Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 15 de abril de 2020

15 de abril de 2020

Buenos días, buenas tardes o buenas noches, según donde estén.

Cuando las naciones del mundo se juntaron en 1945 para formar las Naciones Unidas, una de las primeras cuestiones que abordaron fue la creación de una organización para proteger y promover la salud de todas las personas del planeta.

Aquel deseo quedó reflejado en la Constitución de la OMS, en la que se afirma que el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social.

Ese credo sigue siendo nuestra visión en la actualidad.

Los Estados Unidos han sido un amigo generoso de la OMS desde hace mucho tiempo, y confiamos en que sigan siéndolo.

Lamentamos la decisión del Presidente de los Estados Unidos de ordenar un cese del financiamiento de la Organización Mundial de la Salud.

Con el apoyo de los ciudadanos y el Gobierno estadounidenses, la OMS trabaja para mejorar la salud de muchas de las personas más pobres y vulnerables del planeta.

La OMS no solo combate la COVID-19. También trabajamos para hacer frente a la poliomielitis, el sarampión, el paludismo, el ebola, el VIH, la tuberculosis, la malnutrición, el cáncer, la diabetes, los trastornos de salud mental y muchas otras enfermedades y afecciones.

También colaboramos con los países para fortalecer los sistemas de salud y mejorar el acceso a servicios sanitarios capaces de salvar vidas.

La OMS está examinando las repercusiones para nuestra labor de una posible retirada de la financiación de los Estados Unidos, y colaborará con nuestros asociados para cubrir los déficits financieros a que podamos enfrentarnos y garantizar que nuestra labor continúe sin interrupciones.

Seguimos estando absolutamente comprometidos con la salud pública, la ciencia y el servicio a todas las personas del mundo sin temores ni favoritismos.

Tenemos la misión y el mandato de cooperar por igual con todas las naciones sin tener en cuenta el tamaño de su población ni su economía.

La COVID-19 no discrimina entre naciones ricas y pobres ni grandes y pequeñas. No discrimina entre nacionalidades, etnias ni ideologías.

Tampoco nosotros lo hacemos. Es el momento de que todos estemos unidos en nuestra lucha común contra una amenaza igualmente común que constituye un peligroso enemigo.

Cuando estamos divididos, el virus se aprovecha de las grietas que se abren entre nosotros.

Estamos comprometidos a servir a la población mundial y a rendir cuentas de los recursos que se nos confían.

En su debido momento, el desempeño de la OMS a la hora de combatir esta pandemia será examinado por los Estados Miembros de la OMS y por los organismos independientes que aseguran la transparencia y la rendición de cuentas. Esto forma parte del proceso habitual establecido por nuestros Estados Miembros.

Sin duda se identificarán aspectos susceptibles de mejora y todos deberemos extraer enseñanzas.

Pero, ahora mismo, nuestra prioridad —mi prioridad— es frenar este virus y salvar vidas.

La OMS está agradecida a las numerosas naciones, organizaciones y particulares que han expresado estos días a la OMS su apoyo y compromiso, incluido el compromiso económico.

Acogemos con satisfacción esta demostración de solidaridad mundial, porque la solidaridad es la clave para derrotar a la COVID-19.

La OMS sigue adelante con su trabajo.

Continuamos estudiando el virus cada momento de cada día, estamos aprendiendo de muchos países qué medidas funcionan, y compartimos esa información con el mundo.

Ha habido más de 1,5 millones de inscripciones en los cursos en línea que la OMS ofrece a través de OpenWHO.org, una plataforma que seguiremos ampliando para formar a muchos millones de personas más y así poder combatir eficazmente la COVID-19.

Hoy hemos lanzado un nuevo curso para profesionales sanitarios sobre el modo de ponerse y quitarse correctamente el equipo de protección personal.

Todos los días reunimos a miles de profesionales clínicos, epidemiólogos, formadores, investigadores, técnicos de laboratorio, especialistas en prevención de infecciones y otros expertos para intercambiar conocimientos sobre la COVID-19.

Nuestras orientaciones técnicas recopilan los datos científicos más recientes para ponerlos a disposición de los ministros de salud, los profesionales sanitarios y la población general.

Ayer tuve el honor de hablar ante los jefes de Estado y de Gobierno de las 13 naciones del grupo ASEAN más tres.

Fue estimulante escuchar sus experiencias y su compromiso de colaborar para asegurar un futuro compartido.

Como resultado de su experiencia con el SARS y la gripe aviar, estos países han establecido medidas y sistemas que ahora les están ayudando a detectar la COVID-19 y responder a ella.

También seguimos colaborando con asociados en todo el mundo para acelerar la investigación y el desarrollo.

Más de 90 países se han incorporado o han expresado su interés por incorporarse al ensayo Solidaridad. Se trata de un estudio destinado a evaluar la seguridad y eficacia de cuatro medicamentos y combinaciones de medicamentos, y ya se ha incluido en él a más de 900 pacientes.

Han comenzado los ensayos clínicos de tres vacunas, hay más de 70 otras vacunas en desarrollo, y estamos colaborando con nuestros asociados para acelerar el desarrollo, la producción y la distribución de vacunas.

Además del ensayo Solidaridad, me congratula anunciar que la OMS ha convocado a grupos de profesionales clínicos para analizar el efecto de los corticoesteroides y otros antiinflamatorios en los resultados terapéuticos.

Concretamente, estamos examinando el uso de oxigenoterapia y las estrategias de ventilación en los pacientes. Cualquier intervención que reduzca la necesidad de ventilación asistida y mejore los resultados clínicos en los enfermos críticos es importante para salvar vidas, especialmente en entornos de bajos recursos.

La semana pasada anuncié la creación del Equipo de Tareas de las Naciones Unidas sobre las Cadenas de Suministro para impulsar la distribución de equipo médico esencial.

Ayer despegó el primer vuelo solidario de las Naciones Unidas para transportar equipo de protección personal, respiradores y suministros de laboratorio a numerosos países de toda África.

Este vuelo solidario forma parte de un esfuerzo masivo para transportar suministros médicos capaces de salvar vidas a 95 países de todo el planeta en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos y otros organismos como UNICEF, el Fondo Mundial, la Alianza Gavi, el Departamento de Apoyo Operacional de las Naciones Unidas y Unitaid, entre otros.

Por tierra, mar y aire, el personal de la OMS trabaja día y noche para llevar suministros a profesionales sanitarios y comunidades de todo el mundo. 

Quiero dar las gracias a la Unión Africana, a los Gobiernos de los Emiratos Árabes Unidos y Etiopía, a la Fundación Jack Ma y a todos nuestros asociados por su solidaridad con los países africanos en este momento crítico de la historia. También deseo agradecer su liderazgo al Presidente Ramaphosa y al Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki.

El Fondo de Respuesta Solidaria ha generado ya casi US$ 150 millones procedentes de 240 000 particulares y organizaciones.

El próximo sábado se reunirán algunos de los nombres más conocidos del mundo de la música en el concierto One World: Together at Home («Un solo mundo: juntos en casa») con el fin de recaudar fondos adicionales para el Fondo de Respuesta Solidaria.

Pero no solo para recaudar fondos, sino también para unir al mundo: porque somos un solo mundo, una sola humanidad que lucha contra un enemigo común. Doy las gracias a Lady Gaga, a Global Citizen y a todos los que están colaborando para organizar este concierto.

Seguiremos trabajando con todos los países y todos los asociados para servir a la población mundial manteniendo un compromiso incansable con la ciencia, las soluciones y la solidaridad.

Desde el primer momento, la OMS ha luchado contra la pandemia con toda su alma y todo su espíritu. Seguiremos haciéndolo hasta el final. Este es nuestro compromiso con el mundo entero.

Muchas gracias.