Alocución de apertura del Director General de la OMS en la reunión ministerial de la región del Mediterráneo Oriental sobre la COVID-19 celebrada el 22 de abril de 2020

22 de abril de 2020

Excelentísimos señores Ministros,

apreciadísimo Director Regional Dr. Ahmed Al-Mandhari,

Excelencias, colegas y amigos:

Muchas gracias por la oportunidad de dirigirme hoy a ustedes.

La pandemia de COVID-19 está mostrando que ningún país ni región son inmunes.

Hasta ahora se han notificado a la OMS casi 140 000 casos y más de 6000 fallecimientos en la región del Mediterráneo Oriental.

La epidemia en la República Islámica del Irán parece estar retrocediendo, pero en la mayoría de los demás países de la región el número de nuevas infecciones aumenta cada día.

Aunque aún no se observan los brotes explosivos que han caracterizado la pandemia en Europa y América del Norte, el número de casos se duplica cada 7-8 días. 

Nos preocupa especialmente el posible impacto del virus en países que han sufrido años de conflicto y fragilidad.

El Mediterráneo Oriental aún tiene la oportunidad de frenar la transmisión de la COVID-19, pero la ventana temporal se está cerrando rápidamente. 

Frenar la propagación es decisivo para que tengan ustedes tiempo de preparar una respuesta integral.

Las medidas de salud pública de eficacia probada —detección precoz, realización de pruebas, aislamiento y tratamiento de los casos, y rastreo y puesta en cuarentena de los contactos— deben constituir el pilar central de la respuesta.

Por la experiencia de otros países hemos aprendido la importancia del distanciamiento físico, que incluye el confinamiento y la suspensión de las concentraciones multitudinarias. 

Este enfoque puede evitar que un puñado de casos se conviertan en conglomerados y que de los conglomerados de casos se pase a la transmisión comunitaria.

Sin embargo, en aquellos lugares donde las personas viven en condiciones de hacinamiento o tienen que salir a trabajar todos los días para llevar comida a sus casas las órdenes de confinamiento pueden provocar importantes perjuicios no deseados. 

Los gobiernos deben aplicar las restricciones de distanciamiento físico con prudencia, adaptándolas a cada país y comunidad.

Todos debemos seguir invirtiendo en la recopilación, el análisis y la utilización de datos epidemiológicos. Los datos agregados deben comunicarse a la OMS para orientar las recomendaciones específicas para los países y el análisis y la respuesta regionales.

El aislamiento precoz de TODOS los casos es tal vez la medida de salud pública más importante para controlar la propagación de la enfermedad.

Los pacientes confirmados que presenten cuadros leves o no requieran hospitalización deben ingresar en centros temporales de aislamiento adecuadamente gestionados en los que se apliquen medidas de prevención y control de infecciones.

El aislamiento domiciliario debe considerarse como último recurso, ya que la experiencia demuestra que su cumplimiento es deficiente, siendo frecuente la transmisión a otras personas que conviven en el mismo hogar.

Como saben, proteger a los profesionales sanitarios es una de las responsabilidades más importantes del sistema de salud.

Es vital proteger a los profesionales sanitarios, especialmente a los que trabajan en zonas afectadas por conflictos. Para ello debemos garantizar que los profesionales dispongan de los instrumentos que necesitan para realizar su tarea de un modo seguro y eficaz.

Sabremos que muchos países se enfrentan a una escasez aguda de equipos de protección personal, y la OMS está trabajando para aumentar el suministro.

Hasta el momento hemos enviado pruebas diagnósticas y casi un millón de artículos de equipo de protección personal a 15 países de la región, y hay más en camino.

La semana pasada pusimos en marcha el Sistema de Cadena de Suministro de las Naciones Unidas para acelerar la distribución de suministros esenciales a los países que más los necesitan.

Estamos impresionados por los avances logrados en muchos países de la región del Mediterráneo Oriental: la campaña nacional que llegó activamente a casi 70 millones de personas en el Irán, el rápido incremento en el número de pruebas en los Emiratos Árabes Unidos, el compromiso de crear unidades temporales de aislamiento en el Pakistán, o el aprovechamiento de recursos originalmente previstos para la poliomielitis en el Afganistán y Somalia. 

A pesar de estos claros progresos, naturalmente les pido que hagan más. 

Como siempre, la OMS está aquí para ayudar, tanto desde la Sede y la oficina regional como, naturalmente, en los países. 

La OMS ha elaborado numerosos documentos técnicos de orientación sobre todos los aspectos de la respuesta a la COVID-19, y más de dos millones de profesionales sanitarios han accedido a nuestros cursos en línea y a distancia, que ampliaremos para formar a millones más.

Estamos coordinando un amplísimo abanico de proyectos de investigación, entre ellos el ensayo Solidaridad destinado a estudiar distintas opciones terapéuticas para el tratamiento de la COVID-19.

También estamos ayudando a consolidar las enseñanzas extraídas con miras a ajustar y perfeccionar nuestra respuesta colectiva a la pandemia. La estrategia de preparación y respuesta ante la COVID-19 publicada hace poco incorpora las conclusiones más recientes derivadas de las experiencias de los países en todo el mundo. 

Quiero concluir transmitiéndoles tres peticiones.

En primer lugar, la respuesta a la COVID-19 exige la participación de todas las instancias gubernamentales. Como Ministros de salud desempeñan ustedes un papel básico y central, pero no pueden hacerlo todo solos, por lo que seguir trabajando desde el conjunto de las administraciones públicas será muy importante para vencer a este virus.

En segundo lugar, instamos a los países a que apliquen vigorosamente las medidas probadas de salud pública: detectar, hacer pruebas, aislar y tratar a todos los casos y rastrear y poner en cuarentena a todos los contactos.

En tercer lugar, les alentamos a prestar la máxima atención a asegurarse de que los servicios esenciales de salud pública sigan prestándose de manera segura y eficaz.

La OMS sigue comprometida a solidarizarse con todos ustedes para combatir el virus y salvar vidas.

Por último, quiero desearles Ramadan karim.

Shukran yaziilan, queridos hermanos y hermanas.

Muchas gracias por esta oportunidad. Me alegro de verlos y confío en que esto pase pronto y podamos volver a reunirnos a debatir bajo un mismo techo. 

Muchísimas gracias.