Sordera
Millones de personas en todo el mundo tienen pérdidas de audición discapacitantes. La gran mayoría viven en países de ingresos medianos y bajos, donde no suelen tener acceso a servicios adecuados de otología y asistencia auditiva. Además, cientos de millones de personas corren riesgo de sufrir daños por la pérdida de audición que causa el ruido durante las actividades recreativas y los procesos industriales.
Si no se ofrecen intervenciones adecuadas a los afectados, la pérdida de audición puede ser un impedimento importante en su vida. No obstante, hay medidas de salud pública que pueden prevenir muchas causas de este problema, y gracias a la rehabilitación, la educación y la capacitación, estas personas pueden desarrollar todas sus aptitudes.
La concienciación y la mejora del acceso a los servicios de atención primaria pueden ayudar a reducir la prevalencia y las consecuencias negativas de la pérdida de audición.
En total, 1500 millones de personas presentan algún grado de pérdida de audición, de las cuales unos 430 millones necesitan servicios de rehabilitación.
Las infecciones crónicas del oído son una de las principales causas de la pérdida de audición
En más del 30% de los casos, la pérdida de audición en un niño se debe a enfermedades como el sarampión, la parotiditis, la rubéola, la meningitis y las otitis. Según las estimaciones, en el mundo hay 330 millones de personas con otitis media crónica que, si no se trata, puede causar complicaciones graves e incluso la muerte. Las infecciones óticas crónicas se pueden prevenir y tratar eficazmente mediante intervenciones farmacológicas o quirúrgicas.
Casi el 60% de la pérdida de audición en los niños se debe a causas como las otitis y las complicaciones congénitas que pueden prevenirse con medidas de salud pública.
Las estrategias de prevención de la pérdida de audición consisten en:
- potenciar los programas de atención a la salud materna e infantil, en particular la inmunización;
- realizar pruebas de detección a los lactantes y los niños en edad escolar;
- formar a los profesionales de la salud en materia de atención auditiva;
- dar más acceso a los dispositivos auditivos y las terapias de comunicación;
- regular y vigilar el ruido del entorno y el uso de medicamentos ototóxicos;
- concienciar para aumentar la atención a los problemas de audición y reducir la estigmatización.
Unos 34 millones de niños tienen una pérdida de audición discapacitante
Se calcula que cinco de cada 1000 niños nacen con pérdida auditiva o la contraen poco después, lo cual ocasiona graves repercusiones para su desarrollo y su aprendizaje. La detección temprana, seguida de intervenciones rápidas y adecuadas, ayuda a que los niños sordos o con pérdida de audición tengan las mismas oportunidades que los demás.
Casi una de cada tres personas mayores de 65 años tiene una pérdida de audición discapacitante
Si no se trata, la pérdida de audición puede dificultar la comunicación más básica y dar lugar a sentimientos de soledad, frustración y aislamiento social. Además, puede ocasionar deterioro cognitivo temprano y demencia. La pérdida de audición por la edad, se puede solventar eficazmente de distintas formas, por ejemplo, mediante auxiliares auditivos.
La pérdida de audición puede deberse a causas genéticas, complicaciones en el parto, ciertas enfermedades infecciosas, otitis crónicas, la exposición a sonidos fuertes, el uso de medicamentos ototóxicos y el envejecimiento.
En muchos lugares, el ruido en el lugar de trabajo que causan, por ejemplo, las máquinas y las explosiones, se ha convertido en el riesgo profesional que más obliga a indemnizar a los trabajadores. No obstante, se puede prevenir concienciando acerca del peligro que representa y utilizando dispositivos de protección auditiva. Por otro lado, hay medicamentos bastante prescritos, como los aminoglucósidos y algunos antipalúdicos, que también pueden causar pérdidas auditivas irreversibles. Los profesionales de la salud deben conocer estos riesgos y promover el uso racional de estos medicamentos.
El ruido es una de las principales causas evitables de pérdida de audición
Se calcula que más de 1100 millones de personas de 12 a 35 años pueden padecer pérdida de audición por estar expuestas a ruidos durante sus actividades recreativas, como los conciertos y los acontecimientos deportivos, y al escuchar aparatos reproductores personales. La exposición frecuente a sonidos fuertes durante periodos prolongados supone un riesgo grave de pérdida auditiva irreversible que se puede prevenir en gran medida concienciando sobre los riesgos, promulgando legislación y observando las prácticas de audición sin riesgos.
El lenguaje de signos y el subtitulado facilitan la comunicación con las personas sordas o con pérdida de audición
Las personas sordas suelen utilizar lenguas de signos para comunicarse. Se debería alentar a los familiares, los médicos, los docentes y los empleadores a aprenderlos para comunicarse mejor con ellas. Además, los sistemas de bucle en las aulas y los lugares públicos y el subtitulado en los medios audiovisuales son importantes para poner contenidos al alcance de las personas con pérdida auditiva.