Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19, de 24 de noviembre de 2021

24 de noviembre de 2021

  • Los datos apuntan a que antes de la llegada de la variante delta, las vacunas reducían la transmisión en aproximadamente un 60%. Con la variante delta, el porcentaje ha caído a cerca del 40%. No podemos decirlo más claro: aunque estemos vacunados, debemos seguir tomando precauciones para evitar infectarnos e infectar a otra persona que podría morir. Y seguimos exhortando a todos los gobiernos a poner en marcha un enfoque integral y adaptado en las medidas sociales y de salud pública con el fin de prevenir la transmisión, aliviar la presión que recae sobre los sistemas de salud y salvar vidas. 
  • Ayer, C-TAP y el Banco de Patentes de Medicamentos (Medicines Patent Pool) concluyeron un acuerdo de licencia con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas español para un test serológico de anticuerpos. Esta es la primera licencia transparente, mundial y no exclusiva para una herramienta de salud contra la COVID-19. Quisiera dar las gracias al Gobierno de España por su apoyo a C-TAP, y también doy las gracias a Su Excelencia el Presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, por su liderazgo en la puesta en marcha de C-TAP el año pasado. Albergamos la esperanza de que esta sea la primera de muchas licencias que se compartirán a través de C-TAP. 
  • Con la Conferencia Ministerial de la OMC de la próxima semana y el apoyo firme de la gran mayoría de los países a la exención de los derechos de propiedad intelectual en virtud del Acuerdo sobre los ADPIC, espero que se pueda llegar a un consenso y que avancemos. 
  • Hoy llega a su fin la Semana de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos. Los antimicrobianos –en particular los antibióticos, los antivíricos, los antifúngicos y los antiparasitarios– son la columna vertebral de la medicina moderna. Ahora bien, el uso excesivo e indebido de los antimicrobianos está socavando la eficacia de esos medicamentos esenciales.  Si utilizamos los antimicrobianos de manera responsable y seguimos los consejos de nuestro proveedor de atención de salud, todos podemos participar en la preservación de los antimicrobianos y en la prevención de la farmacorresistencia.

Buenos días, buenas tardes y buenas noches. 

La semana pasada, más del 60% de todos los casos y muertes por COVID-19 notificados en todo el mundo se registraron una vez más en Europa. 

El elevado número de casos se traduce en una presión insostenible para los sistemas de salud y unos trabajadores de la salud agotados. 

En muchos países y comunidades, nos preocupa la falsa sensación de seguridad de que las vacunas han puesto fin a la pandemia y las personas vacunadas no necesitan tomar ninguna otra precaución. 

Las vacunas salvan vidas, pero no previenen completamente la transmisión. 

Los datos apuntan a que antes de la llegada de la variante delta, las vacunas reducían la transmisión en aproximadamente un 60%. Con la variante delta, el porcentaje ha caído a cerca del 40%. 

Si nos vacunamos, corremos menos riesgos de contraer una forma grave de la enfermedad y de morir, pero todavía podemos infectarnos e infectar a otras personas. 

No podemos decirlo más claro: aunque estemos vacunados, debemos seguir tomando precauciones para evitar infectarnos  e infectar a otra persona que podría morir. 

Eso significa ponerse mascarillas, mantener la distancia, evitar las aglomeraciones y reunirse con otras personas en el exterior de ser posible, o en un espacio interior bien ventilado. 

Por ello seguimos exhortando a todos los gobiernos a poner en marcha un enfoque integral y adaptado en las medidas sociales y de salud pública con el fin de prevenir la transmisión, aliviar la presión sobre los sistemas de salud y salvar vidas. 

Y es fundamental que los países consigan que los pacientes que necesitan atención entren antes en el itinerario de atención clínica. 

Ello se aplica a todos los países, en todas las situaciones. 

Si bien Europa vuelve a ser el epicentro de la pandemia, ningún país o región está fuera de peligro. 

Es importante que todos los países potencien sus capacidades ahora para asegurarse que cuentan con las medidas adecuadas y evitar las peores consecuencias de cualesquiera oleadas futuras. 

Y debemos conseguir compartir mejor los frutos de la ciencia. 

En mi continente natal, África, muchos países están lejos de alcanzar el objetivo de haber vacunado al 40% de la población antes de finales de año. 

Muchas personas que deberían haber sido vacunadas en los países de ingresos bajos no han tenido la oportunidad, por lo que corren un mayor riesgo de padecer una forma grave de la enfermedad o de morir. 

No se trata solo de a quién llegamos con la vacunación, se trata de quién se nos escapa. Se debe dar prioridad a los trabajadores de la salud, a las personas mayores y a los grupos vulnerables, dondequiera que estén. 

A través del ACT-Accelerator y COVAX, los fabricantes y los gobiernos pueden fácilmente dar prioridad a compartir dosis con los países que se han quedado sin suministro para que puedan proteger a sus poblaciones más vulnerables.  

Y no son solo las vacunas. Es importante que todos los países tengan acceso a pruebas rápidas y a las nuevas opciones de tratamiento, de ese modo sabremos por dónde circula el virus y podremos tomar medidas para frenar su propagación y tratar a las personas que necesitan ayuda. 

A través del Acceso Mancomunado a las Tecnologías contra la COVID-19 (o C-TAP) de la OMS los fabricantes también pueden poner en común fácilmente tecnología y conocimientos especializados, lo que potenciará el suministro general que, una vez más, es el principal obstáculo al acceso. 

Ayer, C-TAP y el Banco de Patentes de Medicamentos (Medicines Patent Pool) concluyeron un acuerdo de licencia con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas español para un test  serológico de anticuerpos. 

Esta es la primera licencia transparente, mundial y no exclusiva para una herramienta de salud contra la COVID-19. Quisiera dar las gracias al Gobierno de España por su apoyo a C-TAP, y también doy las gracias a Su Excelencia el Presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, por su liderazgo en la puesta en marcha de C-TAP el año pasado. 

Esperemos que esta sea la primera de muchas licencias que se compartirán a través de C-TAP. 

La OMS y sus asociados siguen explorando todas las vías para ampliar el acceso a las herramientas que permiten salvar vidas. 

Con la Conferencia Ministerial de la OMC de la próxima semana y el apoyo firme de la gran mayoría de los países a la exención de los derechos de propiedad intelectual en virtud del Acuerdo sobre los ADPIC, espero que se pueda llegar a un consenso y que avancemos. 

===                                                                            

El caos continuado de esta pandemia no hace más que poner de relieve por qué se necesita un férreo acuerdo mundial en el que se establezcan las reglas del juego para la preparación y respuesta frente a las pandemias. 

Este será el tema de la reunión extraordinaria de la Asamblea Mundial de la Salud de la próxima semana. 

Existen tratados para gestionar otras amenazas; sin duda los países pueden ponerse de acuerdo en la necesidad de un pacto vinculante sobre la amenaza de las pandemias. 

Por tanto, la reunión extraordinaria de la Asamblea Mundial de la Salud es una oportunidad única; 

Una oportunidad para cerrar un acuerdo generacional que trascienda los ciclos mediáticos y los ciclos electorales. 

Me alienta que ahora haya un amplio consenso sobre la necesidad de un instrumento de este tipo. 

No lo lograremos todo en la reunión extraordinaria, pero espero que esta sirva de trampolín para la elaboración de un acuerdo internacional. 

Incluso mientras respondemos a esta pandemia, no podemos perder de vista las muchas otras amenazas para la salud a las que se enfrentan todos los habitantes del mundo, por ejemplo la resistencia a los antimicrobianos. 

Hoy llega a su fin la Semana de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos. 

Los antimicrobianos –en particular los antibióticos, los antivíricos, los antifúngicos y los antiparasitarios– son la columna vertebral de la medicina moderna. 

Ahora bien, el uso excesivo e indebido de los antimicrobianos está socavando la eficacia de esos medicamentos esenciales. 

Si utilizamos los antimicrobianos de manera responsable y seguimos los consejos de nuestro proveedor de atención de salud, todos podemos participar en la preservación de los antimicrobianos y en la prevención de la farmacorresistencia.