Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa - 22 de febrero de 2023

22 de febrero de 2023

Buenos días, buenas tardes y buenas noches.

Conforme las actividades de búsqueda y salvamento en Türkiye y la República Árabe Siria se acercaban a su fin, dos nuevos terremotos el lunes en Türkiye provocaron más dolor en la región.

Aunque de menor intensidad que los de principios de mes, se cobraron la vida de varias personas, causaron heridas en centenares más y, comprensiblemente, el miedo se apoderó de la población general. 

Actualmente, la cifra total de fallecidos supera las 47 000 personas, y 125 000 han resultado heridas.

En Türkiye, al menos 15 hospitales han sufrido daños y muchos establecimientos de salud se han visto afectados.

En la República Árabe Siria, siete hospitales y 145 establecimientos de salud han sufrido daños. Muchos de ellos están situados en el noroeste del país, región devastada por la guerra durante más de un decenio y, por lo tanto, más vulnerable a sobresaltos de esta magnitud. 

Con 26 millones de personas afectadas por el terremoto, la OMS lanzó un llamamiento urgente a fin de recaudar US$ 84,5 millones para apoyar los esfuerzos de respuesta inmediata en materia de salud en ambos países.

La OMS exhorta a la comunidad mundial a que preste apoyo a la respuesta y ofrezca esperanza a quienes están afligidos, traumatizados y ven el futuro con miedo.

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Esta semana se cumple un año desde que la Federación de Rusia invadió Ucrania.

Las consecuencias para la salud de esta guerra han sido devastadoras.

Desde que se iniciara el conflicto, la OMS ha verificado 802 ataques contra la salud, que se han cobrado la vida de 101 trabajadores de la salud y pacientes.

La guerra está exacerbando las necesidades en materia de salud, incluido el apoyo psicosocial; rehabilitación; tratamiento de enfermedades crónicas y de otras como el cáncer, el VIH y la tuberculosis, y vacunación contra el sarampión, la poliomielitis, la neumonía y la COVID-19.

Estas brechas constituyen un riesgo para la salud en la actualidad, y también de cara al futuro.

La OMS trabaja en estrecha colaboración con sus asociados en Ucrania y ha llegado a 8,4 millones de personas mediante distintas intervenciones de salud.

Desde el comienzo del conflicto, la OMS ha entregado a Ucrania cerca de 3000 toneladas de suministros médicos vitales, como ambulancias, generadores, medicamentos para enfermedades crónicas y suministros de emergencia para traumatología y cirugía.

Para apoyar nuestra labor, la OMS ha hecho un llamamiento a fin de recaudar US$ 240 millones para llevar asistencia de salud a 11,4 millones de personas en Ucrania y en los países receptores de refugiados.

El conflicto está teniendo consecuencias para la salud, no solo en Ucrania, sino en todo el mundo, y millones de personas se han visto afectadas por el aumento del precio de los alimentos, especialmente en los países de ingresos bajos.

Como siempre, necesitamos salud para la paz y paz para la salud.

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Por último, en lo que respecta a la COVID-19, nuevas investigaciones confirman los beneficios de la vacunación y de la administración de dosis de refuerzo.

Además de reducir drásticamente las posibilidades de sufrir una enfermedad grave o de fallecer, los estudios ratifican que la vacunación y la administración de dosis de refuerzo también reducen la probabilidad de que los pacientes con COVID-19 sufran ataques cardíacos o accidentes cardiovasculares.

Hago hincapié en estas conclusiones porque ponen de nuevo el acento en por qué los Gobiernos deben continuar vacunando y administrando dosis de refuerzo a la población, especialmente a los grupos de mayor riesgo, como las personas de edad y los trabajadores de la salud.

También es fundamental que los Gobiernos mantengan y fortalezcan la vigilancia y la secuenciación para que, a medida que el virus evolucione, sea posible evaluar y actualizar rápidamente, según sea necesario, las vacunas, los tratamientos y las pruebas diagnósticas.

Esta semana, el Grupo Consultivo Técnico de la OMS para la Composición de la Vacuna contra la COVID-19 insistió en la necesidad de una vigilancia continua para orientar la composición de las vacunas, así como para evaluar su eficacia.

Si bien el mundo se encuentra, colectivamente, en una mejor tesitura que hace tres años, no debemos subestimar el virus.

Por lo tanto, es importante invertir en investigación para desarrollar vacunas que puedan proporcionar una protección más amplia, además de reducir la transmisión.

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Los terremotos, los conflictos y el impacto continuo de la pandemia de COVID-19 refuerzan la fragilidad a la que se enfrenta el mundo, así como la necesidad de fortalecer nuestras defensas colectivas frente a las emergencias sanitarias.

Esta semana, los Estados Miembros de la OMS están debatiendo las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional.

La próxima semana, los países comenzarán a negociar un «borrador preliminar» del nuevo acuerdo sobre pandemias.

Estos debates serán cruciales para construir una arquitectura de seguridad en materia de salud más eficaz para el futuro, basada en el derecho internacional, la equidad y el derecho fundamental a la salud para todas las personas.

Dije el pasado viernes en la Conferencia de Múnich sobre Seguridad que, ahora mismo, el mundo sigue sin estar preparado para otra pandemia.

Si bien los líderes tienen muchas otras crisis a las que enfrentarse, debemos seguir atentos a futuras amenazas epidémicas y pandémicas, o pagaremos un alto precio.

Ninguna crisis ocurre de forma aislada.

En un mundo en el que las crisis convergen y se solapan, necesitamos un enfoque mundial común, coherente y equitativo para hacer frente a las amenazas mundiales para la salud que nos afectan a todos.

Christian, le devuelvo la palabra.