Datos y cifras
- El aumento de las inequidades en materia de salud socava la salud y el bienestar en todos los países y acorta vidas. La diferencia de esperanza de vida entre países llega hasta los 33 años. En los países donde hay datos disponibles, se observa con frecuencia un aumento de las diferencias entre grupos sociales en materia de salud.
- Las personas con un mayor nivel de estudios gozan de mejor salud y una mayor esperanza de vida que sus homólogos con un nivel educativo más bajo (1,2).
- Si se eliminaran las desigualdades relacionadas con la riqueza en los países de ingreso bajo y mediano, cada año se podría salvar la vida de 1,8 millones de niños.
- Un incremento de tan solo el 0,1 % del PIB en la inversión destinada a políticas de protección social, mercado laboral, vivienda y comunidad supondría una mejora considerable, en apenas cuatro años, en la salud de 150 000 personas en un país de 40 millones de habitantes.
- Las desigualdades en materia de salud no se superarán si no se abordan la desigualdad económica, la discriminación estructural, los conflictos y la disrupción climática.
Generalidades
Los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen, y las fuerzas más amplias que conforman las condiciones de la vida cotidiana. Nuestra salud está determinada en gran medida por estas causas fundamentales ajenas a la medicina, que incluyen una educación de calidad, el acceso a alimentos nutritivos y unas condiciones de vivienda y trabajo dignas.
Cabe incluir entre estas fuerzas más amplias las políticas y los sistemas económicos, los programas de desarrollo, las normas y políticas sociales, y los sistemas políticos. Los determinantes sociales de la salud son importantes porque abordarlos no solo ayuda a prevenir enfermedades, sino que también promueve la equidad y unas vidas más sanas.
La salud sigue un gradiente social en el que cuanto más desfavorecida es la zona en la que vive la población, menores son sus ingresos, menor es su nivel educativo, peor es su salud y menos años de vida sana pueden esperar.
Los procesos de gobernanza deben garantizar que se desarrollen y apliquen políticas y sistemas que aseguren a todas las personas la posibilidad de disfrutar de las condiciones necesarias para una vida sana y digna.
Aspectos no médicos de la salud
La injusticia social sigue matando a gran escala, tanto en los países de ingreso alto como en los de ingreso bajo, ya que el mundo sigue sin abordar las causas no médicas de la mala salud. Los determinantes sociales de la equidad en la salud tienen más peso que las influencias genéticas o el acceso a la atención médica en los resultados de salud.
- Dentro de un mismo país, se dan diferencias de décadas en la esperanza de vida en función de la zona en la que se vive y del grupo social al que se pertenece. Allí donde se dispone de datos, las inequidades en materia de salud dentro de un mismo país suelen ir en aumento.
- El gradiente social de la salud significa que los resultados de salud están estrechamente relacionados con los niveles de desventaja social.
- Las poblaciones indígenas tienen una esperanza de vida menor que las poblaciones no indígenas, tanto en los países ricos como en los pobres.
- Los niños nacidos en países de ingreso bajo tienen 13 veces más probabilidades de morir antes de los 5 años que en los países de ingreso alto.
- Por cada 100 000 recién nacidos, 197 madres murieron durante el parto (datos de 2023).
Inequidades en materia de salud
Las inequidades en materia de salud se derivan de la forma en que la sociedad distribuye los recursos y las oportunidades, que se ve reforzada por determinadas decisiones y liderazgos políticos.
- La desigualdad de ingresos dentro de los países prácticamente se ha duplicado en las últimas dos décadas y en estos momentos es incluso mayor que la considerable desigualdad que se observa entre países (3), lo que constituye uno de los principales factores de la inequidad en la salud (4). En 201 países, el 10% de las personas más ricas gana en promedio 15 veces más que el 50 % más pobre (3).
- Las deficiencias de los sistemas fiscales se traducen en una dotación insuficiente de recursos para los servicios públicos universales, lo que priva a 3800 millones de personas en todo el mundo de coberturas de protección social como las prestaciones por hijos a cargo o las licencias de enfermedad con sueldo, que contribuyen a mejorar la salud (5).
- La discriminación estructural, como la combinación de racismo y desigualdad de género, tiene como resultado que 2400 millones de mujeres en edad de trabajar no tengan las mismas oportunidades económicas (6), lo que afecta a su salud y a la de sus familias.
- La carga de la deuda de los países más pobres del mundo les aleja aún más de la posibilidad de financiar inversiones esenciales en relación con los determinantes sociales de la equidad en la salud. El valor total de los pagos de intereses realizados por los 75 países más pobres del mundo se ha cuadruplicado en la última década (7).
- El cambio climático tiene repercusiones directas en la salud y afecta de manera desigual a los determinantes sociales de la salud y a los medios de vida. Las personas con ingresos más bajos dependen con mayor frecuencia de los recursos que proporciona la naturaleza. En los países de ingreso bajo, las niñas y las mujeres suelen ser responsables de la obtención de agua y combustible, y deben desplazarse más lejos para encontrar recursos (8).
- Los desplazamientos forzados provocados por los conflictos, el cambio climático y la inseguridad alimentaria afectan a los más pobres y marginados. Entre 2008 y 2024, el número de personas en situación de desplazamiento forzado se ha triplicado, hasta alcanzar los 122 millones (9). En los países receptores, los migrantes suelen enfrentarse a desigualdades en el acceso a los servicios, a situaciones de discriminación y a la pérdida de los sistemas de apoyo familiar, lo que repercute negativamente en su salud física y mental.
La equidad en la salud es beneficiosa para todos
La OMS hace un llamamiento a los gobiernos nacionales y locales y a los líderes en los ámbitos de la salud, la academia, la investigación, la sociedad civil y el sector privado para que adopten medidas de forma colectiva en las esferas de acción señaladas en el Informe mundial sobre los determinantes sociales de la equidad en la salud:
- abordar la desigualdad económica e invertir en infraestructuras sociales y servicios públicos universales;
- superar la discriminación estructural y los determinantes y efectos derivados de los conflictos, las emergencias y la migración forzosa, a través de medidas como la garantía del acceso a los servicios sociales y de salud para las personas desplazadas;
- gestionar los desafíos y las oportunidades que plantean las tendencias a gran escala, como el cambio climático y la transformación digital, para promover los beneficios colaterales de la equidad en salud; y
- promover mecanismos de gobernanza que transfieran dinero, poder y recursos a los gobiernos locales, potencien la participación de la comunidad y la sociedad civil, y den prioridad a las medidas relacionadas con los determinantes sociales de la equidad en la salud en las plataformas y estrategias normativas intergubernamentales.
Respuesta de la OMS
La OMS se compromete a apoyar a los países en la elaboración y aplicación de políticas clave que aborden los determinantes sociales de la salud para reducir las desigualdades en este ámbito. La OMS ha elaborado un informe mundial actualizado y ha puesto en marcha el marco operativo de seguimiento de los determinantes sociales de la equidad sanitaria. En colaboración con sus asociados, la OMS ha puesto en marcha también la Iniciativa Especial de Acción sobre los Determinantes Sociales de la Salud para Fomentar la Equidad Sanitaria, cuyo objetivo de profundizar en la labor encaminada a integrar la equidad sanitaria en las políticas sociales y económicas de las regiones y los países.
La OMS ha puesto en marcha la Red Mundial de Conocimientos para la Equidad en la Salud, con el fin de conectar a los profesionales y los funcionarios de distintos países y facilitar el intercambio de conocimientos sobre mejores prácticas, además de publicar orientaciones actualizadas para aplicar los enfoques de la Salud en todas las Políticas e impartir un curso de formación en línea de la Academia de la OMS.
Bibliografía
- Wu Y-T, Daskalopoulou C, Muniz Terrera G, Sánchez Niubo A, Rodríguez-Artalejo F, Ayuso-Mateos JL et al. Education and wealth inequalities in healthy ageing in eight harmonised cohorts in the ATHLOS consortium: a population-based study. Lancet Public Health 2020;5:e386–e394.
- Moreno-Agostino D, Daskalopoulou C, Wu Y-T, Koukounari A, Haro JM, Tyrovolas S et al. The impact of physical activity on healthy ageing trajectories: evidence from eight cohort studies. Int J Behav Nutr Phys Act 2020;17:92.
- Chancel L, Piketty T, Saez E, Zucman G, Duflo E, Banerjee AV, editores. World Inequality Report 2022. Cambridge, Massachusetts; Londres (Inglaterra): The Belknap Press (Harvard University Press), 2022.
- Pickett KE, Wilkinson RG. Income inequality and health: a causal review. Social Science and Medicine. 2015 Mar 1;128:316-26.
- Oficina Internacional del Trabajo. Informe Mundial sobre la Protección Social 2024-2026: Protección social universal para la acción climática y una transición justa, 1.ª edición, Ginebra, Oficina Internacional del Trabajo, 2024.
- Nearly 2.4 Billion Women Globally Don’t Have Same Economic Rights as Men. https://www.worldbank.org/en/news/press-release/2022/03/01/nearly-2-4-billion-women-globally-don-t-have-same-economic-rights-as-men.
- World Bank. 2024. International Debt Report 2024. Washington, DC: World Bank. doi:10.1596/978-1-4648-2148-6. Licencia: Creative Commons Attribution CC BY 3.0 IGO.
- UN Women. Explainer: How gender inequality and climate change are interconnected. 2022. https://www.unwomen.org/ en/news-stories/explainer/2022/02/explainer-how-gender-inequality-and-climate-change-are-interconnected.
- ACNUR. Datos básicos. https://www.unhcr.org/about-unhcr/who-we-are/figures-glance.