- Me entristece profundamente y me preocupa enormemente el ataque perpetrado hoy contra un convoy humanitario en la República Democrática del Congo, que ha dejado tres muertos, entre ellos el Embajador de Italia en ese país.
- El viernes, los líderes de varios países del G7 y de la Unión Europea se comprometieron a aportar US$ 4300 millones en concepto de nuevos fondos para financiar la distribución equitativa de vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos contra la COVID-19.
- Los países del G7 han mostrado su liderazgo, pero necesitamos que todos los países den un paso adelante. Todavía nos enfrentamos a un déficit de al menos $ 22 900 millones para financiar completamente el Acelerador ACT este año.
- El dinero no es el único reto al que nos enfrentamos. Si no hay vacunas que comprar, el dinero es irrelevante. Incluso si tenemos fondos, solo podremos suministrar vacunas a los países más pobres si los países de ingresos altos cooperan respetando los acuerdos que COVAX ha hecho y los nuevos acuerdos que está concertando.
Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Me entristece profundamente y me preocupa enormemente el ataque perpetrado hoy contra un convoy humanitario en la República Democrática del Congo, que ha dejado tres muertos, entre ellos el Embajador de Italia en ese país.
Quisiera expresar mis más profundas condolencias a sus familias, así como al Gobierno y al pueblo de Italia.
El viernes, los líderes de varios países del G7 y de la Unión Europea se comprometieron a aportar US$ 4300 millones en concepto de nuevos fondos para financiar la distribución equitativa de vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos contra la COVID-19.
Varios países del G7 también se comprometieron a compartir dosis con COVAX.
Me gustaría expresar mi profundo agradecimiento a los líderes del G7 por estas contribuciones.
Estos fondos y donaciones nos acercan un poco más a nuestro objetivo de empezar a vacunar a los trabajadores sanitarios y a las personas mayores de todos los países en los primeros 100 días del año.
Los países del G7 han mostrado su liderazgo, pero necesitamos que todos los países den un paso adelante.
Todavía nos enfrentamos a un déficit de al menos $ 22 900 millones para financiar completamente el Acelerador ACT este año.
Sin embargo, es importante señalar que el dinero no es el único reto al que nos enfrentamos.
Si no hay vacunas que comprar, el dinero es irrelevante.
En la actualidad, algunos países de ingresos altos están suscribiendo contratos con fabricantes de vacunas, lo cual socava los acuerdos que COVAX tiene en vigor y reduce el número de dosis que COVAX puede comprar.
Incluso si tenemos fondos, solo podremos suministrar vacunas a los países más pobres si los países de ingresos altos cooperan respetando los acuerdos que COVAX ha hecho y los nuevos acuerdos que está concertando.
No es una cuestión de caridad. Es una cuestión de epidemiología.
Si no acabamos con la pandemia en todas partes, no la acabaremos en ninguna.
Cuanto más tiempo circule el virus, más oportunidades tendrá de cambiar.
Por tanto, a todos los países, incluidos los de ingresos altos, les interesa garantizar que los trabajadores de la salud, las personas mayores y otros grupos de riesgo sean los primeros en recibir las vacunas a nivel mundial.
Para conseguirlo, necesitamos más financiación, necesitamos que los países compartan las dosis inmediatamente, necesitamos que los fabricantes den prioridad a los contratos con COVAX y necesitamos un aumento significativo de la producción de vacunas.
Recientemente tuve una discusión muy productiva con el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, y me gustaría agradecerle su compromiso de compartir el 5% de las dosis de Francia con COVAX.
Se están desarrollando, aprobando y produciendo más vacunas. Habrá suficientes para todos.
Sin embargo, por ahora y durante el resto de este año, las vacunas serán un recurso limitado. Debemos utilizarlas tan estratégicamente como podamos.
Mañana intervendré en el simposio de la Universidad de Columbia sobre el desarrollo, la estrategia y la aplicación de las vacunas contra la COVID-19.
Me complace estar acompañado hoy por Lee Bollinger, el presidente de la Universidad de Columbia.
El primer discurso importante que pronuncié tras mi elección como Director General en 2017 fue en la Universidad de Columbia, por invitación del presidente Bollinger.
En ese discurso dije que no sabemos dónde ni cuándo se producirá la próxima pandemia mundial, pero sí sabemos que tendrá consecuencias terribles, tanto en lo que respecta a vidas humanas como a la economía mundial.
Más de tres años después, desgraciadamente estamos aprendiendo esa lección de la peor manera posible.
Así pues, presidente Bollinger, muchas gracias por acompañarnos hoy. Tiene la palabra.
[EL PRESIDENTE BOLLINGER SE DIRIGE A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN]
Gracias, presidente Bollinger.
Nuestro siguiente invitado no necesita presentación. El Dr. Tony Fauci es uno de los nombres más conocidos en el ámbito de la salud mundial, y por una buena razón.
Durante decenios, el Dr. Fauci ha sido no solo uno de los principales expertos en enfermedades infecciosas del mundo, sino también un intrépido defensor y un elocuente explicador de la ciencia y la salud pública.
Amigo Tony, gracias por su liderazgo durante tantos años, y especialmente durante el último año. Y gracias por acompañarnos hoy. Tiene la palabra.
[EL DR. FAUCI SE DIRIGE A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN]
Muchas gracias, Tony.
Y, por último, tengo el honor de dar la bienvenida a la Dra. Nancy Messonnier, Directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos.
La Dra. Messonnier dirige las actividades de los CDC en relación con la vacunación contra la COVID-19, y es una de las principales expertas en vacunación del mundo.
Entre otros muchos logros, desempeñó un papel fundamental en el desarrollo y la aplicación de una vacuna de bajo costo para prevenir la meningitis meningocócica epidémica en África.
Dra. Messonnier, muchas gracias por acompañarnos hoy. Tiene la palabra.
[LA DRA. MESSONNIER SE DIRIGE A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN]
Gracias, Dra. Messonnier. Y gracias a todos nuestros invitados por acompañarnos hoy.
Como solemos decir, no son las vacunas las que salvan vidas, sino la vacunación.
En 1796, Edward Jenner administró la primera vacuna contra la viruela.
La viruela tardó otros 184 años en ser erradicada.
En combinación con medidas de salud pública de probada eficacia, las vacunas son herramientas para controlar la COVID-19. El hecho de que podamos hacerlo ya no depende de nuestros conocimientos científicos, sino de nuestro carácter.
Fadéla, le devuelvo la palabra.