brotes de enfermedad por el virus de Marburgo, para lo cual mantiene la vigilancia de la enfermedad y presta apoyo a los países en situación de riesgo para que formulen planes de preparación. El siguiente documento contiene una serie de orientaciones generales para el control de los brotes de las enfermedades por los virus del Ébola y de Marburgo:
Ebola and Marburg virus disease epidemics: preparedness, alert, control, and evaluation (en inglés).
Cuando se detecta un brote, la OMS responde prestando apoyo en materia de vigilancia, implicación comunitaria, manejo de los casos, servicios de laboratorio, prevención y control de las infecciones, apoyo logístico y capacitación, así como proporcionando asistencia para que las prácticas de inhumación sean seguras.
Cuadro. Cronología de los principales brotes de enfermedad por el virus de Marburgo
Año | País | Casos | Muertes | Tasa de letalidad |
Año | País | Casos | Muertes | Tasa de letalidad |
---|---|---|---|---|
2024 | Rwanda | 66 | 15 | 23% |
2023 | Tanzanía | 9 | 6 | 67% |
2023 | Guinea Ecuatorial | 40 | 35 | 88% |
2022 | Ghana | 3 | 2 | 67% |
2021 | Guinea | 1 | 1 | 100% |
2017 | Uganda | 3 | 3 | 100% |
2014 | Uganda | 1 | 1 | 100% |
2012 | Uganda | 15 | 4 | 27% |
2008 | Países Bajos (ex-Uganda) | 1 | 1 | 100% |
2008 | Estados Unidos de América (ex-Uganda) | 1 | 0 | 0% |
2007 | Uganda | 4 | 2 | 50% |
2005 | Angola | 374 | 329 | 88% |
1998-2000 | República Democrática del Congo | 154 | 128 | 83% |
1987 | Kenya | 1 | 1 | 100% |
1980 | Kenya | 2 | 1 | 50% |
1975 | Sudáfrica | 3 | 1 | 33% |
1967 | Yugoslavia | 2 | 0 | 0% |
1967 | Alemania | 29 | 7 | 24% |