Alocución del Director General en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 14 de febrero de 2020

14 de febrero de 2020

Buenas tardes a todos. 

Les hablo desde Kinshasa, en la República Democrática del Congo, donde me he reunido con el Presidente Tshisekedi y con diversos ministros, colegas de las Naciones Unidas y otros asociados para examinar los extraordinarios progresos logrados en la lucha contra el brote de ebola, así como para hablar sobre los planes de futuro dirigidos a garantizar que todos los habitantes del país tengan acceso en adelante a unos servicios de salud de calidad. 

Me ha impresionado el compromiso que han demostrado el Presidente Tshisekedi y su Gobierno para terminar con el brote que ha tenido lugar en la región oriental de la República Democrática del Congo, y me gustaría exhortar a todo el mundo para que renueve su compromiso con el proyecto de reducir a cero los casos de ebola. Pero también es de vital importancia destinar recursos y esfuerzos al fortalecimiento del sistema de salud del país y a la mejora de su preparación. 

Ya se trate del ebola o de la COVID-19, la forma más inteligente de asegurar una rápida detección y control de los brotes es invertir en preparación. 

Me complace decir que los países de todo el mundo están mejor preparados para hacer frente a la COVID-19 que hace apenas una semana, y que la OMS sigue trabajando para ayudarles a aumentar su capacidad de laboratorio. 

A continuación les daré las cifras más recientes sobre el brote de COVID-19. 

Como saben, China ha cambiado su forma de notificar los datos relativos a la provincia de Hubei. 

En estos momentos hay un total de 47 505 casos confirmados en laboratorio en China, y 16 427 casos confirmados clínicamente en la provincia de Hubei. 

No es infrecuente que las definiciones de los casos cambien en el curso de los brotes, a medida que se dispone de más información, aunque estamos tratando de aclarar la forma en que se establece el diagnóstico clínico para asegurarnos de que no se mezclen los datos relativos a otras enfermedades respiratorias, como la gripe, con los relativos a la COVID-19. 

En total se han producido 1381 muertes en China, contando las 121 que se han comunicado hoy. 

Fuera de China, se han registrado 505 casos en 24 países y dos muertes. 

El viceministro de la comisión nacional de salud ha dicho que hasta el martes se han infectado 1716 agentes de atención sanitaria, y que seis han muerto. 

Se trata de una información de vital importancia, puesto que los agentes de atención sanitaria son el elemento que aglutina tanto el sistema de salud como la respuesta al brote. No obstante, necesitamos saber más cosas acerca de esta cifra, y en particular sobre el periodo de tiempo y las circunstancias en que los agentes de salud cayeron enfermos. 

La OMS ha elaborado una serie de directrices para los profesionales sanitarios que atienden a los pacientes adultos e infantiles que ingresan en los hospitales con infecciones agudas. Las mencionadas directrices se han puesto a disposición de todos los países. 

Como dije el otro día, hemos mantenido contactos frecuentes con los proveedores para pedirles que den prioridad a la producción y distribución de equipo de protección personal para el personal sanitario que trabaja en primera línea. También estamos en contacto con los Estados Miembros sobre esta importante cuestión. 

Me complace decir que se están realizando avances en la Misión Conjunta con China sobre la COVID-19 que encabeza la OMS. Esperamos que todo el equipo vaya llegando a lo largo del fin de semana. 

La misión está integrada por 12 expertos internacionales y de la OMS y por un número parecido de homólogos de la República Popular China. 

La Misión Conjunta incluirá talleres especializados, revisiones de datos con los principales ministerios, reuniones con las principales instituciones nacionales y visitas sobre el terreno a tres provincias para comprender el grado de aplicación y el impacto de las actividades de respuesta a nivel de provincia y de condado, tanto en entornos urbanos como rurales. 

El objetivo de la Misión Conjunta es determinar con rapidez cuáles han de ser los próximos pasos en las actividades de respuesta y preparación ante la COVID-19, tanto en China como en el resto del mundo. 

Se prestará especial atención a comprender la transmisión del virus, la gravedad de la enfermedad y los efectos de las medidas de respuesta que se están aplicando. 

Por otra parte, será importante examinar qué tipo de información se requiere para que el mundo pueda aprovechar la oportunidad de que dispone actualmente para preparar a los profesionales y los sistemas sanitarios ante posibles brotes. 

No cabe duda de que la situación se encuentra en constante evolución. El personal sanitario y de respuesta que se encuentra en China trabaja prácticamente sin dormir y en condiciones difíciles. Sin embargo, para poder ayudar a China y brindar nuestro apoyo a la respuesta mundial necesitamos asegurarnos de que obtengamos datos máximamente precisos y con la mayor rapidez posible. 

Estamos trabajando con nuestros homólogos chinos en estas cuestiones, que también forman parte de la labor a realizar en el marco de la Misión Conjunta con China encabezada por la OMS. 

Por último, deseo agradecer a Camboya que haya mostrado al mundo lo que significa la solidaridad. 

Mientras que otros países se negaron a aceptar el crucero Westerdam, Camboya permitió que atracara. 

Cientos de pasajeros están desembarcando hoy y se dirigen a sus países de origen. 

Los 20 pasajeros que manifestaron signos de enfermedad han dado negativo para el virus de la COVID-19. 

Espero que otros países sigan el ejemplo de Camboya. 

Para concluir, permítanme que insista de corazón en que este es un momento para mostrar solidaridad, no para imponer ningún estigma. Hay señales preocupantes de que el mundo no está prestando oído al llamamiento a la unidad y no está apoyando a aquellos que salvan vidas y alivian el sufrimiento en el epicentro de la enfermedad en China. 

Muchas gracias.