WHO / Fanjan Combrink
Health worker preparing for a community outreach in Ghana
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La OMS apoya las actividades de vacunación durante la pandemia de COVID-19

Al tiempo que una enfermedad mortal se propaga por todo el mundo, las actividades de inmunización deben seguir adelante para prevenir los brotes de otras enfermedades.

14 de julio de 2020

Dada la propagación mundial de la COVID-19, en todos los países se alienta a la población a tomar precauciones para evitar la transmisión, incluso en muchos de ellos se recomienda quedarse en casa y mantener el distanciamiento físico. Ahora bien, una pandemia no borra el resto de enfermedades y sus consecuencias. Con la reducción de muchos servicios, incluidos algunos servicios de salud, aumenta el riesgo de nuevos brotes de enfermedades infecciosas. Las interrupciones en la atención sanitaria causadas por la COVID-19 podrían tener consecuencias devastadoras en la mortalidad infantil.

En 2020, 80 millones de niños menores de un año viven en alguno de los países que han notificado alteraciones de un tipo u otro en el programa de inmunización debido, en gran medida, al acceso limitado a los establecimientos de salud, la escasa disponibilidad de EPP para los trabajadores de la salud y el temor a contraer la COVID-19. La OMS ayuda a los países a equilibrar la amenaza de la COVID-19 con la de los brotes de enfermedades prevenibles mediante vacunación y las consiguientes muertes que podrían causar. Ofrece conocimientos y asistencia a los programas de inmunización de todo el mundo en esta situación rápidamente cambiante, mediante orientaciones a nivel mundial y regional, así como facilitando la obtención de suministros sanitarios esenciales.

He aquí algunos ejemplos de cómo los países trabaja para lograr o mantener una alta cobertura de vacunación en medio de la pandemia mundial. 

Italia, uno de los países más afectados por la COVID-19, se vio obligada a reasignar a gran parte de su personal sanitario a partir de finales de febrero de 2020, a medida que aumentaban los casos de COVID-19. Sin embargo, en lo posible, las regiones y provincias del país mantuvieron la inmunización infantil como parte de los servicios esenciales de salud, dando prioridad a las dosis de respuesta primaria y velando al mismo tiempo por aplicar estrictas medidas de prevención y control de las infecciones, como la asignación de franjas horarias y el distanciamiento físico en las salas de espera. Las autoridades también destacaron la importancia de registrar a los niños que se habían saltado las dosis sistemáticas y de darles prioridad tan pronto como los servicios estuvieran disponibles de nuevo.

En Siria, la OMS y UNICEF apoyaron en junio una campaña nacional de inmunización de cinco días para colmar las lagunas de vacunación en los niños. Durante la campaña, con las medidas de prevención y control de la infección en vigor, los trabajadores sanitarios vacunaron a más de 210 100 niños y revisaron el estado de vacunación de 900 000 niños para determinar las vacunas que les faltaban. 

Burkina Faso también realizó vacunaciones masivas en julio, en una campaña de cuatro días contra la poliomielitis. En dos distritos de la región Centro-Este del país, se vacunó a 174 304 personas contra la poliomielitis, de conformidad con las orientaciones de la OMS y respetando las medidas de prevención y control de infecciones.

Al aliviarse las restricciones de confinamiento, 39 países y territorios de las Américas han empezado a reanudar los servicios de vacunación que se habían suspendido. El rendimiento de los servicios de vacunación pasó del 57 % habitual al 79 % en el mismo periodo. Esto se logró mediante el uso de enfoques innovadores como los centros móviles de vacunación, las campañas de inmunización en automóvil y la vacunación en las escuelas y directamente en los hogares.

El riesgo de que se produzcan brotes de enfermedades prevenibles mediante vacunación continúa, dado que la pandemia se extiende en muchas zonas del mundo. En enero de 2020, cuando Camboya confirmó su primer caso de COVID-19, también confirmó 84 casos de sarampión. En los cuatro primeros meses de 2020 se registraron 341 casos de sarampión en Camboya.

A medida que la COVID-19 va ganando terreno, es crucial que continúen las actividades de inmunización contra el sarampión. Para lograrlo, los equipos móviles de extensión han visitado las comunidades y han administrado las vacunas pendientes a los niños con menos probabilidades de visitar los centros de salud y los hospitales. En las comunidades de alto riesgo, los trabajadores de la salud han ido de puerta en puerta y de barco en barco para administrar vacunas esenciales a los más vulnerables. 

Gracias a la labor en curso del programa de inmunización de extensión, las comunidades conocen a los trabajadores de la salud y confían en ellos. Esto ha permitido que los mismos trabajadores de la salud proporcionen orientación sobre la COVID-19 directamente a las comunidades que tal vez no comprendan las complejidades del virus y lo que se debe hacer para mantenerse a salvo.

Tras meses de arduo trabajo de los equipos de extensión, que continuaron los programas de inmunización en seguridad durante la pandemia, en Camboya se registraron menos casos de sarampión en mayo de 2020 que en los meses anteriores. 

A pesar de las dificultades para reanudar los servicios de inmunización, hay noticias alentadoras de Maldivas y Sri Lanka. A principios de julio se verificó que los dos países habían eliminado la rubéola, una enfermedad prevenible mediante vacunación. Son los dos primeros países de la Región de Asia Sudoriental de la OMS que han eliminado tanto la rubéola como el sarampión antes de 2023, el plazo fijado para lograrlo.

Los países de la Región de Asia Sudoriental realizan esfuerzos concertados para reanudar con las medidas de precaución adecuadas los programas de inmunización interrumpidos. Todos los países de la región han elaborado planes de acción nacionales para mantener los servicios de inmunización en el contexto de la dinámica de transmisión de la COVID-19. 

En Sri Lanka, los centros de salud han ampliado el horario para cumplir con el distanciamiento físico y han limitado el número de niños por hora que reciben atención. Se ha aconsejado a los trabajadores de la salud que vacunen a todos los niños de la misma familia que lo necesiten en una sola visita, si es posible, y que administren varias vacunas pendientes a cada niño, según las recomendaciones específicas de cada vacuna.

En los campamentos de rohinyás, en Bangladesh, una de las mayores concentraciones de refugiados del mundo, donde más de 850 000 personas viven en condiciones de hacinamiento extremo, es prioritario mantener los servicios de salud esenciales entre estas poblaciones vulnerables. La estrategia de inmunización de los campamentos se revisa periódicamente para garantizar que las vacunaciones puedan continuar a pesar de las nuevas dificultades para prevenir los brotes de otras enfermedades transmisibles. 

En Nepal se reanudó en junio, con las medidas de prevención necesarias, una campaña de vacunación masiva contra el sarampión y la rubéola que se había interrumpido a mediados de abril. 

El mundo está inmerso en una pandemia. Los países, al seguir administrando vacunas siempre que sea posible hacerlo en condiciones de seguridad, están adoptando medidas innovadoras para evitar que las familias y los sistemas de salud tengan que soportar la carga adicional que podrían provocar los brotes de enfermedades prevenibles mediante vacunación.