Buenas tardes.
Hoy me gustaría empezar hablando, no de la COVID-19, sino de Siria.
Desde el 1 de diciembre, decenas de centros de salud han suspendido sus servicios en las zonas de Idleb y Alepo. De los casi 550 establecimientos de salud que hay en el noroeste de Siria, solo la mitad están en funcionamiento.
Ayer por la tarde se produjeron dos ataques a instalaciones sanitarias, en dos hospitales distintos de la provincia de Alepo. Por suerte, no hubo víctimas.
Debemos repetirlo: los centros de salud y los trabajadores sanitarios no son objetivos legítimos en los conflictos, y los ataques contra los servicios de salud constituyen una violación del Derecho internacional.
Cerca de 900 000 personas han sido desplazadas, entre ellas medio millón de niños. Los niños son particularmente propensos a la hipotermia y a las infecciones de las vías respiratorias, y debido a la falta de alojamiento muchos de ellos duermen a la intemperie con sus familias, expuestos a los elementos.
En los próximos días, la OMS enviará medicamentos y suministros esenciales a través de la frontera entre Turquía y Siria. Se trata de suministros necesarios para prestar atención traumatológica, intensiva y quirúrgica en las provincias de Idleb y Alepo, además de medicamentos para tratar enfermedades no transmisibles y prestar atención primaria de la salud.
Hay que tener presente que, por más que ahora estamos dedicando mucha atención a la COVID-19, la OMS sigue respondiendo a muchas otras emergencias en todo el mundo.
Permítanme que les informe ahora de las últimas novedades en relación con la COVID-19.
A fecha de hoy, a las 6 de la mañana (hora de Ginebra), China ha notificado a la OMS 72 528 casos, entre ellos 1870 víctimas mortales.
En las últimas 24 horas, China ha comunicado 1891 nuevos casos, que incluyen casos confirmados clínicamente y casos confirmados en laboratorio.
Fuera de China, se cuentan en este momento 804 casos en 25 países, y tres víctimas mortales.
En las últimas 24 horas, se han producido 110 nuevos casos fuera de China, contando los 99 del crucero Diamond Princess.
Hace ya más de un mes que tenemos casos de COVID-19 fuera de China. Estamos ayudando a las autoridades nacionales de todos los países donde hay casos a rastrear el virus y entender cómo se produjeron los contagios.
Hasta ahora hay 92 casos de transmisión de persona a persona en 12 países fuera de China.
En este momento no disponemos de suficientes datos sobre los casos fuera de China para establecer una comparación útil sobre la gravedad de la enfermedad o la tasa de letalidad.
Estamos llevando a cabo un seguimiento con los países para obtener más información sobre la evolución de cada caso y su resultado.
Sin embargo, aún no hemos observado ninguna situación de transmisión local sostenida, salvo en circunstancias específicas como las del crucero Diamond Princess.
Ayer hablé con el Ministro de Salud de Singapur y estamos muy impresionados por los esfuerzos que están desplegando para localizar todos los casos, hacer un seguimiento de los contactos y detener la transmisión.
Singapur no escatima ningún esfuerzo y está analizando todos los casos de enfermedades similares a la gripe y la neumonía. Hasta ahora no han encontrado pruebas de transmisión en la comunidad.
También hablé con el Ministro de Salud de Malasia para tratar el caso del Westerdam y otros aspectos relacionados con la preparación del país.
Valgan estos apuntes como una muestra de la importancia de que todos los países estén preparados para la llegada del virus, así como para tratar a los pacientes con dignidad y compasión, proteger a los trabajadores sanitarios y prevenir que siga adelante la transmisión.
Muchos países están tomando medidas para prepararse, con el apoyo de la OMS.
Hemos enviado suministros de equipo de protección personal a 21 países, y en las próximas semanas lo haremos con otros 106 países.
A finales de esta semana, 40 países de África y 29 de América estarán en condiciones de detectar la COVID-19.
Muchos de estos países han estado enviando muestras a otros países para su análisis, y han tenido que esperar varios días para obtener los resultados. Ahora pueden hacerlo ellos mismos, en un plazo de 24 a 48 horas.
Algunos países africanos, entre ellos la República Democrática del Congo, están aprovechando la capacidad que han desarrollado para realizar pruebas de detección del ebola con miras a detectar la COVID-19. Este es un magnífico ejemplo de los beneficios que puede reportar la inversión en los sistemas de salud para la seguridad sanitaria.
Otros países, como Namibia, Nigeria y Timor-Leste, están organizando talleres con los medios de comunicación para garantizar que la información difundida sea precisa y fiable.
Diversos países, como Bangladesh, Camboya, Etiopía, el Pakistán, Serbia y Sudán del Sur, han priorizado la vigilancia y el control en los puertos de entrada.
También estamos trabajando con nuestros asociados en algunos de los contextos más inestables, desde Siria hasta la República Centroafricana, con el fin de preparar a estos países para la llegada del virus.
Hay muchos otros ejemplos.
Todavía tenemos la posibilidad de prevenir una crisis mundial más amplia.
La OMS seguirá trabajando día y noche con todos los países para que estén preparados.
Muchas gracias.