Alocución de apertura del Director General de la OMS ‎en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada ‎el 20 de abril de 2020

20 de abril de 2020

Buenos días, buenas tardes y buenas noches.

En primer lugar, quiero felicitar la Pascua a quienes ayer celebraron la Pascua Ortodoxa, entre otros países en el mío, Etiopía.

Hoy es el primer día en que nuestras ruedas de prensa en inglés se interpretan simultáneamente a todos los idiomas oficiales de las Naciones Unidas: árabe, chino, español, francés y ruso. Pronto se incorporarán también el swahili y el hindi. Queremos que nuestras Naciones Unidas sean auténticamente unidas y multilaterales incluyendo más lenguas y comunicándonos con el mundo entero.

Doy la bienvenida a los periodistas de todo el mundo y les invito a hacer sus preguntas en cualquiera de los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas; de momento, porque más adelante será posible hacerlo en más idiomas.

Quiero empezar dando las gracias a los numerosos músicos, humoristas y activistas humanitarios que hicieron que el concierto del sábado One World, Together at Home («Un solo mundo: unidos en casa») fuera un enorme éxito. Me siento abrumado por el enorme apoyo recibido a lo largo de más de ocho horas, y toda la comunidad de la OMS está muy agradecida.

La OMS está orgullosa de haber organizado este evento conjuntamente con Global Citizen, mi gran amigo Hugh Evans y Lady Gaga. También quiero dar las gracias a mi colega Paul Garwood, que tuvo la idea y trabajó durísimamente durante varias semanas para hacerla realidad.

Paul Garwood es uno de nuestros colegas que está en primera línea. Les pido a mis colaboradores que me sugieran ideas aunque parezcan descabelladas, y así lo hizo él. Pero como soy el jefe me llevo todo el mérito, y no debe ser así. El mérito es de mi colega Paul Garwood, de nuestro departamento de Comunicación. Espero que todos mis colaboradores me sigan ofreciendo este tipo de «ideas descabelladas». Me siento orgulloso de formar parte de la OMS. Muy, muy orgulloso.

El evento recaudó más de US$ 127 millones para ayudar a varias organizaciones que están respondiendo a la COVID‑19; de ese importe, US$ 55 millones se destinarán al Fondo de Respuesta Solidaria de la OMS.

El Fondo ha obtenido ya más de US$ 194 millones procedentes de más de 270 000 particulares, empresas y fundaciones.

Ayer tuve el honor de dirigirme a los ministros de salud de los países del G20.

Agradezco el apoyo expresado por numerosos países por la Iabor coordinadora de la OMS y por nuestras orientaciones técnicas.

También agradezco las declaraciones del G77 y del Movimiento de los Países No Alineados en las que expresaron su firme apoyo a la OMS.

Como saben, el G77 abarca 133 países, y el Movimiento de los Países No Alineados, 120. Es por tanto un gran voto de confianza, por el que damos las gracias a ambos grupos de países.

El compromiso de la OMS es un compromiso con la ciencia, las soluciones y la solidaridad.

Nuestro compromiso es apoyar a todos los países para salvar vidas. Esa es nuestra intención, y punto. Estamos para eso: para salvar vidas.

Hemos hablado ya sobre los factores que los países deben tener en cuenta al planificar el levantamiento de las medidas de confinamiento.

Queremos insistir una vez más en que la relajación de las restricciones no supone el fin de la epidemia en ningún país.

Acabar con la epidemia exigirá un esfuerzo sostenido de las personas, las comunidades y los gobiernos para seguir combatiendo y controlando este mortífero virus.

Las medidas de confinamiento pueden ayudar a restar fuerza a la epidemia en un país, pero no pueden acabar con ella por sí solas.

Ahora, los países deben asegurarse de tener capacidad para detectar todos los casos, realizarles pruebas, aislarlos y tratarlos, así como para rastrear todos los contactos.

Acogemos con satisfacción el desarrollo y validación acelerados de pruebas de detección de anticuerpos contra el virus de la COVID‑19, que nos ayudan a entender el alcance de la infección en la población.

La OMS proporciona apoyo técnico, científico y financiero para la realización de estudios epidemiológicos de seroprevalencia en todo el mundo.

Los datos iniciales de algunos de esos estudios sugieren que, incluso en zonas muy afectadas, el porcentaje de población infectada puede ser relativamente pequeño, de no más del 2% o 3%.

Mientras que las pruebas de anticuerpos son importantes para saber quiénes han sufrido la infección, las pruebas de detección del virus constituyen un instrumento fundamental para localizar, diagnosticar, aislar y tratar los casos activos.

Una de las prioridades de la OMS es colaborar con los asociados para aumentar la producción de pruebas diagnósticas y su distribución equitativa a los países que más las necesitan.

Para lograrlo, la OMS ha colaborado con la Fundación para la Obtención de Medios de Diagnóstico Innovadores (FIND) y la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud para seleccionar y validar cinco pruebas que puedan fabricarse en grandes cantidades.

En colaboración con el Fondo Mundial, el UNICEF y el Unitaid hemos encargado 30 millones de pruebas para los cuatro próximos meses.

Los primeros envíos de estas pruebas comenzarán la semana próxima a través de la Cadena de Suministro de las Naciones Unidas que hemos puesto en marcha junto con el Programa Mundial de Alimentos y otros asociados.

Los vuelos solidarios seguirán transportando a toda África suministros médicos que salvan vidas con el fin de proteger a los profesionales sanitarios que están en primera línea del esfuerzo por evitar muertes y frenar la pandemia.

A lo largo de la semana pasada, la OMS ha colaborado estrechamente con el Programa Mundial de Alimentos para suministrar mascarillas, gafas de protección, kits analíticos, pantallas faciales y otros equipos médicos a 40 países.

Esto forma parte del esfuerzo general por mantener activas las cadenas de suministro y garantizar la llegada de suministros clave a 120 países prioritarios.

A lo largo de abril y mayo prevemos suministrar casi 180 millones de mascarillas quirúrgicas, 54 millones de mascarillas autofiltrantes N95 y más de 3 millones de gafas de protección a los países que más necesitan este material.

También quiero destacar que la Fundación Jack Ma ha donado a la OMS 100 millones de mascarillas, un millón de mascarillas autofiltrantes N95 y un millón de kits analíticos.

Ayer mantuvimos una conversación muy productiva con Jack Ma, que desea seguir prestando su ayuda a los países que la necesitan.

También seguimos liderando los esfuerzos de investigación y desarrollo.

Más de 100 países se han unido ya al ensayo Solidaridad para evaluar medicamentos contra la COVID‑19, y 1200 pacientes de los cinco primeros países han sido ya asignados aleatoriamente a uno de los grupos del ensayo.

Prevemos que esta semana haya más de 600 hospitales listos para empezar a incorporar pacientes.

Cuanto más rápido se incorporen pacientes al ensayo, más rápido obtendremos resultados.

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Concluyo recordando que ayer se cumplió un año desde que nuestro colega el Dr. Richard Mouzoko, del Camerún, fue asesinado mientras participaba en la respuesta al ebola en la República Democrática del Congo.

Después de 54 días sin ningún caso nuevo, en los 10 últimos días ha habido seis casos de ebola. Seguimos trabajando firmemente con nuestros asociados para apoyar al Gobierno y asegurarnos de que estas chispas no den lugar a un incendio mayor.

Desgraciadamente, Richard es solo uno de los muchos profesionales sanitarios que el año pasado dieron su vida en todo el mundo en el cumplimiento del deber.

Algunos fallecieron por ataques a centros sanitarios, y otros por COVID‑19.

Quiero aprovechar la ocasión para expresar de nuevo mis condolencias a la familia de Richard y al Camerún.

También quiero rendir homenaje a todos los profesionales sanitarios.

Les saludamos a todos ustedes, los profesionales sanitarios, y estamos comprometidos a apoyarles. No damos por hecho su compromiso y heroísmo. Muchas gracias por salvar vidas aun a costa de poner en peligro las suyas.

No hay nada más hermoso que lo que hacen. Por favor, sigan haciéndolo.

Tienen el máximo respeto y agradecimiento de la OMS.

Muchas gracias.