Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
La semana pasada, el número de muertes semanales por COVID-19 notificadas fue el más bajo desde marzo de 2020.
Nunca hemos estado en mejor posición para poner fin a la pandemia.
Todavía no hemos llegado, pero ya se vislumbra el final.
Una maratonista no se detiene al divisar la línea de meta. Más bien aprieta el paso, con toda la energía que le queda.
Es lo que debemos hacer nosotros también.
Ya vemos la línea de meta. Estamos bien situados para ganar. Pero ahora es el peor momento para ralentizar la marcha.
Es el momento de redoblar el paso para cruzar la línea y recoger la recompensa de nuestro arduo trabajo.
Si no aprovechamos la oportunidad ahora, corremos el riesgo de que haya más variantes, más muertes, más interrupciones y más incertidumbre.
Así que aprovechemos la oportunidad.
La OMS publica hoy seis breves reseñas normativas que describen las medidas esenciales que todos los gobiernos deben tomar ahora para llegar al final de la carrera.
Se trata de resúmenes, basados en la evidencia y la experiencia de los últimos 32 meses, de lo que mejor funciona para salvar vidas, proteger los sistemas de salud y evitar perturbaciones sociales y económicas.
Estas reseñas normativas son un llamamiento urgente para que los gobiernos examinen detenidamente sus políticas y las fortalezcan para hacer frente a la COVID-19 y otros futuros patógenos con potencial pandémico.
Instamos a todos los países a que inviertan en vacunar al 100% de los grupos de mayor riesgo, en particular los trabajadores de la salud y las personas mayores, como prioridad máxima en el camino hacia una cobertura vacunal del 70%;
Mantener la realización de análisis y la secuenciación del SARS-CoV-2 e integrar los servicios de vigilancia y de análisis con los de otras enfermedades respiratorias, como la gripe;
Asegurarse de disponer de un sistema para prestar a los pacientes la atención adecuada e integrar la atención de la COVID-19 en los sistemas de atención primaria de salud;
Planificar para los aumentos repentinos de casos y asegurarse de tener los suministros, el equipo y los trabajadores de la salud necesarios;
Mantener las precauciones de prevención y control de infecciones para proteger a los trabajadores de la salud y a los pacientes no afectados por la COVID en los establecimientos de salud;
Comunicar claramente a las comunidades cualquier cambio que se introduzca en las políticas sobre la COVID-19 y las razones del cambio;
Y capacitar a los trabajadores de la salud para que detecten y aborden la información errónea, y elaboren información de salud de alta calidad en formatos digitales.
Las reseñas, que contienen información más pormenorizada sobre las medidas específicas que los gobiernos pueden tomar, ya pueden consultarse en línea.
Desde Nochevieja de 2019 –y cada día desde entonces– la OMS ha trabajado sin descanso para informar al mundo y poner en manos de las personas, dondequiera que estén, las herramientas necesarias para permanecer seguras, salvar vidas y posibilitar el funcionamiento de las sociedades.
Hemos ayudado a los países a construir plantas de oxígeno y centros de tratamiento;
Hemos despachado millones de mascarillas, batas, análisis, vacunas y muchos otros artículos a los países que los necesitaran, por todo el planeta;
El personal médico y de enfermería y otros trabajadores de la salud han confiado en las directrices de la OMS para protegerse y tratar a sus pacientes;
Hemos asesorado a los gobiernos para que encuentren la combinación correcta de medidas de salud pública;
Con nuestros socios de COVAX, hemos entregado más de 1700 millones de dosis de vacunas por todo el mundo, y los países de ingresos bajos han confiado en nosotros para recibir las tres cuartas partes de sus dosis vacunales;
Estamos ayudando a los países de ingresos bajos y medianos a impulsar su capacidad de fabricación de vacunas;
Hemos apoyado a los países para que mantengan en funcionamiento los sistemas y servicios de salud pese a la enorme presión;
Hemos combatido la información errónea y la desinformación;
Y cada día seguimos reuniendo a los expertos mundiales para que intercambien los últimos conocimientos científicos, vigilen las tendencias, analicen la evidencia y asesoren al mundo.
Y es lo que seguiremos haciendo hasta que la pandemia haya terminado de verdad.
Podemos poner fin a esta pandemia juntos, pero solamente si todos los países, fabricantes, comunidades y personas se movilizan y aprovechan la oportunidad.
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Estoy increíblemente orgulloso de nuestro increíble personal y de los logros increíbles que han conseguido a lo largo de la pandemia –y que siguen consiguiendo incluso mientras responden a muchas otras emergencias por todo el mundo.
En el Pakistán seguimos ayudando al gobierno a hacer frente a las inundaciones que han afectado a 33 millones de personas y han dañado casi 1500 establecimientos de salud, lo que ha privado a millones de personas de acceso a los servicios de salud.
Aunque las aguas ya retroceden, las necesidades de salud van en aumento.
Junto con el Ministerio de Salud, estamos coordinando la respuesta a esas necesidades mediante una evaluación urgente para determinar qué servicios de salud están más afectados y en qué zonas.
Hemos iniciado actividades de preparación y respuesta a los brotes de sarampión, cólera y paludismo, y prestamos apoyo al tratamiento de infecciones respiratorias, cutáneas y oculares, la fiebre tifoidea, la desnutrición y otras afecciones.
Inmediatamente después de las inundaciones, la OMS asignó 10 millones de dólares de los Estados Unidos de nuestro Fondo para Contingencias relacionadas con Emergencias, que estamos utilizando para distribuir medicamentos esenciales y otros suministros en 26 distritos.
Ello incluye tiendas de campaña para alojar establecimientos de salud provisionales, equipos de depuración de agua que pueden producir agua salubre para abastecer a 5000 personas al día y sobres de sales de rehidratación oral para 1 millón de personas.
Nos mantendremos junto al pueblo pakistaní ahora y mientras duren la recuperación y la reconstrucción.
Entretanto, continúa la tendencia a la baja en el brote mundial de viruela símica.
Pero, al igual que con la COVID-19, no es momento de relajarse ni de bajar la guardia.
Es el momento de que todas las comunidades y países afectados sigan aplicando las medidas que funcionan.
Los países y los trabajadores de la salud siguen necesitando apoyo para prepararse y poder reconocer los casos, realizar análisis y efectuar tratamientos, y prevenir infecciones.
Instamos especialmente a los países afectados a compartir secuencias genómicas, a fin de poder comprender mejor la evolución del virus.
Para terminar, este sábado, 17 de septiembre, es el Día Mundial de la Seguridad del Paciente.
Este años centraremos nuestra atención en una «Medicación sin daños».
Los medicamentos son herramientas poderosas para proteger la salud.
Pero los que se recetan erróneamente, se toman incorrectamente o son de mala calidad, pueden causar daños graves e incluso la muerte.
En el ámbito mundial, uno de cada 20 pacientes sufre daños debidos a la medicación que podrían evitarse, y las prácticas de medicación poco seguras y los errores de medicación representan la mitad de todos los daños evitables en la atención médica.
La OMS trabaja para reducir los daños por medicación y prevenir este sufrimiento innecesario, apoyando a los países para que informen y empoderen a los pacientes;
Mejorando la denominación, el etiquetado y el envasado de los medicamentos;
Apoyando a los trabajadores de la salud y asistenciales para evitar los errores;
Y mejorando los sistemas y prácticas de medicación para reducir los riesgos de daños.
En este Día Mundial de la Seguridad del Paciente, muchas ciudades de todo el mundo iluminarán monumentos en color naranja como declaración de que todas las personas tenemos una función que desempeñar en la seguridad de los medicamentos y en el logro de una medicación sin daños.
Porque nadie debería sufrir daños cuando solicita atención de salud.
Tarik, le devuelvo la palabra.