Buenos días, buenas tardes y buenas noches, dondequiera que estén.
Cada día que pasa, la COVID-19 parece marcar un nuevo y trágico hito.
Se han notificado a la OMS más de 210 000 casos y han perdido la vida más de 9000 personas.
Cada vida perdida es una tragedia. También es una motivación para redoblar esfuerzos y hacer todo lo posible por detener la transmisión y salvar vidas.
También debemos celebrar nuestros éxitos. Ayer, Wuhan no notificó nuevos casos por primera vez desde el inicio del brote.
Wuhan infunde esperanzas al resto del mundo: incluso la situación más grave puede revertirse.
Por supuesto, debemos ser precavidos. La situación podría cambiar. Pero la experiencia de las ciudades y los países que han logrado detener este virus dan esperanza y valor al resto del mundo.
Cada día que pasa vamos sabiendo más cosas sobre este virus y la enfermedad que causa.
Una de las lecciones que estamos extrayendo es que si bien los más golpeados son las personas mayores, los jóvenes no están a salvo.
Los datos de numerosos países indican claramente que las personas menores de 50 años constituyen un porcentaje relevante de los pacientes que requieren hospitalización.
Hoy tengo un mensaje para los jóvenes: no son invencibles. Este virus podría llevarlos al hospital durante semanas o incluso matarlos.
Y aunque no se enfermen, las decisiones que tomen sobre sus movimientos podrían inclinar la balanza entre la vida y la muerte para otra persona.
Estoy agradecido de que tantos jóvenes estén difundiendo el mensaje y no el virus.
Como vengo repitiendo, la solidaridad es la clave para derrotar a la COVID-19: solidaridad entre países, pero también entre grupos de edad.
Gracias por escuchar nuestro llamamiento a la solidaridad, solidaridad, solidaridad.
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Desde el principio hemos dicho que nuestra mayor preocupación es el impacto que este virus podría tener si se asienta en países con sistemas de salud más débiles o con poblaciones vulnerables.
Esa preocupación se ha convertido ahora en algo muy real y urgente.
Sabemos que si esta enfermedad se asienta en estos países, podría provocar un número importante de afecciones y pérdidas de vidas.
Pero no es algo inevitable. A diferencia de cualquier otra pandemia de la historia, tenemos el poder de cambiar el curso de los acontecimientos.
La OMS está trabajando activamente para dar apoyo a todos los países y en especial a los que más lo necesitan.
Como saben, el colapso del mercado de los equipos de protección personal ha creado dificultades extremas para garantizar que los trabajadores de la salud tengan acceso a los equipos que necesitan para trabajar de forma segura y eficaz.
Se trata para nosotros de un motivo de preocupación central.
Hemos identificado algunos productores en China que han aceptado suministrar equipos a la OMS.
Estamos ultimando las disposiciones correspondientes y coordinando los envíos para reponer nuestras existencias y enviar equipos de protección personal a quienes más los necesiten.
Nuestro objetivo es construir un canal que garantice la continuidad del suministro, con el apoyo de nuestros asociados, los gobiernos y el sector privado. Estoy muy agradecido a Jack Ma y a su fundación, así como a Aliko Dangote, por la voluntad que han expresado de ayudar a ofrecer suministros esenciales a los países que los necesiten.
Para sustentar nuestro llamamiento a realizar pruebas a todos los casos sospechosos, también estamos trabajando duro para incrementar el suministro mundial de pruebas de diagnóstico.
Hay muchas empresas en todo el mundo que producen kits de diagnóstico, pero la OMS sólo puede comprar o recomendar kits que hayan sido evaluados de manera independiente, para garantizar su calidad.
Así que hemos trabajado con la FIND (Fundación para la Obtención de Medios de Diagnóstico Innovadores) para contratar a laboratorios adicionales que puedan evaluar las nuevas pruebas diagnósticas.
En paralelo, estamos trabajando con empresas a fin de garantizar el suministro y la distribución equitativa de estas pruebas.
También estamos trabajando con empresas para incrementar la producción de otros productos necesarios para la realización de pruebas, desde los hisopos utilizados para tomar las muestras hasta las grandes máquinas necesarias para procesarlas.
Estamos muy agradecidos al sector privado por el paso adelante que ha dado para prestar apoyo a la respuesta mundial.
En los últimos días he hablado con la Cámara de Comercio Internacional, con muchos directores generales a través del Foro Económico Mundial y con el grupo «B20» de dirigentes empresariales de los países del G20.
Sabemos de las graves consecuencias financieras de esta pandemia para las empresas y la economía mundial.
Nos alienta comprobar la solidaridad y la generosidad mostradas por los dirigentes empresariales, quienes están usando sus recursos, experiencia y redes para mejorar la disponibilidad de suministros, comunicar información fiable y proteger a su personal y a sus clientes.
Y también nos alienta que países de todas las latitudes sigan aportando su apoyo la respuesta mundial. Agradecemos a Kuwait su contribución de 40 millones de dólares.
Además de incrementar el acceso a mascarillas, guantes, batas y pruebas, estamos mejorando el acceso a las orientaciones basadas en pruebas científicas que necesitan los países y los trabajadores de la salud para salvar vidas.
La OMS ha publicado orientaciones destinadas a los ministerios de salud, los administradores de sistemas de salud y otros responsables de tomar decisiones para ayudarles a procurar tratamientos que salven vidas cuando los sistemas de salud se vean amenazados, sin poner en peligro la seguridad de los trabajadores de la salud.
Las orientaciones detallan medidas que todos los países pueden adoptar para atender a los pacientes, independientemente del número de casos que tengan. También describen medidas específicas para preparar a los sistemas de salud a afrontar cada una de las cuatro situaciones conocidas como «4 C»: ningún caso, casos esporádicos, conglomerados y transmisión comunitaria.
Estas orientaciones brindan abundantes informaciones prácticas sobre la detección y la selección, la remisión, el personal, los suministros, la norma asistencial y la participación de la comunidad, entre otros temas.
Alentamos a todos los países a que hagan uso de estas y otras muchas orientaciones, todas ellas publicadas en el sitio web de la OMS.
Pero no sólo asesoramos a los países. También tenemos recomendaciones para las personas de todo el mundo, especialmente quienes se están adaptando a esta nueva realidad.
Sabemos que para mucha gente, la vida está cambiando drásticamente.
Mi familia no es una excepción: mi hija ya sigue sus clases en línea y desde casa porque su escuela está cerrada.
En este difícil momento, es importante seguir cuidando la salud física y mental. Esto no sólo les será de ayuda en el largo plazo, sino que también les ayudará a luchar contra la COVID-19 si se contagian.
Primero, sigan una dieta saludable y nutritiva, que contribuye a que su sistema inmunológico funcione correctamente.
Segundo, limiten su consumo de alcohol y eviten las bebidas azucaradas.
Tercero, no fumen. Fumar puede aumentar su riesgo de desarrollar una enfermedad grave si contraen la infección de la COVID-19.
Cuarto, hagan ejercicio. La OMS recomienda 30 minutos de actividad física diaria para los adultos y una hora para los niños.
Si las consignas vigentes en su territorio o país se lo permiten, salgan a caminar, correr o pasear y manténganse a una distancia segura de otras personas. Si no pueden salir de casa, busquen un video de ejercicios en línea, bailen, hagan un poco de yoga, o suban y bajen las escaleras.
Si trabajan en casa, asegúrense de no sentarse en la misma posición durante largo rato. Levántense y hagan pausas de 3 minutos cada media hora.
En los próximos días y semanas les seguiremos dando consejos sobre cómo mantenerse sano en casa.
Quinto, cuiden su salud mental. Es normal sentirse estresado, confundido y asustado durante una crisis. Hablar con gente que conocen y en la que confían puede ser de ayuda.
Ayudar a otras personas de su comunidad puede ayudarles a ustedes tanto como a ellas. Comprueben que sus vecinos, familiares y amigos estén bien. La compasión es una medicina.
Escuchen música, lean un libro o entreténganse con juegos.
Y traten de no leer o ver demasiadas noticias si eso les genera ansiedad. Infórmense una o dos veces por día a través de fuentes de información fiables.
Para mejorar el acceso a información fiable, la OMS ha colaborado con WhatsApp y Facebook en el lanzamiento de un nuevo servicio de mensajes de alerta sanitaria de la OMS.
Este servicio difundirá las noticias más recientes e información sobre la COVID-19, por ejemplo, detalles sobre los síntomas o sobre cómo protegerse.
El servicio de alerta de salud ya funciona en inglés y será habilitado en otros idiomas a lo largo de la próxima semana.
Para acceder, envíe la palabra «hi» al siguiente número de WhatsApp: +41 798 931 892. Publicaremos esta información en nuestro sitio web a lo largo del día.
La COVID-19 nos está quitando mucho. Pero también nos está dando algo especial: la oportunidad de unirnos como una única humanidad, para trabajar juntos, aprender juntos, crecer juntos.
Muchas gracias.