Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 1 de abril de 2021

1 de abril de 2021
  • Esta semana, más de 25 dirigentes del G20, del G7 y de todas las regiones han respaldado la idea de firmar un tratado sobre la pandemia. Me complace comprobar que cada vez son más los dirigentes que se suman a la petición de redactar este tratado como compromiso generacional para hacer del mundo un lugar seguro. Siempre pueden aparecer nuevos organismos patógenos con potencial pandémico. 
  • Una de las medidas fundamentales que se debe incluir en dicho tratado es reforzar el personal sanitario, puesto que representa el pilar de todo sistema de salud resiliente. Este es el Año Internacional de los Trabajadores Sanitarios y Asistenciales y sabemos que, incluso antes de la pandemia, el mundo necesitaba como mínimo 18 millones más de trabajadores de la salud. En este momento en que tratamos de poner fin a la pandemia y recuperarnos juntos, el personal sanitario y asistencial debe ser prioritario.
  • Invertir en el personal sanitario es invertir en las mujeres y los jóvenes. No debemos olvidar que el 70% de los trabajadores de la salud en el mundo son mujeres. Concretamente, tenemos que ayudar a más países de escasos recursos a aumentar la capacidad de su personal y a pagarles salarios dignos.
  • La cuenta atrás para garantizar la equidad vacunal no se detiene. Faltan solo nueve días para que se hayan cumplido los primeros 100 días del año y todavía tenemos tiempo para cumplir el objetivo previsto para este periodo: empezar a vacunar a los trabajadores de la salud y a las personas de riesgo en todos los países.
  • Hoy me complace dar la bienvenida al exprimer ministro sueco Carl Bildt, a quien he nombrado Enviado Especial de la OMS para el Acelerador ACT. Carl ayudará a abogar por usar esta herramienta, movilizando apoyos y recursos fundamentales para que la iniciativa pueda completar su estrategia para 2021. 


Buenos días, buenas tardes y buenas noches, 

Esta semana, más de 25 dirigentes del G20, del G7 y de todas las regiones han respaldado la idea de firmar un tratado sobre la pandemia.  

Estos mismos dirigentes han reconocido con humildad que, en conjunto, el mundo no estaba preparado para hacer frente a la primera pandemia de coronavirus de la historia y que, en adelante, debemos estar mejor preparados colectivamente para futuros brotes. 

Se ha logrado imprimir un gran impulso a este respecto desde que el Presidente del Consejo Europeo Charles Michel y yo hablamos acerca de este tema en la rueda de prensa del martes. 

Me complace comprobar que cada vez son más los dirigentes que se suman a la petición de redactar este tratado como compromiso generacional para hacer del mundo un lugar seguro. 

Siempre pueden aparecer nuevos organismos patógenos con potencial pandémico.  

La cuestión ya no es si va a suceder, sino cuándo ocurrirá.  

Una de las medidas fundamentales que se debe incluir en dicho tratado es reforzar el personal sanitario, puesto que representa el pilar de todo sistema de salud resiliente.  

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A fin de que nuestros sistemas de salud estén preparados para hacer frente a las pandemias, es fundamental que los trabajadores de la salud puedan trabajar con eficacia. 

Los trabajadores sanitarios y asistenciales están en primera línea de las actividades de respuesta a la pandemia de COVID-19 y son esenciales para protegernos a todos. 

Son demasiados los trabajadores sanitarios y asistenciales que han fallecido como consecuencia de la pandemia. Este virus ha infectado a muchos trabajadores del sector, ha puesto a prueba su salud física y mental y ha ocasionado efectos devastadores para sus familias y sus comunidades. 

Muchos de estos trabajadores han sufrido ansiedad, depresión, insomnio y estrés y se han llegado a dar casos de estigmatización y de abuso. 

Quiero dar las gracias a todos aquellos que han dado el do de pecho en uno de los momentos más difíciles para la humanidad. 

Este es el Año Internacional de los Trabajadores Sanitarios y Asistenciales y sabemos que, incluso antes de la pandemia, el mundo necesitaba como mínimo 18 millones más de trabajadores de la salud. 

En este momento en que tratamos de poner fin a la pandemia y recuperarnos juntos, el personal sanitario y asistencial debe ser prioritario.  

Debemos velar por que estos trabajadores reciben la formación, la protección y el apoyo necesarios para trabajar con seguridad y eficacia. 

Como señala el informe de las Naciones Unidas sobre la financiación para el desarrollo sostenible publicado la semana pasada, para superar esta pandemia tenemos que invertir más en salud y en las personas. 

Ambas prioridades pueden alcanzarse si aumentamos la inversión en el personal sanitario. 

Invertir en el personal sanitario es invertir en las mujeres y los jóvenes. No debemos olvidar que el 70% de los trabajadores de la salud en el mundo son mujeres. 

Concretamente, tenemos que ayudar a más países de escasos recursos a aumentar la capacidad de su personal y a pagarles salarios dignos. 

Además, debemos asegurarnos de que estos trabajadores sean de los primeros en ser vacunados contra la COVID-19.

Permítanme dirigirme ahora al Dr. Fahrettin Koca, Ministro de Sanidad de Turquía. 

Turquía ha contribuido enormemente a que 2021 sea el Año Internacional de los Trabajadores Sanitarios y Asistenciales. 

Dr. Koca, tiene usted la palabra. 

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Turno de palabra de Dr. Koca (7 minutos) 

Muchas gracias, Dr. Koca. Me alegro de que se distribuyan vacunas a los trabajadores sanitarios en este momento difícil de la pandemia. 

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La cuenta atrás para garantizar la equidad vacunal no se detiene. 

Faltan solo nueve días para que se hayan cumplido los primeros 100 días del año y todavía tenemos tiempo para cumplir el objetivo previsto para este periodo: empezar a vacunar a los trabajadores de la salud y a las personas de riesgo en todos los países. 

El Mecanismo COVAX ha distribuido ya 35 millones de dosis a más de 78 países. 

Sin embargo, continúa habiendo graves problemas de equidad y disponibilidad en relación con las vacunas. 

La semana pasada solicité urgentemente a los países que disponen de dosis de vacunas autorizadas por la OMS en el marco del procedimiento de inclusión en la lista de uso en emergencias que, sin demora, pongan a disposición del Mecanismo COVAX 10 millones de dosis. 

Hay 20 países que, a pesar de estar ya preparados, todavía no han recibido el material necesario para vacunar a los trabajadores sanitarios y a las personas mayores. Contar con esos 10 millones de dosis adicionales sería una medida paliativa de emergencia para que puedan empezar a hacerlo antes del 10 de abril, cuando se cumplirán los primeros 100 días del año. 

También he pedido a los fabricantes que ayuden a garantizar que los países se comprometan a donar esas dosis puedan suministrarlas con rapidez.  

A pesar de que mi petición ha sido escuchada, todavía no se ha asumido ningún compromiso de donación. 

Sigo teniendo la esperanza de que haya dirigentes que demuestren estar a la altura y que tengan visión de futuro. 

Sé que es un momento difícil para muchos países, ya que el número de casos y hospitalizaciones se ha disparado. 

Paradójicamente, en estos momentos en que los casos aumentan es cuando más importa compartir las vacunas de forma equitativa y proteger al personal sanitario y a las comunidades que corren riesgo.  

La carrera para suministrar las vacunas a los lugares y los grupos donde pueden tener mayor impacto ya ha empezado. 

Sin embargo, no se trata de una carrera competitiva entre nosotros, sino que luchamos contra un virus. En el año precedente, el Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (Acelerador ACT) ha sido fundamental para garantizar que las nuevas vacunas, el oxígeno que salva vidas, los corticosteroides para los síntomas graves y las pruebas rápidas se distribuyan de forma más equitativa. 

Hoy me complace dar la bienvenida al exprimer ministro sueco Carl Bildt, a quien he nombrado Enviado Especial de la OMS para el Acelerador ACT. 

Carl ayudará a abogar por usar esta herramienta, movilizando apoyos y recursos fundamentales para que la iniciativa pueda completar su estrategia para 2021. 

Carl, amigo mío, te cedo la palabra. 

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Turno de palabra de Carl Bilt.

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Gracias por estas alentadoras palabras, Carl. Estoy deseando trabajar contigo. 

Estoy totalmente de acuerdo contigo y tengo la convicción de que, con tu apoyo, podemos hacer que el Acelerador ACT dé un paso más adelante y superaremos las actitudes egoístas de los países en torno a las vacunas para poner freno a esta pandemia y recuperarnos juntos. 

Muchas gracias.