Declaración provisional sobre la composición de las vacunas anticovídicas actuales

17 de junio de 2022
Declaración

Puntos destacados

  • Los objetivos principales de la vacunación contra la COVID-19 con las vacunas actualmente autorizadas siguen siendo reducir las hospitalizaciones, las formas graves de la enfermedad y las muertes, y proteger los sistemas de salud. El uso de las vacunas actualmente autorizadas basadas en el virus inicial (es decir, el identificado a partir de los primeros casos de COVID-19, en diciembre de 2019) confiere niveles altos de protección contra la enfermedad grave para todas las variantes, incluida la variante ómicron con la aplicación de una dosis de refuerzo.
  • Se ha constatado una evolución continua y sustancial del virus desde que apareció el SARS-CoV-2 a finales de 2019 y es probable que esta evolución continúe y dé lugar a la aparición de nuevas variantes, en particular variantes con modificaciones en la proteína espicular. La trayectoria de la evolución del SARS-CoV-2 sigue siendo incierta y aún no es posible predecir las características genéticas y antigénicas de las futuras variantes.
  • La incertidumbre respecto a la evolución futura hace que sea prudente perseguir, en el marco de la vacunación contra la COVID-19, el objetivo adicional de lograr una inmunidad más amplia contra las variantes circulantes y emergentes, y a la vez mantener la protección contra las formas graves de la enfermedad y la muerte.
  • Los datos disponibles (que pueden verse en el anexo) indican que puede resultar beneficios introducir la variante ómicron, en cuanto variante preocupante por el SARS-CoV-2 más diferenciada en el plano antigénico, en una vacuna de composición actualizada si se administra como dosis de refuerzo a las personas primovacunadas contra la COVID-19.

El Grupo Consultivo Técnico sobre la Composición de las Vacunas contra la COVID-19 (TAG-CO-VAC) es un grupo independiente de expertos que analiza de manera constante las consecuencias de salud pública de la aparición de variantes preocupantes del SARS-CoV-2 y sus efectos en la eficacia de las vacunas anticovídicas con el fin de emitir recomendaciones oportunas sobre posibles modificaciones en la composición de las cepas que forman las vacunas. Desde que en noviembre de 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificara como preocupante la variante ómicron, el TAG-CO-VAC ha seguido de cerca el impacto de ómicron en la eficacia de las vacunas contra la COVID-19 actualmente autorizadas a fin de examinar si se justificaría un cambio en la composición de las vacunas anticovídicas. La presente declaración del TAG-CO-VAC, en la estela de la declaración provisional publicada el 8 de marzo de 2022, tiene por objeto presentar a los Estados Miembros, a los fabricantes de vacunas y a los organismos reguladores las aspectos a tener en cuenta sobre si puede justificarse modificar la composición de las vacunas y, en caso afirmativo, de qué manera podría realizarse para alcanzar los objetivos de salud pública de la vacunación contra la COVID-19. 

¿Se justifica una modificación de la composición de las vacunas contra la COVID-19? 

Desde que fuera clasificada como variante preocupante, ómicron ha desplazado de manera rápida y relativamente sincrónica a otras variantes circulantes y ha causado considerables olas epidémicas en las seis regiones de la OMS. Esta variante se caracteriza por un gran número de mutaciones, muchas de las cuales se sitúan en regiones importantes desde el punto de vista antigénico de la proteína espicular. Su ventaja en la transmisión sobre otras variantes se debe en gran medida a sus propiedades para eludir la protección inmunitaria, y ha infectado a muchas personas que habían sido previamente vacunadas o infectadas. Se han identificado varios sublinajes dentro de ómicron, en particular BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5, que comparten muchas de las mutaciones de la proteína espicular. 

En este contexto, los objetivos principales de la vacunación contra la COVID-19 con las vacunas actualmente autorizadas siguen siendo reducir las hospitalizaciones, las formas graves de la enfermedad y las muertes, y proteger los sistemas de salud. La pauta de primovacunación con las vacunas actualmente autorizadas, que se basan en el virus identificado a partir de los primeros casos de COVID-19 en diciembre de 2019 (denominado virus inicial, por ejemplo, GISAID: hCoV-19/Wuhan/WIV04/2019) proporciona niveles más bajos de protección contra la enfermedad grave por ómicron, en comparación con las variantes preocupantes anteriores. Sin embargo, una dosis de refuerzo de las vacunas anticovídicas actualmente autorizadas basadas en el virus inicial parece restablecer la protección contra la enfermedad grave y la muerte contra las variantes actualmente en circulación[1] a niveles que siguen siendo aceptables.[2] 

Sin embargo, desde los primeros casos de COVID-19 se ha producido una evolución sustancial del virus, particularmente en la proteína espicular, y es probable que esta evolución continúe y dé lugar a la aparición de nuevas variantes en el futuro. No se conoce con certeza el momento de aparición, la amplitud de la circulación mundial y las características antigénicas de las variantes futuras. En este contexto, puede ser deseable obtener inmunidad contra una gama tan amplia como sea posible de antígenos de la proteína espicular del SARS-CoV-2 a fin de mantener y potencialmente mejorar la protección contra futuras variantes. Por lo tanto, sería prudente perseguir, en el marco de la vacunación contra la COVID-19, un objetivo adicional para obtener respuestas inmunitarias que permitan, a un tiempo:

  • ampliar la respuesta inmunitaria contra las variantes circulantes y emergentes, a fin de mejorar la protección contra estas variantes, y
  • mantener la protección contra las hospitalizaciones, las formas graves de la enfermedad y las muertes, y proteger los sistemas de salud.

En consecuencia, puede justificarse una modificación de la composición de las vacunas anticovídicas a fin de ampliar la protección inmunitaria contra los antígenos divergentes de la proteína espicular del SARS-CoV-2. 

Si se considera necesario modificar la composición de las vacunas anticovídicas, ¿cuál es la composición recomendada en cuanto a las cepas vacunales? 

El TAG-CO-VAC ha examinado y comparado las características epidemiológicas y virológicas de las variantes preocupantes hasta la fecha, incluida ómicron. Para ellos se han analizado, entre otras cosas, datos publicados y no publicados sobre las características antigénicas y las propiedades de resistencia a los anticuerpos de diversas variantes preocupantes, incluida ómicron, la protección cruzada de las respuestas específicas a ómicron después de la vacunación o la infección por variantes preocupantes anteriores, y tras la infección por ómicron o la aplicación de una vacuna experimental específica para ómicron (véase el anexo). Es importante señalar que el TAG-CO-VAC es consciente de que hasta la fecha se han publicado pocos datos acerca de los modelos animales y los datos humanos referentes a las vacunas experimentales específicas para ómicron; se examinarán los datos nuevos a medida que se vayan publicando. 

De las variantes preocupantes del SARS-CoV-2 que se han propagado por todo el mundo, ómicron es la que tiene mayores diferencias antigénicas, mucho más que las variantes alfa o delta, que son más parecidas al virus original. Esto se ha demostrado por la actividad de neutralización considerablemente menor contra ómicron que contra las variantes preocupantes anteriores, tanto en personas vacunadas como en las que habían sido infectadas previamente por variantes anteriores. Además, la producción de anticuerpos en individuos sin inmunización previa expuestos a ómicron es fuerte, pero la reactividad cruzada con otras variantes anteriores, en particular con las variantes preocupantes, es débil. En cambio, en las personas previamente inmunizadas ya sea por la infección por el SARS-CoV-2 (es decir, por el virus inicial, alfa, delta) o por la vacunación anticovídica (basada en el virus inicial), la infección por ómicron provoca una amplia respuesta inmunitaria cruzada. También se han hecho observaciones similares a partir de modelos animales y de datos clínicos preliminares en humanos que evalúan vacunas experimentales específicas para ómicron. En conjunto, los datos muestran que la exposición repetida a los antígenos del SARS-CoV-2 (ya sea por una infección posvacunación, por la vacunación tras la infección o por recibir tres o más dosis de vacunas) aumenta la potencia de la producción de anticuerpos y muestra un aumento en la amplitud tras la infección por ómicron en humanos previamente inmunizados. 

Por lo tanto, los datos disponibles indican que es probable que la inclusión de ómicron en una vacuna cuya composición se actualice sea beneficiosa en poblaciones primovacunadas contra la COVID-19. Para un producto vacunal específico para ómicron, el TAG-CO-VAC constata que los virus o las secuencias genéticas víricas muy estrechamente relacionadas con hCoV/South Africa/NICD-N21668/2021 o hCoV/USA/CA-CDC-4358237-001/2021 están hasta la fecha entre las más alejadas desde el punto de vista antigénico del virus original y es probable que mejoren la potencia y la amplitud de la producción de anticuerpos. 

Es importante destacar que el TAG-CO-VAC considera que la protección ofrecida por un producto vacunal específico para ómicron podría ser distinta entre quienes ya hayan recibido una primovacunación contra la COVID-19 (previamente inmunizados), y quienes no la hayan recibido (no previamente inmunizados). Sobre la base de los datos disponibles hasta la fecha, se deduce que un producto vacunal monovalente específico para ómicron administrado como dosis de refuerzo para las personas que ya hayan recibido una primovacunación puede inducir una respuesta inmunitaria más amplia. Por el contrario, no se recomienda un producto vacunal monovalente específico para ómicron como formulación destinada a la primovacunación, pues se desconoce aún si las vacunas específicas para ómicron ofrecerán niveles de inmunidad cruzada y protección cruzada contra la enfermedad grave causada por otras variantes preocupantes en individuos sin inmunización previa similares a los que ofrecen las vacunas creadas a partir del virus inicial. 

Aunque los organismos reguladores aún no han aprobado productos bivalentes ni multivalentes, las vacunas que contengan el virus original y ómicron en un solo producto podrían lograr resultados similares a los del enfoque secuencial propuesto. Sin embargo, en estos momentos, solo se dispone de datos limitados para evaluar si las respuestas inmunitarias cruzadas en humanos utilizando un producto bivalente o multivalente que contenga ómicron serán equivalentes a las obtenidas mediante un enfoque vacunal secuencial. 

El TAG-CO-VAC reconoce que la introducción de ómicron, en cuanto variante preocupante más diferenciada en el plano antigénico hasta la fecha, en una formulación vacunal específica para esa variante administrada como dosis de refuerzo, no impide que los organismos reguladores consideren otras formulaciones específicas para otras variantes. El objetivo adicional clave de las formulaciones vacunales anticovídicas modificadas es lograr una inmunidad cruzada más amplia respecto a las variantes anteriores, circulantes y emergentes. 

Conclusiones

El uso de las vacunas aprobadas basadas en el virus original confiere altos niveles de protección contra la enfermedad grave y la muerte para todas las variantes, incluida la variante ómicron tras administrar una dosis de refuerzo. Por lo tanto, es apropiado continuar utilizando las vacunas aprobadas como pauta de primovacunación y como dosis de refuerzo para lograr los principales objetivos de la vacunación contra la COVID-19. Dada la incertidumbre respecto a las características genéticas y antigénicas de las futuras variantes del SARS-CoV-2, puede ser prudente perseguir, en el marco de la vacunación contra la COVID-19, un objetivo adicional consistente en una producción de anticuerpos más amplia contra las variantes circulantes y emergentes, al mismo tiempo que se conserva la protección contra la enfermedad grave y la muerte. En este contexto, los datos disponibles indican que puede resultar beneficioso introducir ómicron, en cuanto variante preocupante más diferenciada en el plano antigénico, en una vacuna de composición actualizada. Los datos disponibles indican igualmente que, si dichas vacunas llegan a ver la luz, sería preferible administrarlas como dosis de refuerzo para las personas que ya han recibido una pauta de primovacunación contra la COVID-19. 

El TAG-CO-VAC reconoce que esta posición se basa en datos limitados procedentes de modelos animales, en las conclusiones extraídas sobre la infección por ómicron en personas previamente inmunizadas y no previamente inmunizadas, y en datos clínicos preliminares en humanos vacunados con una vacuna experimental específica para ómicron. Por lo tanto, el TAG-CO-VAC reconoce que sigue habiendo incertidumbres considerables. En primer lugar, la incertidumbre respecto a la trayectoria de la evolución del SARS-CoV-2 es tal que existe el riesgo de que esta actualización no corresponda a las variantes que surjan en el futuro. No obstante, la modificación de la composición de la vacuna que incluya ómicron probablemente ampliará la producción de anticuerpos en individuos primovacunados. En segundo lugar, hay hipótesis sobre la eficacia potencial de las vacunas específicas para variantes, incluidas las vacunas que contienen ómicron. Se supone que la seguridad, la reactogenia y la inmunogenicidad de la composición vacunal actualizada serán comparables a las de las vacunas actualmente autorizadas basadas en el virus inicial. Por lo tanto, el TAG-CO-VAC recomienda enfáticamente la producción de datos clínicos sobre las respuestas inmunitarias a una primovacunación y/o a una dosis de refuerzo de vacunas específicas para ómicron en humanos de diversas vacunas contra la COVID-19. El TAG-CO-VAC examinará esos datos adicionales, que permitirán al Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) y a su Grupo de Trabajo sobre las Vacunas contra la COVID-19 formular recomendaciones de política sobre la utilización y el calendario de las vacunas específicas para ómicron.  

La presente declaración se basa en la eficacia actual de las vacunas anticovídicas y el panorama de las vacunas autorizadas en junio de 2022. Estas estimaciones se irán actualizando a medida que se tengan más datos. 


[1] OMS. COVID-19 Weekly Epidemiological Update. 8 de junio de 2022. Disponible en: https://www.who.int/publications/m/item/weekly-epidemiological-update-on-covid-19---8-june-2022

[2] OMS. Target Product profiles for COVID-19 vaccines. Revised April 2022. Disponible en: https://www.who.int/publications/m/item/who-target-product-profiles-for-covid-19-vaccines.

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