El Dr. Diallo Thierno Souleymane, un médico de Conakry (Guinea), recuerda el día en que recibió una llamada que le cambió la vida. Había dado positivo en la prueba de detección del virus del Ebola. Tras sobrevivir a la enfermedad y salir del centro de tratamiento del ebola, el Dr. Thierno tenía miedo de volver al trabajo y de ser estigmatizado. Desde entonces ha logrado retomar su actividad y anima a otros supervivientes a "tener el valor de regresar al trabajo [y] respaldar la respuesta al ebola".

El Dr. Diallo Thierno Souleymane nunca olvidará la llamada que recibió el 26 de agosto de 2014. El Dr. Thierno, especialista en obstetricia y ginecología se encontraba en el hospital Ignace Deen de Conakry, en Guinea, cuando lo llamaron para informarle de que una de sus pacientes había dado positivo en la prueba de detección del virus del Ebola.
"Tres días antes la había examinado, utilizando guantes, después de que diera a luz a un mortinato", recuerda el Dr. Thierno. "Desde el preciso instante en que recibí la llamada para comunicarme que el resultado de su prueba había dado positivo comprendí que me había convertido en un contacto", dice el Dr. Thierno.
La vida del Dr. Thierno cambió de la noche a la mañana. Aunque al principio no tenía ningún síntoma, se aisló de inmediato para proteger a su familia. "Lo primero que hice fue llamar a mi esposa. No estaba nada asustado, pero quería que llevara a nuestros hijos a casa de su madre. Tenían que estar alejados de mí durante 21 días", añade.
Primeros síntomas del ebola
El Dr. Thierno siguió yendo a trabajar, y se tomaba la temperatura todos los días. Unos días después, empezó a sentir que algo no iba bien. "De repente me subió la temperatura a 37,9º C. No hablé con nadie. Preparé mis cosas y le dije a mi mujer que me iba a un centro de tratamiento del ebola."
A su llegada al centro de tratamiento, el Dr. Thierno se sintió incómodo por estar allí como paciente, y no como médico. Muchas personas lo reconocieron. "Les dije a todos que no había ningún problema. Esperé hasta que todo el mundo se hubiera ido para entrar. Me examinaron y al día siguiente me hicieron la prueba de detección del virus del Ebola", explica.
"Después de que me dieran el alta en el centro de tratamiento, me quedé en casa un par de meses. No quería que me estigmatizaran."
Dr. Thierno Souleymane, hospital Ignace Deen, Conakry (Guinea)
Al día siguiente llegaron los resultados de la prueba: el Dr. Thierno había dado positivo para el virus del Ebola.
Olvidar su vida como medio para sobrevivir
Una vez en el centro de tratamiento del ebola, el Dr. Thierno dice que hizo un esfuerzo consciente por olvidar a sus hijos, a su mujer y a sus padres.
"Olvidar mi vida fuera de la habitación del hospital me ayudó a sobrevivir. Conseguí dejar de lado cualquier tipo de estrés y concentrarme en sobrevivir", concluye. A medida que se agravaban los síntomas, el Dr. Thierno fue olvidándose del mundo que lo rodeaba y de su vida fuera del centro de tratamiento.
El Dr. Tierno dice que hubo momentos durante su enfermedad en que las personas que lo cuidaban y sus colegas estaban convencidos de que estaba muerto. "Tenía astenia, y no comía. Los colegas del centro de tratamiento hicieron mucho por mí. Me lavaban y me daban de comer. Incluso había estudiantes míos que trabajaban en el centro, pero tenían miedo de decirme quienes eran. Hasta que no empecé a recuperarme no me enteré."
Valiente regreso al trabajo
A finales de septiembre, el Dr. Thierno dio negativo para el ebola y regresó a su casa. Sin embargo, tenía miedo a ser estigmatizado y no quería que sus amigos ni colegas vieran su deteriorado estado físico, por lo que se sentía reacio a retomar su vida normal.
"Después de que me dieran el alta en el centro de tratamiento hacia finales de septiembre, me quedé en casa un par de meses. Hasta diciembre no empecé a salir a la calle. No quería que me estigmatizaran", dice el Dr. Thierno.

Fue un periodo muy difícil, porque el Dr. Thierno es quien mantiene a su familia y durante el tiempo que no trabajó no cobró ningún sueldo. "Mientras me estaba recuperando no podía ir a trabajar para traer comida a casa. Fue la época más difícil de mi vida. Afortunadamente, mi familia me apoyó en todo momento", explica.
El Dr. Thierno se recuperó por completo, y ahora ha retomado su trabajo. Cuando se le pregunta qué consejo daría a quienes como él han sobrevivido al ebola, responde: "Les diría que tengan el valor de regresar al trabajo. El ebola mata, pero muchas otras enfermedades matan también. Les diría que han tenido suerte de sobrevivir. Y que sigan trabajando, sobre todo en iniciativas de apoyo a la respuesta al ebola."