Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 del 20 de julio de 2022

20 de julio de 2022

Buenos días, buenas tardes y buenas noches. 

Hoy, la OMS se enorgullece de presentar el primer Informe mundial sobre la salud de los refugiados y los migrantes

Una de cada 8 personas de nuestro planeta es refugiada o migrante, y la cifra va en aumento. 

Cada vez más personas se verán obligadas a desplazarse por conflictos, el cambio climático, la creciente desigualdad y emergencias de ámbito mundial como la pandemia de COVID-19.  

Como cualquier otra persona, los refugiados y los migrantes tienen derecho al grado máximo de salud que se pueda lograr. 

Pero las necesidades de los refugiados y los migrantes en materia de salud con frecuencia se desatienden o se olvidan en los países por los que pasan o en los que se asientan. 

Se enfrentan a múltiples obstáculos, como los gastos directos, la discriminación y el miedo a la detención y la deportación. 

Muchos países cuentan con políticas que incluyen servicios de salud para refugiados y migrantes. 

Pero en demasiados casos las políticas son ineficaces o aún no se han aplicado de manera efectiva. 

El Informe mundial de la OMS sobre la salud de los refugiados y los migrantes es un texto que marca época y una llamada de alarma. 

Ofrece una visión general de la salud de los refugiados y los migrantes, poniendo sobre la mesa las enormes disparidades entre la salud de los refugiados y los migrantes y la población en general en los países de acogida. 

Por ejemplo, muchos trabajadores migrantes se dedican a los llamados trabajos «3D» – del inglés «dirty, dangerous and demanding», es decir, trabajos sucios, peligrosos y exigentes– sin protección social y de salud adecuada ni medidas suficientes de salud en el trabajo. 

El informe también pone de relieve la existencia de un vacío de información fundamental: los refugiados y los migrantes están prácticamente ausentes de las encuestas mundiales y de los datos de salud, lo que hace que estos grupos vulnerables sean casi invisibles en la concepción de los sistemas y servicios de salud. 

Pero no todo son malas noticias. El informe también señala las tendencias políticas y los ejemplos de buenas prácticas en todo el mundo. 

Y ofrece una visión estratégica para un conjunto de respuestas colectivas que tienen por objeto proteger y promover la salud de los migrantes y los refugiados. 

Esperamos que los gobiernos se sirvan de este informe para formular políticas y acciones basadas en la evidencia. 

Y esperamos que los defensores de derechos lo utilicen en sus iniciativas para exigir sistemas de salud inclusivos. 

La OMS hace un llamamiento a los gobiernos y las organizaciones que trabajan con refugiados y migrantes para que colaboren entre sí con el fin de empoderarlos a través de una gobernanza participativa; incluirlos en los datos; darles prioridad en las investigaciones; e integrarlos en los programas de protección social y protección financiera para que accedan a los sistemas de salud de todo el mundo. 

Porque la noción de «salud para todos» significa «todos», incluidos los refugiados y los migrantes. 

Me complace presentarles ahora a nuestro primer invitado, el profesor Abdulrazak Gurnah, ganador del Premio Nobel de Literatura de 2021, antiguo refugiado y uno de los signatarios del informe que publicamos hoy. 

Profesor, es un honor tenerlo entre nosotros hoy. Tiene la palabra. 

[EL PROF. GURNAH SE DIRIGIÓ A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN] 

Muchas gracias, profesor. 

A continuación, me complace presentar a nuestro segundo invitado, Dr. Waheed Arian. 

El Dr. Arian es un médico refugiado del Afganistán que ha sido nombrado guardián (Goalkeeper) de los objetivos mundiales de las Naciones Unidas por su ayuda al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular la salud, el bienestar y la educación. 

Dr. Arian, bienvenido. Tiene la palabra. 

[EL DR. ARIAN SE DIRIGIÓ A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN] 

Muchas gracias, Dr. Arian. 

Antes de pasar a la ronda de preguntas y respuestas, quisiera hacer unas breves observaciones sobre la pandemia de COVID-19 y el brote mundial de viruela símica. 

En las últimas seis semanas, el número semanal de casos de COVID-19 notificados en todo el mundo casi se ha duplicado. 

Las muertes también van en aumento, pero de momento no tan rápidamente como los casos. Sin embargo, el aumento de casos significa que podemos prever más hospitalizaciones y muertes en las próximas semanas. 

La variante ómicron tiene muchos sublinajes; en particular el sublinaje BA.5, que es la variante más transmisible detectada hasta ahora. 

Hemos dicho insistentemente que este virus seguirá evolucionando, y debemos estar preparados para lo que pueda depararnos. 

Podría ser una nueva versión de las variantes que ya conocemos, o una variante completamente nueva. 

Sabemos que para que cualquier variante futura se propague de forma generalizada, debe ser más transmisible que las anteriores. Pero no podemos saber lo mortífera que será. 

Así que todos los países deben estar preparados. Los países que han desmantelado algunas partes de sus sistemas de respuesta a la pandemia asumen un gran riesgo. 

Todos los países tienen deficiencias. 

Ahora es el momento, cuando los hospitales no están desbordados, de que todos los países subsanen esas deficiencias en la vigilancia, la inmunidad, la fuerza de trabajo, los suministros y la resiliencia. 

Veremos oleadas continuas de infecciones, pero no tenemos por qué ver oleadas continuas de hospitalizaciones y muertes. Tenemos las herramientas que nos permiten salvar vidas: vacunas, pruebas, tratamientos e instrumentos de salud pública. 

Todas las vacunas que tenemos actualmente son sumamente efectivas e impiden cuadros graves de la enfermedad y la muerte.  

Todos los países deben centrarse en vacunar a todos los trabajadores de la salud, todas las personas mayores y todas las personas que están expuestas a los mayores riesgos. 

Necesitaremos más vacunas que protejan mejor contra la infección. 

Y cuando tengamos esas vacunas, no podemos permitirnos que prevalezca la misma falta de equidad inadmisible que manchó el despliegue vacunal del año pasado. 

=== 

En cuanto a la viruela símica, este año se han notificado a la OMS casi 14 000 casos confirmados, en más de 70 países y territorios. 

Hasta la fecha, se han notificado cinco muertes, todas en África. 

La mayoría de los casos continúan notificándose desde Europa, principalmente entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. 

Si bien constatamos una tendencia a la baja en algunos países, en otros todavía se observa un aumento, y seis países notificaron sus primeros casos la semana pasada. 

Algunos de esos países tienen un acceso inferior a pruebas diagnósticas y vacunas, lo que hace que sea más difícil rastrear e interrumpir el brote. 

La OMS está en proceso de validar, adquirir y remitir pruebas a varios países y seguirá prestando apoyo para ampliar el acceso a pruebas diagnósticas eficaces. 

Una de las herramientas más poderosas que tenemos contra la viruela símica es la información. 

Cuanta más información tengan las personas en riesgo de viruela símica, más podrán protegerse. 

Por ello la OMS continúa trabajando con pacientes y defensores de derechos en las comunidades para elaborar y transmitir información adaptada a las comunidades afectadas y más susceptible de ser aceptada y utilizada. 

Esta semana, la OMS actualizó sus orientaciones para hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, a fin de incluir consejos e información adicionales para la comunidad afectada. 

Mañana, el Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional volverá a reunirse para pasar revista a los datos más recientes y determinar si el brote constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional. 

Independientemente de la recomendación del Comité, la OMS seguirá haciendo todo lo posible por apoyar a los países a detener la transmisión y salvar vidas. 

Tarik, le devuelvo la palabra.

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