Alocución de apertura del Director General de la OMS en la Conferencia de Múnich sobre Seguridad el 19 de febrero de 2021

19 de febrero de 2021

Muchas gracias, Sr. Embajador. 

Como ha mencionado, cuando hablé en la Conferencia de Múnich sobre Seguridad hace un año, dije que la COVID-19 era una enfermedad muy peligrosa y el «enemigo público número uno». 

Y recuerdo que, en aquel momento, había cierta preocupación entre la población. Algunas personas me seguían y preguntaban «Tedros, ¿no estará usted exagerando?» 

Por desgracia, en el año transcurrido todos hemos aprendido algunas lecciones dolorosas, y hemos visto lo peligroso que es el virus. 

Aunque la pandemia de COVID-19 es una crisis sanitaria mundial, es una pandemia desigual: no todos los países han respondido de igual modo, ni todos los países se han visto afectados de la misma manera. 

Muchos países han conseguido prevenir o controlar la transmisión generalizada con medidas de salud pública de eficacia probada: pruebas, rastreo de contactos, cuarentenas, distanciamiento físico, práctica de la higiene de manos, uso de mascarillas, y otras. 

En combinación con esas medidas de salud pública de eficacia probada, ahora las vacunas verdaderamente nos dan la esperanza de controlar la pandemia. 

Ahora bien, para que el potencial completo de las vacunas sea una realidad, necesitamos tres cosas. 

Primero, necesitamos que los gobiernos financien plenamente COVAX, y que donen dosis ya mismo. 

Agradecemos los anuncios hechos hoy por algunos países del G7. 

Segundo, dado que COVAX adquiere vacunas que se han incluido en la lista OMS de uso en emergencias, necesitamos que los fabricantes compartan sus expedientes completos con la OMS al mismo tiempo que los remiten a otras entidades de reglamentación. 

Y por último, necesitamos que los ciudadanos se manifiesten a favor de la equidad vacunal. Cuando la ciudadanía habla a una sola voz, los gobiernos escuchan. 

La equidad vacunal no es solo lo correcto, es también lo inteligente. 

Cuanto más tardemos en suprimir el virus en todas partes, más oportunidades tiene de cambiar de una forma que podría reducir la eficacia de las vacunas – es decir, oportunidad de mutar.  

Podríamos vernos de vuelta en la casilla de salida. 

Se están desarrollando, aprobando y fabricando más vacunas. Habrá suficiente para todos. 

Pero, por ahora, las vacunas son un recurso limitado. Debemos utilizarlas con la mayor eficacia posible. 

Así que, volviendo a su pregunta, ¿lo estamos consiguiendo? Sí, los casos y las muertes van disminuyendo, disponemos de una serie de medidas de salud pública de eficacia probada, y contamos con nuevas y potentes herramientas con las que ni siquiera soñábamos hace un año. 

Ahora bien, debemos asegurarnos de que utilizamos esas herramientas de forma eficaz, lo que significa utilizarlas en todos los países para proteger a los grupos que más riesgos corren. 

Esa es la mejor forma de salvar vidas, poner fin a la pandemia, restaurar la confianza e impulsar la economía mundial. Pero estamos progresando.