Jonathan Torgovnik/Getty Images Reportage
Gathering of young mothers with a community health worker to discuss contraceptives in Shompole, Kenya.
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Un estudio reciente no halla relación entre la infección por el VIH y los métodos anticonceptivos

13 de junio de 2019
Noticias departamentales
Ginebra

En un amplio estudio de investigación clínica llevado a cabo en cuatro países africanos, no se apreciaron diferencias significativas en cuanto al riesgo de infección por el VIH entre las mujeres que usaban uno de los tres métodos anticonceptivos reversibles y de gran eficacia estudiados.

El estudio, publicado hoy en The Lancet, mostró que los tres métodos eran muy seguros y eficaces para la prevención del embarazo, y que las usuarias los habían aceptado bien.

Los tres métodos investigados en el estudio ECHO (acrónimo de Evidence for Contraceptive Options and HIV Outcomes) fueron los siguientes:
  • Acetato de medroxiprogesterona de depósito administrado por vía intramuscular 
  • (AMPD-IM): un anticonceptivo inyectable y reversible con progestágeno solo que se administra cada tres meses; 
  • Implante de levonorgestrel: un implante de progestágeno solo que se introduce bajo la piel del brazo y puede usarse durante un máximo de cinco años;  
  • DIU de cobre: un dispositivo que se inserta en el útero y que puede utilizarse durante entre 10 y 12 años como máximo.

«Estos resultados respaldan la conveniencia de ofrecer a las mujeres y niñas múltiples opciones anticonceptivas eficaces que les permitan tomar decisiones informadas acerca de su propio cuerpo, como la decisión de tener hijos o no y el momento de hacerlo», afirmó el Dr. James Kiarie, del Departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas de la Organización Mundial de la Salud. «Disponer de un mejor acceso a los anticonceptivos y de unos servicios de salud reproductiva de calidad contribuiría notablemente a mejorar las vidas de millones de mujeres y de sus familias».

No obstante, el estudio constató que la incidencia del VIH entre las mujeres participantes era elevada —un 3,8% anual de media— lo que sugiere que el VIH sigue suponiendo un riesgo personal importante y un problema para la salud pública para muchas mujeres de esos países.

«El estudio subraya la necesidad de intensificar los esfuerzos de prevención en estos países de alta carga de infección por el VIH, especialmente entre las mujeres jóvenes», afirmó la Dra. Rachel Baggaley, del Departamento de VIH y Hepatitis de la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Entre otras cosas, habría que facilitar la realización de pruebas de detección del VIH y ofrecer múltiples opciones de prevención de la infección en el marco de programas de servicios de anticoncepción».

Acerca del estudio

En los últimos 25 años, a medida que la epidemia del VIH se iba extendiendo por muchos países, varios estudios observacionales sugirieron la posibilidad de que el riesgo de adquisición del VIH fuera mayor para las mujeres que utilizaban inyectables de progestágeno solo, y en particular AMPD-IM. Sin embargo, dadas las limitaciones en el diseño de esos estudios, no fue posible determinar si las infecciones por el VIH se debieron al tipo de método anticonceptivo utilizado o a otros factores. Los resultados del ensayo de ECHO son los más sólidos hasta la fecha para despejar esos temores.

El estudio ECHO se llevó a cabo en cuatro países con una elevada incidencia del VIH: Eswatini, Kenya, Sudáfrica y Zambia. Se incluyó en el estudio a un total de 7829 mujeres de entre 16 y 35 años, sexualmente activas y no infectadas por el VIH, que querían utilizar un método anticonceptivo moderno, y se les asignó aleatoriamente uno de los tres métodos.

Todas las participantes en el estudio recibieron periódicamente atención sanitaria, que incluyó asesoramiento en materia de prevención y tratamiento de la infección por el VIH, así como pruebas de detección y tratamiento de infecciones de transmisión sexual.

«Tras décadas de incertidumbre, por fin disponemos de datos científicos sólidos, extraídos de un riguroso ensayo clínico aleatorizado, sobre la posible relación entre los anticonceptivos hormonales y el riesgo de infección por el VIH», afirmó la profesora Helen Rees, Directora Ejecutiva del Wits Reproductive Health and HIV Institute de la Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo (Sudáfrica), y uno de los cinco miembros que integran el Comité de Gestión que dirige el estudio ECHO. «Los resultados en este aspecto son tranquilizadores, pero al mismo tiempo llaman a la reflexión, pues confirman que la incidencia del VIH entre las jóvenes africanas es inaceptablemente elevada».

Más información sobre el estudio ECHO (en inglés)

Resultados

De las 7829 participantes en el estudio, 397 contrajeron una infección por el VIH. No hubo diferencia estadística en la tasa de adquisición del VIH entre las mujeres. Se registraron 143 infecciones en mujeres que utilizaban AMPD-IM, 138 en el grupo que usaba el DIU de cobre y 116 en las que llevaban implantes de levonorgesterel.

La tasa de infección por el VIH fue más alta en las mujeres de menos de 25 años, con independencia del método anticonceptivo empleado. Esta elevada tasa de infección, especialmente en mujeres jóvenes, confirma la necesidad de reforzar la integración de la prevención del VIH en los servicios de anticoncepción y otros servicios de salud sexual y reproductiva, que habrían de incluir, entre otras cosas, pruebas de detección del VIH y derivación a tratamientos antirretrovíricos para las mujeres infectadas, realización de pruebas a sus parejas, promoción del uso de preservativos, y profilaxis de preexposición (PrEP). La elevada incidencia constatada del VIH excede el umbral sugerido por la OMS para ofrecer PrEP, una opción que deberían tener en consideración, llegado el caso, aquellos países con una incidencia del VIH superior al 3%.

En la actualidad, 214 millones de mujeres de países en desarrollo quieren evitar quedarse embarazadas, pero no usan ningún método anticonceptivo moderno. Es, pues, fundamental disponer de servicios integrados y de calidad, para cuyo diseño se tenga en cuenta la opinión de las mujeres y que respeten los derechos humanos de las mujeres y niñas, protejan su intimidad y se ofrezcan sin estigmatización, discriminación, violencia o coacción.

 «Más allá de los datos del ensayo ECHO, la escasez de opciones anticonceptivas que tienen las mujeres debe resolverse. Confiamos en que este resultado fomente la adopción de medidas y logre que se aborde esta cuestión que afecta a las mujeres como una prioridad. Las mujeres quieren disponer de otras opciones, además del AMPD», afirmó Yvette Raphael, miembro del Grupo Consultivo Comunitario Mundial para el estudio ECHO.

Es esencial ampliar las opciones anticonceptivas de calidad garantizada para atender las necesidades actualmente insatisfechas. Ofrecer a las mujeres una oferta variada de métodos anticonceptivos aceptables y eficaces facilita que puedan tomar sus propias decisiones sobre si quieren o no quedarse embarazadas, cuándo desean hacerlo y cuántos hijos quieren tener. Posibilitar que las mujeres y las niñas puedan tomar decisiones informadas es un principio fundamental de la prestación de información y servicios de anticoncepción. Las conclusiones del estudio apuntan a que es conveniente seguir facilitando a todas las mujeres —también a las que tienen un riesgo elevado de contraer una infección por el VIH— acceso a todos los métodos estudiados.

Próximas etapas

Siguiendo su práctica habitual cuando se publican nuevas conclusiones importantes de investigaciones relacionadas con la seguridad de los anticonceptivos, la OMS reunirá a un grupo de elaboración de directrices para que revise sus recomendaciones sobre la elegibilidad de las mujeres para el uso de distintos métodos anticonceptivos en casos de riesgo elevado de infección por el VIH. Las recomendaciones actualizadas se publicarán a finales de agosto de 2019. Este calendario refleja la práctica establecida de la OMS de garantizar un proceso de examen oportuno, sólido e inclusivo.

La OMS prestará apoyo a los países que presentan una elevada tasa de incidencia del VIH, incluidos los cuatro países en los que se llevó a cabo el estudio, a fin de elaborar planes para ofrecer servicios integrados de planificación familiar, VIH e infecciones de transmisión sexual, como se recomendó en el llamado a la acción sobre los vínculos entre la salud y los derechos sexuales y reproductivos y el VIH.

La OMS y el Programa Especial de Investigaciones, Desarrollo y Formación de Investigadores sobre Reproducción Humana (HRP) desean reconocer y agradecer a las 7829 mujeres y a sus comunidades su participación en el estudio ECHO, sin la cual nuestro conocimiento sobre la seguridad de los tres métodos anticonceptivos altamente eficaces estudiados no sería el que es hoy.

El estudio ECHO fue llevado a cabo por un consorcio liderado por FHI 360, la Universidad de Washington, el Wits Reproductive Health and HIV Institute, el HRP y la OMS.

Contactos para los medios

Christian Lindmeier

Responsable de Comunicación
OMS

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