Alocución de apertura del Director General de la OMS en la conferencia de prensa sobre la COVID-19 - 7 de septiembre de 2022

7 de septiembre de 2022

Buenos días, buenas tarde y buenas noches. 

Permítanme hablar en primer lugar de la pandemia de COVID-19. 

El número de casos y defunciones notificados en todo el mundo sigue disminuyendo. 

Se trata de un dato muy alentador. Sin embargo, nada nos asegura que estas tendencias se mantendrán, y sería muy peligroso suponer que lo harán. 

Aunque el número de defunciones notificadas por semana ha disminuido en más de un 80% desde febrero, la semana pasada falleció una persona por COVID-19 cada 44 segundos. 

La mayoría de estas defunciones se pueden evitar. 

Tal vez estén cansados de oírme decir que la pandemia no ha terminado. Pero lo seguiré diciendo hasta que se acabe definitivamente. Este virus no va a desaparecer por arte de magia. 

Sabemos que muchos gobiernos deben hacer frente a numerosos problemas y que deben responder a prioridades que se contraponen entre sí. 

Para ayudarles, la OMS publicará la próxima semana una serie de seis breves notas orientativas sobre políticas en las que expondrá las medidas esenciales que todos los gobiernos pueden adoptar para reducir la transmisión y salvar vidas. 

Estas notas abarcarán aspectos esenciales relativos a las pruebas, la atención clínica, la vacunación, la prevención y el control de las infecciones, la comunicación de riesgos y la movilización de las comunidades, así como a la gestión de las infodemias. 

Esperamos que los países las utilicen para reevaluar y ajustar sus políticas a fin de proteger a los más vulnerables, tratar a las personas que lo necesiten y salvar vidas. 

La pandemia y la respuesta están en constante evolución en todos los países. 

Mientras seguimos respondiendo a la pandemia, se continúa trabajando para poner en marcha medidas que protejan al mundo de futuras epidemias y pandemias. 

El pasado mes de noviembre, los Estados Miembros de la OMS tomaron la histórica decisión de negociar un nuevo acuerdo internacional sobre la preparación y la respuesta frente a las pandemias. 

Los países que se han reunido anteriormente para acordar tratados sobre las amenazas que suponen el tabaco, las armas nucleares y el cambio climático se reúnen de nuevo a fin de acordar un enfoque común para hacer frente a la amenaza que representan las epidemias y las pandemias. 

El resultado final será un instrumento jurídico negociado y aplicado por los Estados soberanos de acuerdo con su propia legislación. 

Pero se trata de un debate que no compete solamente a los gobiernos. 

Las pandemias suponen una amenaza para todas las personas de nuestro planeta y es importante que todas tengan voz para decidir el contenido de este histórico acuerdo internacional. 

Con ese fin, la OMS está organizando audiencias públicas para que el mayor número posible de personas pueda participar en el proceso de negociación. 

La primera ronda de audiencias públicas tuvo lugar en abril, y la segunda se celebrará este mes. 

Invitamos a todas las personas, con independencia de su lugar de residencia, a que expresen su opinión enviando una declaración en vídeo entre el 9 y el 13 de septiembre, en la que respondan a la siguiente pregunta: 

«Teniendo en cuenta de su experiencia durante la pandemia de COVID-19, ¿qué cree que debería hacerse a nivel internacional para protegerse mejor contra futuras pandemias?» 

Esperamos recibir muchas sugerencias e ideas del mayor número posible de países. 

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Pasemos ahora a la viruela símica, que sigue evolucionando a la baja en Europa. 

Aunque el número de casos notificados en las Américas también ha disminuido en la última semana, es más difícil sacar conclusiones concluyentes sobre la epidemia en esta región. 

Algunos países de las Américas siguen informando que el número de casos ha aumentado, mientras que en otros países es probable que muchos casos no se registren debido a la estigmatización, la discriminación o a la escasa información que reciben las personas que más la necesitan. 

Pero como he dicho, puede ser muy peligroso confiarse ante una tendencia a la baja. 

La OMS sigue recomendando a todos los países que sigan aplicando una serie de medidas de salud pública adecuadas, así como realizando pruebas y estudios y vacunando selectivamente a la población, siempre que dispongan de vacunas. 

La participación de las comunidades es fundamental. La semana pasada, la OMS celebró una consulta con líderes comunitarios de todo el mundo para escuchar sus opiniones y sus inquietudes y para hacer hincapié en la importancia de hacer frente a la viruela símica mediante los servicios y la infraestructura existentes, incluidos los de la salud sexual y los de la lucha contra el VIH. 

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Quisiera hablar ahora sobre el Pakistán, donde casi 1500 establecimientos de salud se han visto afectados por las inundaciones. 

Las existencias de medicamentos de emergencia y de otros productos sanitarios son limitadas. 

La OMS ha entregado medicamentos, kits para purificar el agua, tiendas de campaña y otros insumos y, junto con sus asociados, ha instalado más de 4500 campamentos médicos para prestar servicios de salud esenciales. 

El reto es enorme.

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Por último, seguimos estando muy preocupados por la situación que se vive en el Sahel y en la región del Cuerno de África, especialmente en Somalia. 

Si no se refuerza urgentemente la ayuda humanitaria, en algunas zonas de Somalia se corre el riesgo de sufrir una hambruna en un futuro muy próximo. 

Millones de personas en otras partes del país sufren al hambre extremo y es probable que muchas ya hayan muerto de hambre. 

El rápido aumento de la ayuda humanitaria desde principios de año ha salvado la vida a muchas personas. 

Sin embargo, los recursos de que disponen la OMS y sus asociados para afrontar la crisis son insuficientes para satisfacer las crecientes necesidades. 

Somalia, sus países vecinos de la región del Cuerno de África y los países de la región del Sahel necesitan que el mundo les ayude, y lo necesitan ya. 

Margaret, le devuelvo la palabra.

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