- Los resultados preliminares del ensayo de tratamientos Solidaridad revelan que los otros dos fármacos objeto de ensayos, remdesivir e interferón, tienen efecto escaso o nulo para prevenir defunciones por COVID-19 o reducir el periodo de hospitalización.
- De momento, el tratamiento con el corticoesteroide dexametasona es el único que ha mostrado eficacia contra la COVID-19 en pacientes con enfermedad grave.
- Aunque el número de defunciones notificadas en Europa la última semana está todavía por debajo de la cuarta parte del número de defunciones notificadas en la peor semana de marzo, las hospitalizaciones van en aumento, y muchas ciudades comunican que en pocas semanas habrán ocupado todas sus camas de cuidados intensivos.
- Durante el invierno de este año en el hemisferio sur, el número de casos de gripe estacional y defunciones conexas fue inferior al usual, gracias a las medidas adoptadas para contener la COVID-19. Sin embargo, no podemos suponer que lo mismo ocurrirá en el hemisferio norte.
- En algunos países, la demanda de vacunas contra la gripe podría sobrepasar a la oferta. Por consiguiente, el Grupo de Expertos de la OMS en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización recomendó que, en lo que respecta a la vacunación contra la gripe durante la pandemia de COVID-19, entre los cinco grupos de riesgo se otorgue la máxima prioridad al personal sanitario y los adultos mayores. El uso de antivíricos es otro recurso insuficientemente utilizado para tratar a las personas con gripe. Alentamos a todos los países a que utilicen todos los instrumentos a su disposición.
- Hoy es el Día Mundial de la Hipertensión. Con el fin de ayudar a los países a tomar medidas contra las enfermedades cardiovasculares, la OMS ha desarrollado el conjunto de instrumentos HEARTS, en el que se esbozan los seis elementos esenciales para prevenir las amenazas contra la salud cardiovascular, en particular la hipertensión.
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Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Seis meses atrás, la OMS puso en marcha el ensayo Solidaridad, con el fin de evaluar la eficacia de cuatro fármacos para el tratamiento de la COVID-19.
El ensayo Solidaridad es el mayor ensayo aleatorio controlado de tratamientos contra la COVID-19 realizado en todo el mundo, y cuenta con la participación de 13 000 pacientes en 500 hospitales de 30 países.
En junio anunciamos la interrupción de la línea de investigación sobre la hidroxicloroquina, y en julio anunciamos que dejaríamos de reclutar pacientes para recibir la combinación de lopinavir y ritonavir.
Los resultados preliminares del ensayo revelan ahora que otros dos fármacos ensayados, remdesivir e interferón, tienen efecto escaso o nulo para evitar defunciones por COVID-19 o reducir el periodo de hospitalización.
Esperamos los resultados completos, que se divulgarán en breve en una publicación científica de referencia.
Deseamos agradecer a todos los pacientes y médicos que participaron hasta ahora en ese estudio sin precedentes, y a los países y hospitales que asumieron los costos del ensayo.
El ensayo Solidaridad aún está reclutando a unos 2000 pacientes cada mes y valorará otros tratamientos, en particular los de anticuerpos monoclonales y nuevos antivíricos.
Hasta ahora, el corticoesteroide dexametasona sigue siendo el único tratamiento que se ha mostrado eficaz contra la COVID-19 en pacientes con enfermedad grave.
Todavía se están realizando muchos otros ensayos de terapias identificadas en el Plan de investigación y desarrollo en lo relativo a la COVID-19.
En el marco del Acelerador ACT, la OMS mantiene plenamente su compromiso de acelerar el desarrollo de vacunas, medios diagnósticos y tratamientos para la COVID-19, y asegurar su distribución equitativa.
En ese espíritu, acogemos con satisfacción los esfuerzos por ampliar el acceso a las pruebas, los tratamientos y las vacunas de la COVID-19, entre ellos la propuesta presentada recientemente por Sudáfrica y la India en la Organización Mundial del Comercio, que aboga por la exención de derechos de patente sobre los productos médicos para la COVID-19, hasta el final de la pandemia.
El final de la pandemia comienza con la colaboración y el intercambio en todos los niveles de la comunidad mundial.
Esto incluye el intercambio de datos, conocimientos e información sujeta a derechos de propiedad intelectual en lo concerniente a productos sanitarios vitales que salvan vidas.
Por ese motivo, a finales de mayo del año en curso, la OMS y Costa Rica pusieron en marcha el Acceso Mancomunado a las Tecnologías contra la COVID-19 (C-TAP), una iniciativa voluntaria que permitirá el intercambio y la distribución equitativa de los beneficios de la investigación científica. Además, queremos aprovechar esta oportunidad para expresar nuestra gratitud a Sudáfrica y la India.
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Mientras el invierno se aproxima en el hemisferio norte, los casos de COVID-19 aumentan en todo el mundo, especialmente en Europa, donde los países están ampliando las medidas para contener los brotes y muchas personas están comprensiblemente agobiadas por los trastornos que la pandemia está provocando en sus vidas y medios de subsistencia.
La semana pasada, el número de casos notificados en Europa fue casi tres veces mayor que el primer número máximo alcanzado en marzo.
Si bien el número de defunciones notificadas en Europa la última semana es muy inferior al de marzo, el número de hospitalizaciones está aumentando, y muchas ciudades comunican que en las próximas semanas habrán ocupado todas sus camas de cuidados intensivos.
Cada cama de hospital ocupada por un paciente con COVID-19 es una cama que no está disponible para un paciente de otro trastorno o enfermedad, por ejemplo, gripe.
Cada año se registran en todo el mundo hasta 3,5 millones de casos graves de gripe estacional, y hasta 650 000 defunciones relacionadas con enfermedades respiratorias.
Este año, durante el invierno del hemisferio sur, el número de casos de gripe estacional y defunciones conexas fue inferior al habitual, gracias a las medidas adoptadas para contener la COVID-19.
Sin embargo, no podemos suponer que lo mismo ocurrirá en la temporada de gripe en el hemisferio norte.
La cocirculación de gripe y COVID-19 puede plantear desafíos para los sistemas de salud y los centros sanitarios, dado que ambas enfermedades presentas muchos síntomas similares.
Por ese motivo, la OMS está trabajando con los países a fin de adoptar un enfoque holístico respecto de las actividades de preparación, prevención, control y tratamiento en lo relativo a todas las enfermedades respiratorias, en particular la gripe y la COVID-19.
Muchas de las medidas que son eficaces para prevenir la COVID-19 lo son también para prevenir la gripe, incluidas las de distanciamiento físico, higiene de manos, precauciones al toser, ventilación y uso de mascarillas.
Si bien aún no tenemos una vacuna segura y eficaz contra la COVID-19, sí tenemos vacunas seguras y eficaces contra la gripe.
La OMS recomienda la vacunación contra la gripe para cinco grupos específicos: mujeres embarazadas, personas con enfermedades preexistentes, adultos mayores, profesionales sanitarios y niños.
Para esos grupos la vacunación contra la gripe sigue siendo importante.
No obstante, uno de los desafíos que afrontamos en la actualidad es que, en algunos países, la demanda de vacunas contra la gripe pueda ser superior a la oferta.
Por ese motivo, el Grupo de Expertos de la OMS en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización recomendó que, en lo que respecta a la vacunación contra la gripe durante la pandemia de COVID-19, entre los cinco grupos de riesgo se otorgue la máxima prioridad al personal sanitario y los adultos mayores.
El uso de antivíricos es otro recurso insuficientemente utilizado para tratar a las personas con gripe. Alentamos a todos los países a utilizar todos los instrumentos a su disposición.
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Por último, hoy es el Día Mundial de la Hipertensión.
El día tiene para mí una significado personal, dado que soy una de los 1 130 millones de personas hipertensas en todo el mundo.
Yo tengo acceso a una buena atención médica. Pero otras personas hipertensas no son tan afortunadas.
En todo el mundo, 9 de cada 10 personas hipertensas no pueden controlar su tensión, y 2 de cada 5 personas hipertensas ni siquiera saben que lo son.
Las personas hipertensas tienen un mayor riesgo de sufrir cardiopatía coronaria, lesiones renales y accidente cerebrovascular, así como enfermedad grave y muerte por COVID-19; a ese respecto, la pandemia ha deteriorado gravemente los servicios relacionados con la hipertensión en más de la mitad de los países.
Con el fin de ayudar a los países a tomar medidas contra las enfermedades cardiovasculares, la OMS ha desarrollado el conjunto de instrumentos HEARTS, en el que se esbozan los seis elementos esenciales para prevenir las amenazas contra la salud cardiovascular, en particular la hipertensión.
Aun cuando centremos nuestros empeños en poner fin a la pandemia, debemos recordar que la COVID-19 es solo una de muchas amenazas sanitarias.
Por eso, la visión de la OMS sigue siendo el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr para todos y en todas partes: salud para todos.
Muchas gracias.