Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 6 de julio de 2022

6 de julio de 2022

Buenos días, buenas tardes y buenas noches.

Con relación a la COVID-19, el número de casos notificados a escala mundial ha aumentado casi un 30% durante las últimas dos semanas.

Cuatro de las seis subregiones de la OMS experimentaron un aumento de los casos durante la última semana.

En Europa y América las subvariantes BA.4 y BA.5 continúan causando olas. En países como la India también se ha detectado un nuevo sublinaje de BA.2.75 que estamos siguiendo. 

Una serie de factores complican aún más el desafío:

En primer lugar, el número de pruebas diagnósticas se ha reducido drásticamente en muchos países. Esto impide apreciar con claridad la verdadera situación de un virus en evolución y la carga real de la enfermedad de la COVID-19 a escala mundial.

Esto también se traduce en que los tratamientos no se administran con la suficiente antelación para prevenir enfermedades graves o la muerte.  

En segundo lugar, los nuevos tratamientos, especialmente los nuevos antivirales orales, todavía no llegan a los países de ingresos bajos y medios, con lo que poblaciones enteras que los necesitan se ven privadas de ellos.

En tercer lugar, a medida que el virus evoluciona, la protección de las vacunas (a pesar de que estas continúan siendo sumamente efectivas para prevenir enfermedades graves y la muerte) disminuye.

La reducción de la inmunidad pone de relieve la importancia de las dosis de refuerzo, especialmente para las personas de mayor riesgo.

En cuarto lugar, cada ola del virus deja tras de sí más personas con COVID-19 de larga duración o afección posterior a la COVID-19.

Obviamente, esto repercute en los individuos y sus familias, pero también supone una carga adicional para los sistemas de salud, la economía en general y la sociedad en su conjunto.

Estos retos requieren la adopción de medidas a escala local, nacional y mundial.

Los gobiernos, los científicos, los fabricantes, la OMS y los propios ciudadanos, todos tenemos un papel que desempeñar. 

Los pasos que deben darse incluyen:

Primero, los grupos de mayor riesgo deben vacunarse y recibir la vacuna de refuerzo. Entre ellos se incluyen a las personas mayores, las personas que sufren enfermedades crónicas, las personas inmunodeprimidas y los profesionales de la salud. Después, el muro de la inmunidad debe construirse entre el resto de la población.

Segundo, poner a disposición de todo el mundo los nuevos antivirales orales y el resto de los tratamientos.

Junto con el Fondo Mundial y UNICEF, la OMS ha elaborado un mecanismo de asignación para apoyar a los países a medida que los antivirales estén disponibles.

Hasta la fecha, 20 países han aceptado asignaciones de molnupiravir, que ya está listo para la distribución.

En el caso de nirmatrelvir-ritonavir (también conocido como paxlovid), 43 países han expresado su interés.

Sin embargo, nuestras organizaciones continúan negociando con Pfizer para fijar los términos y condiciones adecuados para los países de ingresos bajos y medios.

Como consecuencia, se está retrasando el acceso y es posible que algunos países prefieran esperar a la versión genérica del antiviral, que probablemente estará disponible a principios de 2023, pero esta decisión tendrá un precio en vidas.

Hago un llamamiento a Pfizer para que colabore estrechamente con las agencias de la salud y los países para garantizar que su nuevo antiviral oral esté disponible pronto y de forma efectiva.

Tercero, y especialmente si usted se encuentra en un lugar donde el número de casos está aumentando, utilice medidas de salud pública de probada eficacia para mitigar el riesgo.

Por ejemplo, si usted se encuentra en un lugar concurrido o en un espacio cerrado y la ventilación es deficiente, utilice una mascarilla. Y, si puede, quédese en casa si está enfermo.

Cuarto, es de vital importancia acelerar la investigación y el desarrollo de la próxima generación de vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos.

La OMS está trabajando con científicos e investigadores de todo el mundo para lograrlo.

A través de los ensayos Solidaridad, la OMS puede garantizar la máxima eficacia de los ensayos clínicos, de modo que se pueda acelerar el desarrollo de nuevas herramientas. 

No sabemos cómo será la próxima variante. Esto requiere el uso de las herramientas de las que disponemos ahora, pero también exige que desarrollemos rápidamente la nueva generación de medidas de respuesta.

Quinto, continuamos trabajando para reforzar la arquitectura mundial de la salud para dar respuesta a las emergencias de salud a todos los niveles.

Acogemos con satisfacción la noticia de la creación del Fondo de Intermediación Financiera (FIF), que se centrará en el fortalecimiento de la prevención, así como de las capacidades de preparación y respuesta frente a pandemias. Actuará a nivel nacional, regional y mundial, centrándose sobre todo en los países de ingresos bajos y medios.

La OMS y el Banco Mundial impulsarán el diseño con los donantes fundadores y un grupo amplio de partes interesadas.

Esperamos que el fondo se amplíe y que se convierta en una pieza importante de una solución integral de financiación para las emergencias de salud.

Además, es importante que el proceso de acuerdo frente a las pandemias avance a buen ritmo.

Este sigue siendo una oportunidad generacional para mejorar la forma en que los países se preparan y responden ante nuevos patógenos.

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En lo referente a la viruela símica, me sigue preocupando la magnitud y propagación del virus. 

En todo el mundo, se han notificado hasta la fecha más de 6000 casos procedentes de 58 países.

Las pruebas diagnósticas siguen constituyendo un reto y es muy probable que un número considerable de casos no estén siendo detectados.

Europa, donde se han registrado más del 80% de casos a nivel mundial, es el epicentro actual del brote.

En África los casos están apareciendo en países que no estaban previamente afectados y se están registrando cifras sin precedentes en lugares donde tenían experiencia con la viruela símica.

Mis equipos están realizando un estrecho seguimiento de los datos, y tengo previsto convocar al Comité de Emergencias para mantenerlo al corriente de la situación epidemiológica y la evolución actual del brote, así como de la aplicación de las medidas de respuesta.

Este se reunirá durante la semana del 18 de julio o antes, si fuera necesario.

La OMS está trabajando con los países y los fabricantes de vacunas para coordinar el reparto de estas, que actualmente escasean y es preciso que sean asequibles para las personas de mayor riesgo.

La OMS también está colaborando estrechamente con la sociedad civil y la comunidad LGBTIQ+, sobre todo para acabar con el estigma que rodea al virus y difundir información que ayude a las personas a protegerse. 

Me gustaría felicitar en especial a quienes comparten vídeos en línea a través de los canales de las redes sociales hablando sobre sus síntomas y experiencias con la viruela del mono.

Esta es una forma positiva de acabar con el estigma que rodea a un virus que puede afectar a cualquiera.

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Por último, la población siria experimenta unas necesidades humanitarias sin precedentes desde el inicio de la guerra hace ahora 11 años.  

La OMS trabaja a lo largo y ancho del país para prestar servicios de salud esenciales que pueden salvar vidas. 

En el noroeste del país, alrededor de 4,4 millones de personas, incluidas más de 3,5 millones de mujeres y niños, necesitan ayuda humanitaria. 

Estas personas dependen del acceso transfronterizo para recibir atención médica, vacunas y medicamentos. 

Esperamos que el Consejo de Seguridad continuará llegando a acuerdos para preservar la salud y el bienestar de esta población altamente vulnerable.

Gracias. Tarik, le devuelvo la palabra.