Datos y cifras
- El virus respiratorio sincicial es una de las causas más comunes de infección aguda de las vías respiratorias bajas en niños en todo el mundo y provoca una elevada morbilidad respiratoria grave en las personas mayores.
- Cada año, este virus causa más de 3,6 millones de hospitalizaciones y unas 100 000 muertes de niños menores de cinco años. La mayoría de estos fallecimientos (el 97 %) se producen en países de ingreso bajo y mediano, donde el acceso a la atención médica de apoyo es limitado.
- Se han autorizado dos productos para inmunizar a los niños menores de un año contra la enfermedad por virus respiratorio sincicial: un anticuerpo monoclonal de efecto prolongado que se administra poco después del nacimiento y una vacuna que se administra a las mujeres y personas embarazadas en la última etapa de la gestación.
- Además, se han autorizado tres vacunas para prevenir la enfermedad grave causada por este virus en los adultos y las personas mayores con determinadas enfermedades subyacentes, como afecciones pulmonares y cardiacas.
Panorama general
El virus respiratorio sincicial es un virus ARN perteneciente a la familia Pneumoviridae, junto con el metaneumovirus humano: Tiene dos genotipos: el A y el B (1). Se trata de un patógeno específico del ser humano que infecta células a lo largo de las vías respiratorias, desde la nariz hasta los pulmones. Puede causar diversos síntomas respiratorios, en la mayoría de los casos, se trata de infecciones leves de las vías respiratorias altas, si bien la infección de las vías bajas puede ser mortal (2). Los lactantes, especialmente los menores de seis meses, corren el mayor riesgo de presentar una forma grave de la enfermedad y de fallecer. El virus respiratorio sincicial también puede causar síntomas graves a las personas mayores y las que tienen determinadas enfermedades. Aunque hasta hace poco no se disponía de vacunas para proteger a los lactantes y a las personas mayores, en los últimos años se han autorizado varias vacunas y un anticuerpo monoclonal de efecto prolongado que se están empezando a utilizar para prevenir los cuadros graves de la enfermedad en estos grupos de alto riesgo.
Alcance del problema
Cada año, el virus respiratorio sincicial causa aproximadamente 3,6 millones de hospitalizaciones y unas 100 000 muertes de niños menores de cinco años en todo el mundo (3). Cerca de la mitad de las defunciones son de niños menores de seis meses, y la mayoría de ellos (el 97 %) viven en países de ingreso bajo y mediano, donde el acceso a la atención médica de apoyo es limitado (3). Si bien no se dispone de cifras mundiales de la enfermedad en los adultos, se calcula que, solo en los Estados Unidos de América, este virus provoca hasta 160 000 hospitalizaciones y 10 000 muertes de adultos mayores de 65 años. La tasa de hospitalización de los adultos infectados es mayor entre las personas con afecciones subyacentes como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o insuficiencia cardiaca congestiva (4).
En la mayoría de los países, las infecciones por este virus siguen un patrón estacional, y la mayor parte de las infecciones anuales se concentran en un periodo de varios meses (5). En los climas templados, el virus respiratorio sincicial provoca epidemias estacionales sobre todo al final del otoño y en invierno, con una duración media de circulación vírica elevada de cinco meses. En la mayoría de los países tropicales y subtropicales, el patrón estacional no es tan definido, pero también se observa una alta circulación del virus durante varios meses seguidos todos los años, aunque sin una estacionalidad clara (5, 6).
Transmisión
El virus respiratorio sincicial se transmite por el aire, de una persona infectada a otra, a través de partículas respiratorias infecciosas. También se cree que se transmite por contacto directo con personas infectadas o con superficies contaminadas. Casi todos los niños se infectan antes de cumplir dos años; si bien la mayoría solo padecen síntomas leves, algunos pueden enfermar gravemente. Los niños mayores y los adultos se reinfectan a menudo, aunque por lo general presentan síntomas leves, excepto las personas mayores y las que tienen determinadas enfermedades importantes, que pueden presentar síntomas graves e incluso morir.
Síntomas
Los primeros síntomas de la infección por el virus respiratorio sincicial suelen debutar entre los días 4 y 7 después de la exposición al virus (2).
Estos son algunos signos y síntomas de la enfermedad de las vías respiratorias altas:
- goteo nasal
- dolor de garganta
- dolor de cabeza
- cansancio
- fiebre.
Cabe señalar que, aunque la mayoría de los niños presentan fiebre durante la infección, es probable que algunos niños pequeños no la tengan.
En cuanto a los signos y síntomas de la infección de las vías respiratorias bajas, son los siguientes:
- tos
- dificultad para respirar
- respiración acelerada
- espasmos bronquiales
- respiración sibilante.
Los síntomas pulmonares graves puede dar lugar a una reducción de las concentraciones de oxígeno en el organismo, fatiga de los músculos respiratorios y, en algunos casos, la muerte. La infección de las vías respiratorias bajas en los primeros años de vida puede tener consecuencias respiratorias a largo plazo, como hospitalizaciones repetidas por síntomas respiratorios durante la infancia, episodios recurrentes de sibilancias y asma, así como deterioro de la salud pulmonar más allá de la infancia (2).
La infección por el virus respiratorio sincicial en los adultos mayores puede agravar enfermedades crónicas preexistentes, como determinadas afecciones pulmonares y cardiacas (4).
Tratamiento y prevención
No existe un tratamiento específico para la infección por el virus respiratorio sincicial. En los pacientes graves, los síntomas se alivian mediante diversas medidas, como la aspiración nasal de secreciones, la administración intravenosa de líquidos para mantener la hidratación y, en especial, oxigenoterapia para facilitar la respiración (2).
Se dispone de varios productos para inmunizar a lactantes y adultos mayores que previenen la aparición de síntomas graves (7). Para proteger a los lactantes se administra una vacuna a las mujeres y personas embarazadas al final de la gestación (la OMS recomienda hacerlo en el tercer trimestre, es decir, a partir de las 28 semanas en la mayoría de los lugares). La inmunización materna permite que se transfieran anticuerpos contra el virus respiratorio sincicial al neonato a través de la placenta, que le confieren protección durante unos seis meses después del nacimiento.
También se dispone de un anticuerpo monoclonal de efecto prolongado contra este virus que se administra a los lactantes en inyección intramuscular y les protege contra la infección de las vías respiratorias bajas. Se puede administrar a todos los neonatos y lactantes antes de su primera temporada de exposición al virus. Además, este anticuerpo se puede administrar a los niños lactantes (de 0 a 24 meses) con riesgo elevado de presentar síntomas graves si se infectan (por ejemplo, con neumopatía crónica, cardiopatía congénita o inmunodepresión) al principio de su segunda temporada de exposición.
Dificultades
En la actualidad, el alto costo de estos productos no los hace asequibles para la mayoría de los países de ingreso bajo y mediano. Además, en estos países no se reconoce plenamente que el virus respiratorio sincicial causa síntomas pulmonares graves, ya que tienen muchas otras prioridades en el ámbito de la salud. Por ello, la introducción de estas intervenciones profilácticas que pueden salvar vidas se está retrasando precisamente en los países donde más se necesitan.
Respuesta de la OMS
En 2015, el Programa Mundial de la OMS sobre la Gripe puso en marcha el proyecto mundial de vigilancia del virus respiratorio sincicial partiendo del Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe (SMVRG), que es la plataforma de la Organización para la gripe. El objetivo de este proyecto es concienciar sobre la gravedad de la infección por este virus en los lactantes y niños pequeños mediante la atención a los síntomas graves que requieren hospitalización, la ampliación de la vigilancia virológica para diferenciar los tipos de virus y la mejora de los conocimientos sobre la estacionalidad, los grupos de edad en riesgo y la carga de morbilidad en los niños pequeños, especialmente en los países de ingreso bajo y mediano de todas las regiones de la OMS.
Teniendo en cuenta las consecuencias a nivel mundial de la enfermedad que causa este virus, el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización y la OMS aconsejaron a todos los países que adoptasen medidas para prevenir los síntomas graves en los lactantes. Al decidir sobre la administración de los anticuerpos monoclonales y la vacuna materna, deberían tenerse en cuenta factores como el costo, el financiamiento, el suministro, la cobertura prevista y la viabilidad de integrar estas medidas en el sistema de atención de salud existente. La OMS colabora con sus asociados para que estos productos estén disponibles en los países de ingreso bajo y mediano. En el futuro, la Organización emitirá recomendaciones sobre vacunas preventivas de la enfermedad grave por el virus respiratorio sincicial en los adultos mayores.
Referencias
- Rima B, Collins P, Easton A, Fouchier R, Kurath G, et al. «ICTV Virus Taxonomy Profile: Pneumoviridae». J Gen Virol. Diciembre de 2017;98(12):2912-2913.
- Kaler J, Hussain A, Patel K, Hernandez T, Ray S. «Respiratory Syncytial Virus: A Comprehensive Review of Transmission, Pathophysiology, and Manifestation». Cureus. 18 de marzo de 2023;15(3):e36342. doi: 10.7759/cureus.36342.
- Li Y, Wang X, Blau DM, Caballero MT, Feikin DR, Gill CJ, et al. «Global, regional, and national disease burden estimates of acute lower respiratory infections due to respiratory syncytial virus in children younger than 5 years in 2019: a systematic analysis». The Lancet. 28 de mayo de 2022;399(10340):2047-2064.
- Landi SN, Garofalo DC, Reimbaeva M, Scott AM, Jiang L, et al. «Hospitalization Following Outpatient Diagnosis of Respiratory Syncytial Virus in Adults». JAMA Netw Open. 4 de noviembre de 2024;7(11):e2446010.
- Li Y, Reeves RM, Wang X, Bassat Q, Brooks WA, et al. «Global patterns in monthly activity of influenza virus, respiratory syncytial virus, parainfluenza virus, and metapneumovirus: a systematic analysis». Lancet Glob Health. Agosto de 2019;7(8):e1031-e1045.
- Li Y, Hodgson D, Wang X, Atkins KE, Feikin DR, Nair H. «Respiratory syncytial virus seasonality and prevention strategy planning for passive immunisation of infants in low-income and middle-income countries: a modelling study». Lancet Infect Dis. Septiembre de 2021;21(9):1303-1312.
- Feikin DR, Karron RA, Saha SK, Sparrow E, Srikantiah P, et al. «The full value of immunisation against respiratory syncytial virus for infants younger than 1 year: effects beyond prevention of acute respiratory illness». Lancet Infect Dis. Mayo de 2024;24(5):e318-e327.