Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 10 de mayo de 2021

10 de mayo de 2021
  • En todo el mundo observamos ahora un estancamiento en el número de casos y defunciones por COVID-19, y disminuciones en la mayoría de las regiones, en particular en las Américas y Europa, las dos regiones más gravemente afectadas. Sin embargo, la última semana se notificaron niveles inaceptablemente altos, que se tradujeron en más de 5,4 millones de casos y casi 90 000 defunciones.
  • Toda disminución es bienvenida, pero en esta situación ya estuvimos antes; los números de casos y defunciones siguen aumentando rápidamente en la Región de Asia Sudoriental de la OMS, y se observan tendencias al alza en países de todas las regiones.
  • Hoy, la Fundación pro OMS pone en marcha la iniciativa «Together for India» (Juntos por la India) destinada a recaudar fondos para apoyar las actividades de la OMS en la India, en particular las adquisiciones de oxígeno, equipo de protección personal y medicamentos.
  • Los países de ingresos altos y medianos altos representan el 53% de la población mundial, pero han recibido el 83% de las vacunas distribuidas en todo el mundo. En cambio, los países de ingresos bajos y medianos bajos representan el 47% de la población mundial, pero han recibido apenas el 17% de las vacunas distribuidas en todo el mundo. 

 


Buenos días, buenas tardes y buenas noches. 

En todo el mundo observamos ahora un estancamiento en el número de casos y defunciones por COVID-19, y disminuciones en la mayoría de las regiones, en particular en las Américas y Europa, las dos regiones más gravemente afectadas. Sin embargo, la última semana se notificaron niveles inaceptablemente altos, que se tradujeron en más de 5,4 millones de casos y casi 90 000 defunciones. 

Toda disminución es bienvenida, pero en esta situación ya estuvimos antes. El año pasado, muchos países que experimentaron una tendencia descendente en sus cifras de casos y defunciones relajaron demasiado pronto las medidas sociales y de salud pública, y las personas bajaron la guardia; con ello solo se consiguió perder los avances que tanto esfuerzo habían costado. 

Así, los números de casos y defunciones siguen aumentando rápidamente en la Región de Asia Sudoriental de la OMS, y se registran tendencias al alza en países de todas las regiones. 

Hoy, la Fundación pro OMS pone en marcha la iniciativa «Together for India» (Juntos por la India) destinada a recaudar fondos para apoyar las actividades de la OMS en la India, en particular las adquisiciones de oxígeno, equipo de protección personal y medicamentos. 

Para hacer una donación, vaya al sitio web en inglés, https://who.foundation/en/, ponga el cursor sobre el botón negro «Donate», y en el desplegable seleccione «Together for India». 

El mundo está aún en una situación peligrosa. La propagación de variantes, la mayor interacción social, la relajación de las medidas sociales y de salud pública y la vacunación desigual son factores que propician la transmisión. 

Sí, las vacunas están reduciendo los números de casos de enfermedad grave y defunción en países que afortunadamente las tienen en cantidades suficientes, y estudios preliminares sugieren que las vacunas también podrían reducir la transmisión. 

Pero la escandalosa desigualdad mundial en lo que respecta al acceso a las vacunas sigue siendo uno de los mayores riesgos para acabar con la pandemia. 

Los países de ingresos altos y medianos altos representan el 53% de la población mundial, pero han recibido el 83% de las vacunas distribuidas en todo el mundo. En cambio, los países de ingresos bajos y medianos bajos representan el 47% de la población mundial, pero han recibido apenas el 17% de las vacunas distribuidas en todo el mundo. 

La corrección de esta desigualdad mundial es una parte esencial de la solución, pero no la única, y no es una solución inmediata. No podemos poner todos los huevos en la misma cesta. 

Tenemos muchas vacunas para muchas enfermedades, pero para cada una de ellas todavía necesitamos una combinación de vacunas y medidas de salud pública. Lo mismo ocurre en el caso de la COVID-19. 

Las vacunas previenen la enfermedad. Pero también podemos prevenir la infección con instrumentos de salud pública que han demostrado su eficacia en tantos lugares. 

Mi mensaje a los dirigentes es que utilicen ahora mismo todos los instrumentos de que dispongan para reducir la transmisión. Incluso si su país muestra una tendencia descendente, ahora es el momento de aumentar sus capacidades. 

En los países con las más altas tasas de vacunación también se deben fortalecer las capacidades de salud pública, con miras a la preparación para posibles variantes que puedan burlar la acción de las vacunas, y de cara a futuras emergencias. 

Mi mensaje a las personas es que cada contacto con alguien ajeno a la familia supone un riesgo; el nivel de riesgo varía en función del tipo de contacto, la duración del contacto y el nivel de transmisión en cada lugar. 

Cada contacto podría entrañar en sí mismo un riesgo pequeño, pero a mayor número de contactos, mayor será el riesgo. 

En muchos países del hemisferio norte en los que el clima es más cálido, las personas se están reuniendo en encuentros sociales. 

En el hemisferio sur, las temperaturas más bajas están manteniendo a la gente en interiores. 

Ambas situaciones entrañan diferentes tipos de riesgos. Pero, cuando una persona conoce su riesgo, entonces puede reducirlo. 

Llegará el momento en que todos podamos quitarnos las mascarillas, en que ya no tengamos que mantenernos distanciados unos de otros, en que de nuevo podamos ir seguros a conciertos, eventos deportivos, concentraciones y restaurantes, igual que lo hacen ahora las personas de algunos países en los que no hay transmisión. 

Pero, para la mayoría de la población mundial que aún no está vacunada, aún no ha llegado ese momento. 

Para que llegue, seguimos instando a todos los países a desarrollar y aplicar planes nacionales integrales y coherentes basados en los 10 pilares del Plan Estratégico de Preparación y Respuesta de la OMS. 

La rapidez con que pongamos fin a la pandemia y el número de hermanas y hermanos que perdamos en el camino dependerá de la rapidez y la equidad con que vacunemos a una proporción importante de la población mundial, y de la coherencia con la que apliquemos medidas de salud pública de eficacia demostrada.

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