Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Como ustedes saben, el pasado sábado declaré una emergencia de salud pública de importancia internacional por el brote mundial de viruela símica.
Se han notificado a la OMS más de 18 000 casos de viruela símica procedentes de 78 países, de los cuales el 70% de los casos pertenecen a la Región de Europa y el 25% a la Región de las Américas.
Hasta el momento se han notificado 5 muertes, y alrededor del 10% de los casos han requerido hospitalización para el manejo del dolor causado por la enfermedad.
Es posible detener este brote si las personas, las comunidades y los países se informan, conceden la importancia debida a los riesgos que implica, y toman las medidas necesarias para detener la transmisión y proteger a los grupos vulnerables.
La mejor manera de hacerlo es reducir el riesgo de exposición. Esto quiere decir tomar decisiones seguras para uno mismo y para los demás.
Para los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, esto incluye, por el momento, reducir el número de parejas sexuales; replantearse tener relaciones sexuales con nuevas parejas; e intercambiar datos de contacto con cualquier nueva pareja sexual para facilitar el seguimiento, en caso necesario.
La prioridad de todos los países debería ser involucrar y empoderar a las comunidades de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres para reducir el riesgo de infección y transmisión ulterior, prestar atención de salud a las personas que contraen la infección y salvaguardar los derechos humanos y la dignidad.
La estigmatización y la discriminación pueden ser tan peligrosas como cualquier virus y pueden dar mayor fuerza al brote epidémico.
Como ya se ha visto con la COVID-19, la información errónea y la desinformación pueden propagarse rápidamente en línea, por lo que hacemos un llamamiento a las plataformas de redes sociales, a las compañías tecnológicas y a los medios de comunicación para que trabajen con nosotros con el objetivo de prevenir y contrarrestar las informaciones perjudiciales.
Aunque hasta la fecha el 98% de los casos se han dado entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, cualquier persona expuesta puede contraer la viruela símica, motivo por el que la OMS recomienda que los países tomen medidas para reducir el riesgo de transmisión del virus a otros grupos vulnerables, incluidos los niños, las mujeres embarazadas y las personas inmunodeprimidas.
Además de la transmisión a través del contacto sexual, el virus de la viruela símica se puede transmitir dentro de los hogares a través del contacto estrecho entre las personas, como los besos y los abrazos, y a través de toallas y ropa de cama contaminada.
La OMS recomienda la vacunación focalizada de aquellas personas expuestas a un caso de viruela símica, así como de las personas con alto riesgo de exposición, incluidos los profesionales de la salud, algunos trabajadores de laboratorio y las personas que tienen varias parejas sexuales. En este momento, no recomendamos la vacunación generalizada contra la viruela símica.
Una vacuna contra la viruela, denominada MVA-BN, ha sido aprobada en Canadá, la Unión Europea y los Estados Unidos para su uso contra la viruela símica.
También se está considerando el uso de otras dos vacunas, LC16 y ACAM2000, con el mismo objetivo.
Sin embargo, todavía no se dispone de datos sobre la eficacia de las vacunas contra la viruela símica, o sobre cuántas dosis podrían ser necesarias.
Por eso instamos a todos los países que están utilizando vacunas a recopilar y compartir datos esenciales sobre su eficacia.
La OMS está elaborando un marco de investigación que los países puedan usar para obtener los datos necesarios que nos permitan comprender mejor hasta qué punto son eficaces estas vacunas a la hora de prevenir tanto la infección como la enfermedad, así como la forma en que podemos utilizarlas de la manera más eficaz.
Es importante recalcar que la vacunación no concederá una protección inmediata contra la infección o la enfermedad, ya que esta puede tardar varias semanas en ser completamente efectiva.
Esto significa que las personas vacunadas deben continuar tomando medidas para protegerse, evitando el contacto estrecho, incluidas las relaciones sexuales, con personas que tienen viruela símica o están en riesgo de contraer la infección.
La disponibilidad de las vacunas también representa un reto.
Hay alrededor de 16 millones de dosis de MVA-BN en todo el mundo. La mayoría de este suministro se encuentra al por mayor, es decir, que llevará varios meses llenar y finalizar los viales para que estén listos para su uso.
Varios países donde se han detectado casos de viruela símica ya han obtenido suministros de la vacuna MVA-BN, y la OMS está en contacto con otros países para conocer sus necesidades.
La OMS insta a los países que tienen vacunas contra la viruela a compartirlas con los países que no tienen.
Debemos garantizar un acceso equitativo a las vacunas para todas las personas y comunidades afectadas por la viruela símica, en todos los países y todas las regiones.
Aunque las vacunas serán una herramienta importante, la vigilancia, el diagnóstico y la reducción del riesgo continúan siendo cruciales para prevenir la transmisión del virus y detener este brote.
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Aunque la pandemia de COVID-19 está lejos de haber terminado, hoy en día estamos en una situación muy diferente a la que teníamos hace un año, y hemos aprendido una serie importante de lecciones.
Una de las lecciones fundamentales es que la forma más eficaz de salvar vidas, proteger a los sistemas de salud y reabrir las sociedades y las economías consiste en vacunar primero a los grupos adecuados.
Incluso en el caso de algunos países que han alcanzado el 70% de cobertura de vacunación, si un número importante de profesionales de la salud, personas mayores y otros grupos de riesgo no han recibido la vacuna, las muertes seguirán aumentando, los sistemas de salud continuarán tensionados y la recuperación mundial estará en riesgo.
Esta no es una cuestión teórica, sino real.
Las muertes por COVID-19 han aumentado durante las últimas 5 semanas, y varios países han notificado tendencias al alza en el número de hospitalizaciones tras olas de transmisión impulsadas por las subvariantes de Omicron.
La semana pasada, la OMS presentó una actualización de la Estrategia de Vacunación Mundial contra la COVID-19, subrayando la necesidad de vacunar a los grupos de mayor riesgo, incluidos el 100% de los trabajadores de la salud y asistenciales, el 100% de las personas mayores y el 100% de las personas con mayor riesgo.
Continuamos instando a todos los países a esforzarse por alcanzar el objetivo del 70% de la cobertura de vacunación, centrada en las estrategias de vacunación focalizadas que priorizan a los más vulnerables, ya que es la forma más eficaz de salvar vidas.
Aunque las vacunas han salvado la vida a un número incalculable de personas, no han reducido sustancialmente la transmisión del virus.
Por este motivo, es primordial que los gobiernos y el sector privado continúen colaborando e invirtiendo en el desarrollo de nuevas vacunas para la prevención tanto de la infección como de la enfermedad.
Además, son necesarias vacunas que puedan administrarse de un modo más sencillo, por ejemplo, a través de gotas o aerosoles nasales.
Es fundamental que a medida que se desarrollan nuevas vacunas y otras herramientas para luchar contra la COVID-19, estas estén disponibles de forma equitativa para todos los países.
Junto con la vacunación, la OMS insta a todos los países a evaluar y reforzar sus planes de preparación y respuesta frente a futuras olas de transmisión, que incluyen la vigilancia, las pruebas, una gestión clínica sólida y un personal de salud bien equipado.
Tarik, le devuelvo la palabra.