En 2018 más de 140 000 personas murieron de sarampión en todo el mundo, según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC). Las muertes se debieron a la oleada de casos de sarampión que se produjo a nivel mundial, con brotes epidémicos devastadores en todas las regiones.
La mayoría de las muertes se registraron en la población de niños menores de 5 años. Los lactantes y los niños muy pequeños tienen un mayor riesgo de contagiarse de sarampión y de presentar complicaciones, tales como neumonía o encefalitis (un tipo de edema cerebral), y discapacidad de por vida, como daño cerebral permanente, ceguera o hipoacusia.
Según estudios recientemente publicados, contraer el virus del sarampión puede tener repercusiones sobre la salud a largo plazo, ya que este puede dañar la memoria inmunológica durante meses o incluso años después de la infección. Al dañar el sistema inmunitario de la persona, esta «amnesia inmunológica» deja a los sobrevivientes vulnerables a padecer otro tipo de enfermedades potencialmente mortales, como la gripe o la diarrea grave.
«El hecho de que haya niños que mueren de una enfermedad prevenible mediante vacunación, como el sarampión, es francamente escandaloso y, además, refleja el fracaso de los esfuerzos colectivos para proteger a los niños más vulnerables del mundo,» apuntó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreysus, Director General de la Organización Mundial de la Salud. «Para salvar vidas, debemos velar por que todas las personas puedan beneficiarse de las vacunas, lo que implica invertir en vacunación y asistencia sanitaria de calidad para que todos puedan gozar de ese derecho.»
El sarampión se puede prevenir mediante vacunación. Sin embargo, las tasas de vacunación en el mundo llevan estancadas casi un decenio. La OMS y el UNICEF calculan que, en 2018, un 86 % de los niños en el mundo recibieron la primera dosis de la vacuna contra el sarampión en el marco de los programas de vacunación sistemática de sus países, y menos del 70 % recibieron la segunda dosis recomendada.
En el plano mundial, la cobertura vacunal contra el sarampión no es suficiente para prevenir brotes epidémicos. A fin de proteger a las poblaciones de esta enfermedad, la OMS recomienda que en todos los países y comunidades se registre un 95 % de cobertura vacunal con dos dosis de vacuna contra el sarampión.
Aunque los países más pobres son los más afectados, el sarampión es un problema mundial mayúsculo
En el informe se estima el número total de casos a nivel mundial y por Región de la OMS, y en sus conclusiones se detalla que las repercusiones más graves de la enfermedad se han registrado en África Subsahariana, en donde es frecuente que muchos niños no se vacunen.
En 2018, los países que se vieron más afectados, es decir, los países que registraron la mayor tasa de incidencia de la enfermedad, fueron Liberia, Madagascar, la República Democrática del Congo, Somalia y Ucrania. En esos cinco países se concentraron casi la mitad de todos los casos de sarampión del mundo.
«Hemos tenido una vacuna contra el sarampión segura y eficaz durante más de 50 años,» afirmó el Dr. Robert Linkins, Jefe de la División de Control Rápido de las Enfermedades de los CDC y Presidente de la Iniciativa de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola. «Estas estimaciones nos recuerdan que todos los niños del mundo entero necesitan y merecen contar con esta vacuna que salva vidas. Debemos revertir esta tendencia e impedir estas muertes prevenibles mejorando el acceso a la vacuna contra el sarampión y su cobertura.»
Aunque los países más pobres han sido los más afectados, algunos países más ricos también han luchado contra brotes epidémicos de sarampión que han tenido repercusiones considerables en la salud de las personas.
Este año, los Estados Unidos comunicaron el mayor número de casos en 25 años, y cuatro países de Europa, a saber, Albania, Chequia, Grecia y el Reino Unido, perdieron en 2018 la certificación de países libres de sarampión tras haber registrado prolongados brotes epidémicos de la enfermedad. Esto ocurre si vuelven a registrarse casos endémicos de sarampión en un país después de que se haya declarado su erradicación y si se documenta una transmisión constante en el país durante más de un año.
Se requieren inversiones y compromiso para una respuesta eficaz contra el sarampión
La OMS, los CDC, la Alianza Gavi para las Vacunas (Gavi) y otros asociados, incluidos los organismos que participan en la Iniciativa de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola, en la que también colaboran la Cruz Roja Americana, el UNICEF y la Fundación pro Naciones Unidas, están ayudando a los países a que respondan a los brotes epidémicos de sarampión, por ejemplo, mediante campañas de vacunación de emergencia.
Además de vacunar rápidamente contra el sarampión, las actividades de respuesta a un brote también comprenden esfuerzos para reducir el riesgo de muerte al brindar tratamiento oportuno, especialmente para las complicaciones de la enfermedad tales como la neumonía. En consecuencia, la OMS está prestando apoyo a los países para que gestionen los casos de sarampión, por ejemplo, capacitando a los profesionales sanitarios en la atención eficaz de los niños que padecen la enfermedad.
Además de la respuesta a los brotes, existe la necesidad urgente de que los países y la comunidad mundial de la salud sigan invirtiendo en programas nacionales de vacunación y vigilancia epidemiológica de alta calidad, lo que ayudará a velar por que los brotes epidémicos de sarampión se detecten rápidamente y se detengan antes de que se pierdan vidas.
«Es trágico que en el mundo se esté registrando un rápido aumento del número de casos y muertes de una enfermedad que se puede prevenir fácilmente con una vacuna,» indicó el Dr. Seth Berkley, Director Ejecutivo de la Gavi. «Aunque la indecisión y la desidia son problemas que hay que superar, la mayoría de los brotes epidémicos de sarampión han afectado países con programas de vacunación sistemática y sistemas sanitarios endebles. Debemos redoblar los esfuerzos para ayudar a los más vulnerables; este será un eje central para la Gavi durante el próximo quinquenio.»
Se estima que, por sí sola, la vacunación contra el sarampión ha salvado más de 23 millones de vidas en los últimos 18 años.
Iniciativa de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola
La Iniciativa de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola es una alianza mundial creada por la Cruz Roja Americana, los CDC, la Fundación pro Naciones Unidas, el UNICEF y la OMS que se dedica a lograr y mantener un mundo libre de sarampión, rubéola y el síndrome de rubéola congénita. La iniciativa se fundó en 2001 y ha ayudado a vacunar a más 2900 millones de niños y salvar más de 21 millones de vidas al ampliar la cobertura vacunal, mejorar la respuesta, vigilancia y evaluación de la enfermedad, y fomentar la confianza pública y la demanda de vacunación.
«Aunque nos preocupa el aumento de casos de sarampión en los Estados Unidos y en todo el mundo, hay esperanza,» declaró Gail McGovern, Presidenta y Directora Ejecutiva de la Cruz Roja Americana. «Los brotes epidémicos de sarampión son completamente evitables mediante sistemas sólidos que velen por que a ningún niño le falte una vacuna que pueda salvarle la vida.»
«El número inaceptable de niños que murieron el año pasado a causa del sarampión demuestra que esta enfermedad, que es totalmente prevenible, es una amenaza para los niños de todo el mundo, dondequiera que estén», declaró Henrietta Fore, Directora Ejecutiva del UNICEF. «Cuando son muchos los niños no vacunados, las comunidades enteras corren riesgo. Lo constatamos incluso hoy en día, en lugares remotos, como en la República Democrática del Congo, donde en lo que va de año el sarampión ha matado a más de 4500 menores de cinco años; o en Samoa, donde un brote fulminante de sarampión ha afectado a muchos niños y les ha impedido ir a la escuela».
«La información más reciente apunta a que lamentablemente estamos retrocediendo en nuestros avances contra el sarampión, una enfermedad fácilmente evitable,» apuntó Kathy Calvin, Presidenta y Directora Ejecutiva de la Fundación pro Naciones Unidas. «No obstante, podemos revertir el curso de estos brotes mediante la realización de esfuerzos colectivos, el ejercicio de compromiso político sólido y el cierre de brechas financieras esenciales. Trabajar juntos es un abordaje eficaz y la única manera en la que lograremos hacer llegar a todas las personas del mundo vacunas y servicios que salvan vidas y, de manera general, alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.»
Nota a los editores
La publicación titulada Progress Toward Regional Measles Elimination — Worldwide, 2000–2017 es una publicación conjunta de la OMS y los CDC. Se publica en el marco del parte epidemiológico semanal de la OMS y en el informe semanal sobre morbilidad y mortalidad de los CDC.
La eliminación del sarampión se define como la ausencia de transmisión de virus del sarampión endémico en una región u otra zona geográfica definida durante más de 12 meses. En ese sentido, se considera que un país ya no está libre de sarampión si el virus regresa y se transmite constantemente durante más de un año.
En relación con las estimaciones
Las estimaciones se obtuvieron a partir de un modelado estadístico realizado por la OMS. Cada año el modelo se ajusta para toda la serie temporal, es decir, desde 2000 hasta el año en curso. En el modelado de este año se indica que en 2018 hubo un estimado de 9 769 400 casos de sarampión y 142 300 defunciones conexas, lo que supuso una disminución frente a los 28 219 100 casos y 535 600 muertes que se registraron en 2000. En 2017 se estima que hubo 7 585 900 casos y 124 000 defunciones.
En cuanto a las Regiones, la OMS estima que en 2018 en la Región de África se registraron un total de 1 759 000 casos y 52 600 muertes; en la Región de las Américas, 83 500 casos; en la Región del Mediterráneo Oriental, 2 852 700 casos y 49 000 defunciones; en la Región de Europa, 861 800 casos y 200 muertes; en la Región de Asia Sudoriental, 3 803 800 casos y 39 100 defunciones; y en la Región del Pacífico Occidental, 408 400 casos y 1300 muertes.
Aunque las estimaciones son un indicio útil de la repercusión del sarampión y las tendencias a largo plazo, los casos notificados permiten disponer de información y realizar comparaciones en tiempo real. En 2018 se notificaron 353 236 casos a la OMS. En 2019, hasta mediados de noviembre, se habían notificado ya más de 413 000 casos en todo el mundo, junto con 250 000 casos adicionales en la República Democrática del Congo (según la información de su sistema nacional); la cifra total de casos es, pues, tres veces superior a la registrada en 2018 en estas fechas.