Gracias, Soumya, y buenos días, buenas tardes y buenas noches a todos los que nos acompañan en la reunión de hoy.
En abril del año pasado, Pete Herring, un hombre de 69 años del Reino Unido, fue ingresado en el hospital con COVID-19, y pasó cinco días en cuidados intensivos.
En el marco de un ensayo, fue tratado con oxígeno y dexametasona, y declaró a la BBC que el tratamiento probablemente le había salvado la vida.
Como todos ustedes saben, el despliegue de las vacunas contra la COVID-19 ocupa todos los titulares en este momento.
No hay duda de que las vacunas son una herramienta de vital importancia, pero en las últimas semanas y meses nos hemos esforzado en decir que, aunque las vacunas son una herramienta poderosa, no son la única.
Las vacunas no benefician a los que ya están enfermos de COVID-19 y están hospitalizados en estado grave.
En febrero del año pasado, la OMS reunió a investigadores de todo el mundo para determinar las principales prioridades de investigación. En ese momento determinaron que el desarrollo de tratamientos eficaces era una prioridad clave, y lo sigue siendo ahora.
En abril del año pasado, la OMS y sus asociados pusieron en marcha el Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 para acelerar el desarrollo de vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos y distribuirlos de forma equitativa.
El Ensayo Solidaridad del año pasado también fue un éxito científico importante, aunque demostró que los cuatro tratamientos estudiados tenían poco o ningún efecto contra la COVID-19.
Por ahora, tenemos el oxígeno y la dexametasona, que están salvando vidas, y la OMS está revisando las nuevas pruebas sobre otros fármacos como el tociluzumab.
Sin embargo, necesitamos más opciones terapéuticas para todas las fases de la enfermedad, y las necesitamos rápido.
Es urgente seguir investigando para identificar rápidamente los agentes terapéuticos más prometedores y comprender mejor el momento adecuado para utilizarlos.
Ninguno de nosotros puede hacerlo solo. La colaboración, la coordinación y el intercambio transparente de información son absolutamente esenciales en cada etapa del proceso, desde la selección de los fármacos hasta la realización de los ensayos y la publicación de los resultados.
Los intereses comerciales y el prestigio académico deben pasar a un segundo plano.
No debemos perder tiempo, energía y recursos en duplicar esfuerzos.
El Ensayo Solidaridad demostró que la colaboración mundial funciona, y que debemos aprovechar su éxito para probar nuevas terapias prometedoras.
La reunión de hoy es una oportunidad para compartir conocimientos y avances y para sentar las bases de una agenda de investigación mundial clara y coordinada.
Gracias a todos los que han asistido hoy a esta consulta, y especialmente a nuestro presidente, los presidentes de las sesiones, los ponentes y los panelistas.
Gracias por su compromiso y por contribuir con su experiencia a atender esta necesidad mundial sin precedentes.
Les deseo a todos un debate muy productivo, y espero recibir sus consejos sobre los próximos pasos.
Gracias una vez más, y Soumya, le devuelvo la palabra.