Octava reunión del Grupo de Trabajo Multilateral de Líderes sobre la COVID-19, de 1 de marzo de 2022: «Tercera consulta a los directores generales de las principales empresas fabricantes de vacunas»

Declaración conjunta

7 de marzo de 2022
Declaración

El 1 de marzo de 2022, los dirigentes del Fondo Monetario Internacional, el Grupo Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud celebraron consultas de alto nivel con el UNICEF, Gavi, la Alianza para las Vacunas, el Coordinador Jefe Mundial para la disposición operativa de los países y la entrega de vacunas contra la COVID-19 y los directores generales de las principales empresas fabricantes de vacunas con el fin de distribuir lo antes posible las vacunas a quienes más las necesitan y comenzar a administrarlas.

El Grupo de Trabajo Multilateral de Líderes presentó la siguiente declaración:

«En los últimos meses, hemos observado tasas sin precedentes de transmisión de la enfermedad en todo el mundo debido a la variante ómicron. Sin embargo, las desigualdades para acceder a las vacunas, las pruebas y los tratamientos contra la COVID-19 siguen siendo muy pronunciadas, y no hacen sino prolongar la pandemia. Hay 23 países que todavía no han administrado todas las dosis de la vacuna al 10% de su población, 73 países que no han logrado una cobertura del 40% y muchos más que no cumplirán el objetivo del70 % para mediados de este año.

Las dificultades son mayores en los países de bajos ingresos, que se concentran en África. En esos países, apenas el 7% de la población ha recibido todas las dosis de la vacuna, frente al 73% en los países de ingresos altos. En el entorno cambiante de la pandemia, una de las máximas prioridades es velar por la salud de las personas que viven en los países más pobres. Podemos y debemos asegurarnos de que estos países tengan la posibilidad, los medios y la capacidad para vacunar a sus poblaciones, y en particular a las personas que más riesgo corren.

Pese a las dificultades, se han producido avances. Han disminuido las limitaciones que afectaron a la distribución de vacunas el año pasado, y las restricciones a la exportación han dejado de ser un problema. Nuestros esfuerzos deben centrarse ahora en ayudar a los países a aumentar sus tasas de vacunación. No existe un enfoque universal, ya que cada país se enfrenta a distintos problemas en el plano político y administrativo, así como en términos de capacidad.

Los gobiernos suelen enfrentarse a obstáculos como la escasez de infraestructuras de salud (incluidos los almacenes), la capacidad limitada de la cadena de frío, la falta de personal capacitado para administrar las vacunas, la complejidad que supone gestionar múltiples vacunas, la ausencia de sistemas de datos para organizar campañas de vacunación, la información errónea sobre las vacunas y la renuencia a vacunarse. Pero podemos extraer enseñanzas positivas de países de todo el mundo, algunos de ellos de bajos ingresos, que han logrado superar los obstáculos y llevar a cabo campañas de vacunación.

Para garantizar a los países en desarrollo un acceso equitativo, asequible y oportuno a las herramientas, es indispensable invertir de forma sostenida en la diversificación geográfica de la capacidad de fabricación y en la adquisición de nuevas tecnologías para fabricar vacunas, desarrollar tratamientos y realizar pruebas diagnósticas. En este sentido, agradecemos el esfuerzo de las principales empresas fabricantes de vacunas por explorar y forjar nuevas alianzas, e instamos a esas empresas a que trabajen en estrecha colaboración  con las organizaciones internacionales y los países para aprovechar las soluciones prácticas y compartir licencias, tecnologías y conocimientos especializados.

Si queremos acabar con la pandemia, una de las principales prioridades es disponer rápidamente de financiación para acelerar el desarrollo, la producción y el acceso equitativo a pruebas, tratamientos y vacunas contra la COVID-19 en los países de ingresos bajos y medios. Es indispensable financiar por completo el Acelerador del Acceso a las Herramientas contra la COVID-19 (Acelerador ACT).

A medida que vaya aumentando el suministro de vacunas en 2022, será fundamental que todas las partes interesadas trabajen en estrecha colaboración para ajustar la oferta a la demanda, reducir la fragmentación de la oferta y distribuir las vacunas lo más eficazmente posible. Debemos adaptarnos a los desafíos, que evolucionan constantemente, y seguir trabajando juntos. Como dijo en una ocasión el difunto Dr. Paul Farmer: "Cada vez que se desarrolle una herramienta nueva, ya sea una vacuna o un tratamiento, hay que diseñar también un plan para distribuirla".

Tenemos que ser conscientes de la importancia de garantizar la distribución, ya que es ella la que salva vidas, preserva la integridad de las familias y permite que los niños sigan estudiando, las comunidades mantengan su fortaleza y las economías crezcan.»


Acerca del Grupo de Trabajo Multilateral de Líderes

El objetivo de esta iniciativa conjunta del Fondo Monetario Internacional, el Grupo Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio es facilitar la introducción de herramientas contra la COVID-19 por medio de soluciones financieras y comerciales multilaterales, sobre todo para los países de ingresos bajos y medios. La iniciativa apoya los objetivos del Acelerador ACT y otras iniciativas complementarias destinadas a distribuir pruebas diagnósticas, vacunas, tratamientos y equipos de protección personal para luchar contra la COVID-19. 

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