Excelencia, Taoiseach Micheál Martin,
Primer Ministro de Montenegro, Milojko Spajić,
Embajador Mundial de la OMS, Michael Bloomberg,
Excelencias, distinguidos delegados,
Estimados colegas y amigos:
Gracias por acompañarnos hoy, y mi agradecimiento a La Unión y a todos nuestros asociados por su firme apoyo al control del tabaco.
También quisiera dar las gracias al Taoiseach y al Gobierno de Irlanda por acoger este evento y por su liderazgo en la lucha contra el tabaco, tanto dentro como fuera de sus fronteras.
Irlanda está desde hace tiempo a la vanguardia del control del tabaco, especialmente por haber sido el primer país en declarar que todos los espacios públicos cerrados eran espacios sin humo en 2004, cuando el Taoiseach era Ministro de Salud.
Irlanda tiene ahora la oportunidad de seguir la senda de los Países Bajos como segundo país de la Región de Europa de la OMS en alcanzar el nivel de «práctica óptima» en la aplicación de todas las medidas MPOWER.
Solo hay una medida en que Irlanda aún no está en el nivel más alto: una prohibición total de todas las formas de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco. El Taoiseach dijo que Irlanda está en ello. Esperemos que ese paso final se dé pronto y celebrarlo juntos.
Porque no importa cómo esté empaquetado, el tabaco mata.
Sigue siendo una de las mayores amenazas para la salud pública de nuestra época.
El tabaco mata a más de siete millones de personas cada año y sigue siendo la causa más prevenible de muerte prematura.
Ningún país del mundo está indemne.
Los productos de nicotina y tabaco nuevos y emergentes presentan graves amenazas para la salud, especialmente entre los niños.
Estos productos son parte de una estrategia más amplia de la industria tabacalera para beneficiarse de la adicción, la enfermedad y la muerte.
La comercialización es agresiva, el atractivo de sus productos es elevado y la regulación suele ser débil.
Pero la vigilancia que mantenemos sobre los nuevos productos debe ir de la mano de una intensificación de las medidas sobre los productos de tabaco convencionales.
En la Asamblea Mundial de la Salud del mes pasado, los Estados Miembros de la OMS renovaron su compromiso de hacer frente a las enfermedades no transmisibles, en particular a través de la reunión de alto vivel de las Naciones Unidas sobre las ENT que se celebrará en septiembre.
El control del tabaco es fundamental para esa misión.
El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco es una poderosa herramienta del derecho internacional y el plan de medidas MPOWER de la OMS que lo respalda ofrece un conjunto integral de herramientas costoeficaces basadas en la evidencia para su aplicación.
Desde que el CMCT entró en vigor hace 20 años, la prevalencia del tabaquismo se ha reducido en un tercio a nivel mundial, y hoy hay 300 millones de fumadores menos de los que habría habido si la prevalencia no hubiera variado.
Más países que nunca aplican medidas MPOWER a nivel de «prácticas óptimas».
Y cincuenta y seis países están en camino de lograr una reducción relativa del 30 % en el consumo de tabaco para el año en curso.
Los mayores logros se han alcanzado en los países en desarrollo, donde, a pesar de la agresiva interferencia de la industria, los gobiernos y la sociedad civil han demostrado que es posible cambiar a mejor.
Pero persisten desafíos, como todos sabemos.
Por ejemplo, en la Región de Europa de la OMS, el consumo de tabaco entre las mujeres es el más alto del mundo, y apenas disminuye.
Ello plantea preguntas importantes, como la forma en que la industria dirige su comercialización hacia las mujeres y qué se puede hacer al respecto.
Y tenemos un oponente poderoso y con muchos recursos.
Las industrias del tabaco, la nicotina e industrias afines continúan adaptándose, expandiéndose y trabajando para explotar cada brecha en nuestras defensas.
Estimados colegas y amigos:
Tenemos los medios. Tenemos la evidencia. Tenemos un compromiso mundial, un tratado sólido y asociados fuertes en todo el mundo.
Permítanme terminar con tres peticiones:
En primer lugar, pedimos a todos los países que se comprometan a aplicar al menos una medida MPOWER adicional a nivel de «práctica óptima» dentro del próximo año.
En particular, aumentar los impuestos sobre el tabaco es una forma de eficacia probada de reducir el consumo de tabaco, al tiempo que genera ingresos que pueden reinvertirse en salud. Y con la disminución de la asistencia oficial para el desarrollo, los impuestos pueden incrementar los recursos internos para la salud.
En segundo lugar, pedimos a los investigadores que continúen construyendo la base científica sobre los efectos en la salud de los productos de tabaco y nicotina nuevos y emergentes.
Y en tercer lugar, pedimos a los legisladores y reguladores que prohíban los aromas y diseños en los vaporizadores concebidos para atraer a niños y jóvenes.
Gracias a todos una vez más por su compromiso, su liderazgo y su colaboración, mientras trabajamos juntos por un mundo más saludable, seguro y sin tabaco.
Go raibh maith agat.
Muchas gracias.