Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 27 de noviembre de 2020

27 de noviembre de 2020
  • Muchos países de todo el mundo han demostrado que es posible controlar la COVID-19 con los instrumentos existentes. Una de las cosas que todos esos países tienen en común es su énfasis en las pruebas. 
  • Desde el comienzo de la pandemia, la OMS viene subrayando la importancia de las pruebas y proporcionando instrumentos para que los países las lleven a cabo.  
  • Cuando comiencen a administrarse las vacunas, las pruebas seguirán jugando un papel fundamental. Y es que, si se desconoce dónde está el virus, será imposible detenerlo.  
  • Esta semana la OMS ha publicado nuevas directrices sobre la actividad física y el comportamiento sedentario. En estas nuevas directrices se recomiendan entre 150 y 300 minutos de actividad moderada a vigorosa por semana para todos los adultos, y un promedio de 60 minutos al día para niños y adolescentes.  


Buenos días, buenas tardes y buenas noches. 

La COVID-19 es una pandemia desigual. 

Todos los países se han visto afectados, pero no todos ellos se han visto afectados por igual. 

Casi la mitad de todos los casos y muertes se dan en solo cuatro países, y casi el 70% en diez países. 

Por otro lado, hay muchos países que han demostrado que es posible controlar la COVID-19 con los instrumentos existentes. 

Una de las cosas que todos esos países tienen en común es su énfasis en las pruebas. 

Desde el comienzo de la pandemia, la OMS viene subrayando la importancia de las pruebas y proporcionando instrumentos para que los países las lleven a cabo. 

El 13 de enero, en colaboración con los expertos con los que trabajamos, publicamos las primeras instrucciones para la realización de pruebas (tan solo dos semanas después de que se notificaran los primeros casos). 

Desde entonces hemos enviado millones de pruebas y otros productos de diagnóstico por todo el mundo. 

También hemos trabajado con los países para aumentar su capacidad de realizar pruebas. Por ejemplo, al comienzo de la pandemia, solo dos países del continente africano podían realizar pruebas de laboratorio para la COVID-19. 

A finales de febrero eran 32 y actualmente lo son todos. 

A pesar de esos avances, seguimos necesitando más y mejores pruebas que sean fáciles de usar, económicas, fiables y rápidas, para poder atender a los pacientes y rastrear a sus contactos. 

En septiembre, la OMS publicó las características deseadas de los productos para diagnóstico, donde se describen las propiedades que deben tener las nuevas pruebas. 

Son muchos los fabricantes en el mundo que trabajan para desarrollar esas pruebas. 

A través del pilar de diagnóstico del Acelerador del acceso a herramientas contra la COVID-19, la OMS, FIND, el Fondo Mundial y otros asociados trabajan conjuntamente para evaluar más de 50 medios de diagnóstico, incluidas pruebas de autorrealización. 

Una vez validadas y aprobadas, esas pruebas podrán incorporarse a las estrategias de los países. 

En septiembre, la OMS incorporó por primera vez en la lista de uso en emergencias una prueba de diagnóstico rápido basada en antígenos, la cual puede ofrecer un resultado en tan solo 15 minutos, así como orientación sobre el mejor lugar para utilizar esas pruebas rápidas. 

Junto con nuestros asociados anunciamos además un acuerdo de adquisición de 120 millones de esas pruebas para 68 países de ingresos bajos y medianos de todas las regiones del mundo. 

Actualmente ya estamos enviando las pruebas a los países. Además, la semana pasada, la OMS y FIND pusieron en marcha un amplio módulo de formación para trabajadores sanitarios sobre el uso de pruebas rápidas de antígenos. 

Con todo, casi dos meses después todavía nos enfrentamos a un déficit de financiación de US$ 500 millones para maximizar el uso de ese tipo de pruebas. 

Cuando comiencen a administrarse las vacunas, las pruebas seguirán jugando un papel fundamental. 

En las primeras fases de la vacunación se dará prioridad a los trabajadores sanitarios, las personas mayores y otros grupos de riesgo. 

Eso seguirá dejando al virus mucho espacio para propagarse, por lo que las pruebas continuarán siendo una herramienta fundamental para controlar la pandemia. 

Y es que, si se desconoce dónde está el virus, será imposible detenerlo. Y si se desconoce quién tiene el virus, será imposible su aislamiento y cuidado, y la localización de sus contactos. 

Por esa razón, las pruebas deben ser estratégicas y apoyar los objetivos claros de salud pública. 

Todo el que necesite una prueba debería poder hacérsela. En las orientaciones de la OMS se describe la forma en que los países pueden realizar pruebas estratégicas en función de la transmisión en su territorio. 

También es importante recordar que aunque las pruebas son fundamentales, son solo una parte de la estrategia. 

Las pruebas sirven para saber dónde está el virus, pero las inversiones en ellas deben ir acompañadas de inversiones en instalaciones de aislamiento, atención clínica, protección de los trabajadores sanitarios, localización de contactos, investigación de conglomerados de casos y asistencia para mantener la cuarentena. 

La OMS sigue prestando apoyo a los países en diferentes situaciones de transmisión para que utilicen las pruebas de manera estratégica a fin de controlar los brotes. 

=== 

Por último, esta semana la OMS ha publicado nuevas directrices sobre la actividad física y el comportamiento sedentario. 

La actividad física es esencial para la salud física y mental durante toda la vida. 

A pesar de ello, uno de cada cuatro adultos y cuatro de cada cinco adolescentes no realizan la suficiente. 

En las nuevas directrices se recomiendan entre 150 y 300 minutos de actividad moderada a vigorosa por semana para todos los adultos, y un promedio de 60 minutos al día para niños y adolescentes. 

Aunque la COVID-19 ha provocado restricciones de muchos tipos, todo el mundo puede mantenerse activo, ya sea haciendo ejercicio en casa o saliendo a caminar, correr o dar un paseo. 

Es una forma de añadir años a la vida y vida a los años. 

Cada movimiento cuenta. 

Gracias.