Datos y cifras
- A nivel mundial, la tasa de preeclampsia por embarazo se sitúa entre el 2 % y el 8 %.
- Cada año se registran alrededor de 46 000 muertes maternas y 500 000 muertes fetales o neonatales debido a este trastorno (1).
- La preeclampsia y la eclampsia provocan, aproximadamente, el 10 % de las muertes maternas en Asia y en África, y el 25% en América Latina.
- El sulfato de magnesio reduce en más de la mitad el riesgo de eclampsia. A pesar de estar disponible, su uso sigue siendo limitado en muchos entornos de bajos recursos.
- La preeclampsia y la eclampsia incrementan significativamente la morbimortalidad materna y perinatal.
Panorama general
La preeclampsia es la hipertensión arterial que suele aparecer después de la semana 20 de embarazo y puede implicar riesgos graves tanto para la madre como para el feto. Su detección y manejo tempranos son cruciales para prevenir la evolución hacia la eclampsia, que causa convulsiones. Ambas afecciones pueden ser mortales.
Diagnóstico
La preeclampsia se diagnostica cuando se produce hipertensión arterial (presión arterial ≥ 140/90 mm Hg) y proteinuria (≥ 0,3 g/24 horas) tras la semana 20 de gestación. En los casos graves, pueden aparecer síntomas como dolores de cabeza intensos, alteraciones visuales y dolor en la parte superior del abdomen.
Factores de riesgo
Varios factores pueden aumentar el riesgo de sufrir preeclampsia durante el embarazo, y conocerlos es esencial para llevar a cabo un monitoreo y un manejo proactivos. La presencia de un factor de riesgo no implica que se producirá preeclampsia, pero sí se recomienda una supervisión médica más atenta que no se limite a las pruebas habituales.
Varios factores pueden aumentar el riesgo de preeclampsia:
- primer embarazo
- embarazo múltiple (gemelos, trillizos, etc.)
- obesidad
- enfermedades preexistentes, como hipertensión, diabetes o enfermedad renal
- antecedentes familiares de preeclampsia.
Síntomas
Los síntomas de la preeclampsia pueden variar mucho de una persona a otra. Mientras que algunas pueden presentar múltiples síntomas evidentes, otras pueden permanecer asintomáticas. Es importante conocer los signos y síntomas que indican la presencia de este trastorno y buscar atención médica si se tiene alguna preocupación durante el embarazo o después del parto.
Los síntomas habituales de la preeclampsia son:
- hipertensión arterial persistente
- proteinuria
- dolores de cabeza intensos
- alteraciones visuales (por ejemplo, visión borrosa, visión de manchas)
- dolor en la parte superior del abdomen
- náuseas y vómitos (después del primer trimestre)
- hinchazón en manos y rostro.
Complicaciones
Si no se trata, la preeclampsia puede provocar complicaciones graves tanto para la madre como para el feto y ocasionar problemas de salud a corto y a largo plazo. Es fundamental intervenir desde el ámbito médico para minimizar estos riesgos.
Las complicaciones pueden ser graves. Algunas de ellas son:
- eclampsia (convulsiones)
- síndrome HELLP (hemólisis, elevación de las enzimas hepáticas y trombocitopenia)
- daño en órganos (riñones, hígado y cerebro)
- desprendimiento prematuro de la placenta
- parto prematuro
- restricción del crecimiento fetal
- muerte materna y fetal.
Tratamiento y manejo
El tratamiento primario de la preeclampsia consiste en administrar sulfato de magnesio para prevenir las convulsiones.
El tratamiento y el manejo dependen de la gravedad de la afección y la edad gestacional. El objetivo es prevenir complicaciones y obtener los mejores resultados posibles para la madre y el bebé. Un aspecto fundamental del tratamiento es determinar el momento adecuado para interrumpir el embarazo y proceder al parto.
A continuación se mencionan otras estrategias de manejo:
- medicamentos antihipertensivos para controlar la presión arterial
- corticosteroides para acelerar la madurez pulmonar del feto para el caso en que hubiese que adelantar el parto
- seguimiento estrecho del estado de salud de la madre y el feto.
Prevención
Aunque no existe una forma garantizada de prevenir la preeclampsia, ciertas estrategias pueden ayudar a reducir el riesgo. La atención prenatal temprana y constante es esencial para monitorear y manejar los posibles factores de riesgo.
Las medidas preventivas se centran en la atención prenatal periódica a fin de controlar los primeros signos de preeclampsia. Entre las recomendaciones se encuentran:
- medición periódica de la presión arterial
- análisis de orina para detectar la posible presencia de proteinuria
- seguimiento de síntomas, como dolores de cabeza y alteraciones visuales
- recomendaciones sobre el estilo de vida: mantener un peso saludable, hacer ejercicio físico (cuando esté indicado)
- manejo de enfermedades preexistentes, especialmente la hipertensión arterial.
Otras medidas de prevención son:
- administración de una dosis baja de ácido acetilsalicílico a las 20 semanas o cuando empiece la atención prenatal
- suplementación con calcio en los casos de baja ingesta alimentaria
- tratamiento con medicamentos antihipertensivos de la hipertensión arterial preexistente.
Respuesta de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) elabora directrices para mejorar la salud durante el embarazo, entre ellas las destinadas a prevenir y tratar la preeclampsia y la eclampsia. Con ese fin, se examina continuamente la información científica disponible para decidir si es necesario revisar las recomendaciones con miras a mejorar la atención. Estas directrices tienen como objetivo reducir la morbimortalidad materna y perinatal mediante la promoción de prácticas clínicas basadas en la evidencia. Estas son las principales recomendaciones de la OMS:
- suplementación con calcio durante el embarazo en las zonas donde la ingesta de este mineral es baja
- administración de dosis bajas de ácido acetilsalicílico a las embarazadas con alto riesgo de preeclampsia
- uso de sulfato de magnesio para prevenir la eclampsia
- capacitación de los proveedores de atención de salud en la detección y el tratamiento tempranos de la preeclampsia
- refuerzo de los sistemas de salud para garantizar una atención oportuna y eficaz a las mujeres embarazadas.
Con la aplicación de estas directrices, la OMS pretende hacer frente a las profundas desigualdades en materia de salud materna y perinatal en todo el mundo y alcanzar las metas de salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Referencias
- «Global and regional causes of maternal deaths 2009–20: a WHO systematic analysis». Lancet Glob Health. 2025.