Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Sé que actualmente existe una gran preocupación a nivel mundial por la variante Delta, preocupación que también comparte la OMS.
La variante delta es la más transmisible de todas las variantes detectadas hasta la fecha, se ha encontrado en al menos 85 países y se propaga con rapidez entre los grupos de población no vacunados.
A medida que algunos países relajan las medidas sociales y de salud pública, empezamos a observar un aumento de la transmisión en todo el mundo.
Si aumenta el número de casos, aumentará el número de hospitalizaciones, lo que supondrá una presión aún mayor sobre los trabajadores de la salud y los sistemas de salud, y un mayor riesgo de muerte.
Como hemos dicho, se espera que aparezcan nuevas variantes y se sigan notificando –los virus de por sí evolucionan–, pero podemos prevenir la aparición de variantes evitando la transmisión.
Es muy sencillo: a mayor transmisión, más variantes. A menor transmisión, menos variantes.
Por eso es aún más urgente que utilicemos todos los medios a nuestro alcance para prevenir la transmisión: el uso adaptado y coherente de medidas sociales y de salud pública, en combinación con una vacunación equitativa.
Por ello, la OMS viene diciendo desde hace al menos un año que las vacunas deben distribuirse de forma equitativa para proteger a los trabajadores de la salud y a los más vulnerables.
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En los últimos 18 meses, el personal de la OMS en todo el mundo ha hecho un trabajo increíble apoyando a los países en su respuesta a la COVID-19.
Pero la OMS no puede estar en todas partes, y no podemos hacerlo todo.
Uno de los medios más importantes de que dispone la OMS para coordinar la respuesta a la COVID-19 y otras emergencias es nuestra red mundial de equipos médicos de emergencia.
Los equipos médicos de emergencia son grupos de profesionales de la salud, entre los que se encuentran médicos, personal de enfermería y paramédico, trabajadores de apoyo y expertos en logística, que atienden a los pacientes afectados por situaciones de emergencia.
Los equipos médicos de emergencia se componen de profesionales comprometidos que tienen autorización para ausentarse de sus trabajos habituales a fin de responder a situaciones de emergencia, ya sea a nivel nacional o internacional.
En situaciones de emergencia, los equipos médicos de emergencia se movilizan para respaldar la respuesta nacional, tratar a los pacientes, proporcionar capacitación y supervisión, reforzar la coordinación y velar por el cumplimiento de las normas de calidad de la atención.
A nivel mundial, la OMS ha certificado equipos en 20 países que han pasado por un riguroso proceso de garantía de calidad para asegurar el cumplimiento de las normas convenidas internacionalmente.
Otros 87 países disponen de equipos que se encuentran en proceso de certificación por la OMS, o están desarrollando sistemas para garantizar la calidad de sus propios equipos nacionales.
Desde el inicio de esta pandemia, la OMS ha facilitado el despliegue de más de 108 equipos médicos de emergencia y expertos internacionales por todo el mundo.
Estos equipos han colaborado prestando atención especializada a los pacientes, aportando una capacidad adicional de camas y prestando asesoramiento a los dispensadores de atención de salud locales sobre la gestión de casos.
Algunos de los despliegues de equipos médicos de emergencia más recientes se llevaron a cabo en Djibouti, Papua Nueva Guinea, Fiji y Costa Rica.
En el Líbano, se desplegaron nueve equipos médicos de emergencia después de las explosiones que tuvieron lugar en Beirut el año pasado para tratar a los pacientes, restablecer la atención maternoinfantil y apoyar la atención de la COVID-19 en los hospitales públicos.
En Grecia se desplegaron equipos de Noruega y Alemania a raíz de un incendio en un campo de refugiados de la isla de Lesbos para apoyar la respuesta a la COVID-19, además de otros servicios de salud esenciales.
La semana pasada, la OMS y sus asociados publicaron nuevas normas relativas al despliegue de equipos médicos de emergencia en diversas situaciones, que abarcan desde los desastres naturales hasta las epidemias y las situaciones de conflicto.
Esto representa un importante avance para que los equipos médicos de emergencia observen normas comunes de calidad de la atención, bien se hayan desplegado a nivel nacional o internacional.
Para decir algo más sobre la iniciativa de equipos médicos de emergencia de la OMS, me complace dar la bienvenida al señor Embajador Toni Frisch, Presidente del Grupo Consultivo Estratégico sobre Equipos Médicos de Emergencia.
Toni Frisch ha desempeñado una función decisiva orientando la iniciativa de equipos médicos de emergencia durante muchos años.
Toni, bienvenido; tiene la palabra.
[EL EMBAJADOR FRISCH SE DIRIGE A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN]
Gracias, señor Embajador, y muchas gracias por su liderazgo en esta iniciativa vital.
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El miércoles, un mercado de las afueras de la ciudad de Mekelle, en la región de Tigray (Etiopía), fue bombardeado, lo que provocó víctimas mortales y heridos entre la población civil.
Durante más de un día las ambulancias no pudieron acudir al lugar de los hechos ni evacuar a los heridos para que recibieran atención médica.
La OMS proporciona en la actualidad material quirúrgico y de traumatología salvavidas a un hospital que está tratando a supervivientes que pudieron ser atendidos.
Los ataques contra la población civil en cualquier lugar son totalmente inaceptables, como también lo es negarle el acceso a una atención inmediata, porque se pierden vidas humanas.
Tarik, le devuelvo la palabra.