Buenos días, buenas tardes y buenas noches, dondequiera que estén.
Hace menos de 6 meses, la OMS y la FIFA firmaron un acuerdo de colaboración para promover la salud a través del fútbol.
No sabíamos entonces lo que sabemos ahora: que la aparición de un nuevo virus paralizaría muchos sectores de la sociedad, incluido este bello deporte.
Se han suspendido muchos partidos de fútbol, pero nuestra colaboración se ha vuelto aún más importante en estos tiempos difíciles. De hecho, nos ha dado la oportunidad de cooperar más estrechamente de lo que habíamos imaginado.
El fútbol puede llegar a millones de personas, especialmente a los jóvenes, algo que está fuera del alcance de los funcionarios de salud pública.
Hoy tengo el gran placer de dar la bienvenida a mi querido hermano Gianni Infantino, Presidente de la FIFA, para hablar de nuestra campaña conjunta «Transmite el mensaje y elimina el coronavirus».
También quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecer a la FIFA su generosa contribución de 10 millones de dólares al Fondo de Respuesta Solidaria a la COVID-19.
Hasta la fecha, el Fondo ha recaudado más de 70 millones de dólares, en apenas 10 días, donados por más de 187 000 personas y organizaciones para ayudar a los trabajadores de la salud que se encuentran en primera línea a salvar vidas, atender a los enfermos y avanzar en la investigación de tratamientos y vacunas.
Deseo asimismo agradecer a TikTok su contribución de 10 millones de dólares y la valiosa ayuda que nos presta difundiendo información sanitaria fiable entre sus numerosos y jóvenes usuarios.
Por cierto, nuestra nueva Alerta Sanitaria en WhatsApp ha atraído a 10 millones de usuarios desde que la pusimos en marcha el pasado viernes (es decir: en apenas 4 días), usuarios que ya reciben información sanitaria fiable directamente en sus teléfonos móviles. En la página principal de nuestro sitio web se explica cómo darse de alta. Esta semana aparecerán las versiones en árabe, francés y español. No hay mejor manera de estar en contacto directo con la gente.
Así es que gracias, Gianni, por tu apoyo y el de toda la comunidad futbolística.
Quisiera ahora darte la palabra para que pronuncies unas palabras, no sin antes recordar que hoy es tu cumpleaños. Feliz cumpleaños, querido hermano, y muchas gracias por estar hoy con nosotros.
[EL SR. GIANNI INFANTINO, PRESIDENTE DE LA FIFA PRONUNCIÓ UNA BREVE ALOCUCIÓN, TRAS LA CUAL TOMÓ LA PALABRA ALISSON BECKER, EMBAJADOR DE BUENA VOLUNTAD DE LA OMS]
Muchas gracias, Gianni y Alisson.
Quisiera ahora retomar el hilo de mis comentarios sobre la pandemia de la COVID-19.
Más de 300 000 casos de COVID-19 han sido notificado a la OMS desde casi todos los países del mundo. Es un dato desolador.
La pandemia se está acelerando. Entre el primer caso notificado y los primeros 100 000 casos pasaron 67 días. Hicieron falta 11 días más para llegar a los 200 000 y apenas 4 para alcanzar los 300 000. Pueden apreciar cómo la propagación del virus se está acelerando.
Pero no somos prisioneros de las estadísticas. No somos espectadores indefensos. Podemos cambiar el curso de esta pandemia.
Los números tienen importancia, porque no se trata solo de números. Se trata de personas cuyas vidas y familias han sufrido una conmoción.
El mundo está respondiendo acertadamente a la COVID-19 con urgencia y determinación. Pedimos a la comunidad mundial que demuestre esa misma urgencia y determinación en la lucha contra la tuberculosis y por un mundo más sano, seguro y justo para todos.
Ahora bien, lo importante es lo que hacemos nosotros.
No se puede ganar un partido de fútbol únicamente defendiendo. También hay que atacar.
Pedirle a la gente que se quede en casa y que cumpla otras medidas de distanciamiento físico es importante para frenar la propagación del virus y ganar tiempo. Pero se trata de medidas defensivas.
Para ganar, debemos atacar al virus con tácticas agresivas y focalizadas: realizar pruebas a todos los casos sospechosos, aislar y atender cada caso confirmado y rastrear y poner en cuarentena a todos los contactos cercanos.
Sabemos que algunos países se enfrentan a grandes problemas de capacidad para aplicar estas medidas ofensivas.
El ejemplo de varios países demuestra que se puede incrementar esa capacidad mediante la movilización interna de recursos de las regiones menos afectadas.
También queremos expresar nuestro agradecimiento a varios países que han enviado equipos médicos de emergencia a otros países que necesitaban ayuda para atender a los enfermos y capacitar a los trabajadores de la salud.
Es un ejemplo increíble de solidaridad internacional. Pero no es algo accidental.
La OMS lleva años trabajando con países en la construcción de una red de equipos médicos de emergencia precisamente para preparar esta eventualidad y aumentar la capacidad de respuesta de profesionales de la salud de alta calidad, que puedan ser desplegados para atender a las personas enfermas y salvar vidas.
Pero los trabajadores de la salud sólo pueden trabajar con eficacia si pueden hacerlo con seguridad.
Nos siguen llegando informaciones alarmantes desde diversos puntos del globo que hablan de un gran número de trabajadores de la salud infectados.
Aunque hagamos bien todo lo demás, si no damos prioridad a la protección de los trabajadores sanitarios, morirán muchas personas, ya que los trabajadores de la salud que podrían salvarlas estarán enfermos.
Como saben, la OMS ha trabajado intensamente con muchos asociados para racionalizar y priorizar el uso de equipos de protección personal.
Para hacer frente a la escasez mundial de estos instrumentos que salvan vidas hay que actuar a todos los niveles de la cadena de suministro, desde las materias primas hasta el producto acabado.
Las medidas adoptadas para frenar la propagación del virus pueden generar efectos no deseados y agravar la escasez de equipos de protección esencial y de los materiales necesarios para fabricarlos.
Para solucionar este problema hace falta compromiso político y coordinación política a escala mundial. Esta semana me dirigiré a los jefes de Estado y de gobierno de los países del G20. Entre otras cuestiones, les pediré que trabajen juntos para aumentar la producción, evitar las prohibiciones de exportación y garantizar una distribución equitativa, basada en las necesidades.
Necesitamos que los países del G20, que acaparan más del 80% del PIB mundial, estén unidos. Compromiso político del G20 es sinónimo de fuerte solidaridad, lo que puede ayudarnos a avanzar y a luchar contra esta pandemia con la mayor fuerza posible.
Lo que debemos pedirle, por encima de todo, a los líderes del G20 es solidaridad; que actúen todos a una, porque ellos tienen más cartas que nadie en el mundo, en todos los aspectos.
También reconocemos la necesidad desesperada de contar con terapias efectivas. Ningún tratamiento contra la COVID-19 ha demostrado ser efectivo hasta la fecha.
Es impresionante observar el nivel de energía que se está poniendo en este momento en la investigación contra la COVID-19.
Las respuestas que necesitamos no vendrán de estudios observacionales y no aleatorios realizados a pequeña escala. Usar medicamentos no probados y sin la evidencia científica necesaria podría generar falsas esperanzas. Podría incluso ser más perjudicial que beneficioso y causar una escasez de medicamentos esenciales para tratar otras enfermedades.
Esa es la razón por la cual la OMS ha lanzado el ensayo SOLIDARIDAD: para generar lo antes posible pruebas científicas sólidas y de alta calidad. Me alegra que numerosos países se hayan unido al ensayo SOLIDARIDAD, lo que nos ayudará a avanzar con rapidez y volumen.
Cuantos más países se sumen al ensayo SOLIDARIDAD y a otros grandes estudios, antes obtendremos resultados sobre los medicamentos que funcionan y más vidas podremos salvar.
Me gustaría concluir recordándoles a todos que si bien la COVID-19 está acaparando la atención del mundo, hay otra enfermedad respiratoria que es tanto prevenible como tratable, pero mata a 1,5 millones de personas por año. Se trata de una enfermedad antigua, la tuberculosis.
Mañana es el Día Mundial de la Tuberculosis, una ocasión para recordar a los líderes mundiales los compromisos que han asumido para poner fin al sufrimiento y la muerte que causa esta antigua y terrible enfermedad.
El mundo está respondiendo acertadamente a la COVID-19 con urgencia y determinación. Pedimos a la comunidad mundial que demuestre esa misma urgencia y determinación en la lucha contra la tuberculosis y por un mundo más sano, seguro y justo para todos.
La regla del juego: eliminar el coronavirus.
Muchas gracias.