Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Voy a empezar hablando de Uganda, donde la OMS sigue ayudando al gobierno a hacer frente a un brote de ébola en cinco distritos.
Hasta ahora hay 54 casos confirmados y 20 probables. Han fallecido 39 personas y otras 14 se han recuperado.
Se está realizando un seguimiento activo de más de 660 contactos.
Nuestro principal objetivo en este momento es ayudar al Gobierno de Uganda a controlar y contener rápidamente el brote para que no se extienda a los distritos y los países vecinos.
Esta mañana intervine en una reunión sobre el brote celebrada en Uganda a la que asistieron el Primer Ministro y el Ministro de Sanidad de este país y los ministros de salud de varios países vecinos.
Celebro el compromiso expresado por el Primer Ministro de controlar el brote y de hacer participar a los países vecinos de Uganda.
El Dr. Mike Ryan está en el terreno en este país africano y más adelante podrá ofrecernos más información.
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Pasemos ahora a Haití, donde nos preocupa enormemente el brote de cólera que se está produciendo en Puerto Príncipe, la capital del país, y en sus alrededores.
Según el Ministerio de Salud Pública y Población, hasta el sábado pasado se habían detectado 224 presuntos casos de cólera y 16 defunciones.
Una cuarta parte de los casos presuntos son niños menores de cinco años.
El domingo, el ministerio confirmó también un brote de cólera en el Centro Penitenciario Nacional de Puerto Príncipe, del que, por el momento, se han registrado 39 presuntos casos y nueve víctimas mortales.
La situación está evolucionando rápidamente y es posible que no haya casos sin detectar, tanto ahora como en los días previos.
El mecanismo de vigilancia establecido por el Gobierno de Haití con el apoyo de la OMS y otros asociados se está aplicando en circunstancias sumamente difíciles.
Las zonas afectadas son muy inseguras y están controladas por bandas, lo que dificulta enormemente la recogida de muestras y retrasa la confirmación de los casos y las muertes en los laboratorios.
Además, la escasez de combustible está dificultando el acceso de los trabajadores de salud a sus puestos de trabajo, lo que provoca el cierre de los establecimientos e interrumpe el acceso a los servicios de las personas que viven en algunas de las comunidades más desfavorecidas.
La OMS está colaborando con el Ministerio de Salud y nuestros asociados para coordinar la respuesta, en particular en lo que respecta a la vigilancia, la atención a los casos, el agua y el saneamiento, la vacunación y la participación comunitaria.
En cualquier caso, para controlar este brote necesitamos acceder sin riesgos a las zonas afectadas.
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Ahora quiero referirme al Pakistán.
La semana pasada dije que, en las próximas semanas y meses, las enfermedades podrían llevarse la vida de más personas que las que fallecieron en las inundaciones.
Se ha declarado un brote de paludismo que afecta a 32 distritos, mientras que la incidencia del cólera, el dengue, el sarampión y la difteria también está aumentando en los distritos afectados por las inundaciones.
Se prevé que la situación seguirá agravándose.
Sin embargo, hasta ahora no se ha recibido la ayuda internacional de la magnitud y con la rapidez necesarias.
Mientras, se están destinando billones de dólares a guerras declaradas en todo el mundo.
Nosotros vamos a seguir pidiendo a los donantes internacionales que inviertan en salvar vidas en el Pakistán.
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Mañana, el Comité de Emergencias sobre la COVID-19 celebrará su reunión trimestral ordinaria de conformidad con el Reglamento Sanitario Internacional.
Es evidente que nos encontramos en una situación muy distinta a la que imperaba hace más de 33 meses, cuando el Comité me recomendó declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional.
Disponemos de todas las herramientas necesarias para poner fin a la emergencia en todos los países.
Pero la pandemia no ha terminado y queda mucho trabajo por hacer.
La OMS informará al Comité sobre la situación actual en el mundo y expondrá nuestra preocupación por los riesgos que siguen corriendo la población debidos a las grandes carencias en materia de vacunación, la reducción de la vigilancia, los bajos índices de realización de pruebas y de secuenciación y la incertidumbre acerca de las posibles repercusiones de las variantes actuales y futuras.
Espero con interés que el Comité me haga llegar sus recomendaciones.
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En cuanto a la viruela símica, ya se han notificado a la OMS más de 70 000 casos, 26 de ellos mortales.
El número de casos en el mundo sigue disminuyendo, pero la semana pasada 21 países notificaron un aumento de los casos, sobre todo en las Américas, región donde se registró casi el 90% de los casos notificados la semana pasada.
Una vez más, queremos alertar de que es peligroso confiarse ante esta tendencia a la baja, porque la crisis no ha terminado y no podemos bajar la guardia.
Estas son las actividades que está llevando a cabo la OMS.
Seguimos trabajando con los países de todo el mundo para aumentar su capacidad de análisis y para hacer un seguimiento de las tendencias del brote.
Nos preocupa especialmente que se hayan notificado casos en el Sudán, en particular en los campos de refugiados cercanos a la frontera con Etiopía.
Al igual que la COVID-19, la viruela símica sigue siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional, y la OMS seguirá tratándola como tal.
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Por último, quiero recordar que, hace más de una década, me invitaron a formar parte de una comisión que estaba organizando una nueva conferencia sobre salud en Alemania que se denominó Cumbre Mundial de la Salud.
Desde entonces, la Cumbre Mundial de la Salud se ha consolidado y ahora es uno de los eventos más importantes del calendario mundial en el ámbito de la salud.
Este año, por primera vez, la OMS es la coorganizadora oficial de la Cumbre.
Durante tres días, miles de responsables de la salud pública, las administraciones públicas, la sociedad civil, el sector académico, los jóvenes, el sector industrial y los parlamentos se reunirán para debatir las cuestiones más apremiantes de la salud mundial.
Animamos a todos los periodistas del mundo a seguir los debates desde el domingo hasta el martes en el sitio web worldhealthsummit.org.
Ahora, tengo el honor de presentar al presidente de la Cumbre Mundial de la Salud, mi amigo el profesor Axel Pries.
Axel, muchas gracias por acompañarnos hoy. Te cedo la palabra.
[EL PROFESOR PRIES SE DIRIGE A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN]
Gracias de nuevo, Axel, por acompañarnos hoy y por tu liderazgo.
Margaret, te devuelvo la palabra.