La OMS insta a los líderes que asisten al septuagésimo sexto periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas a que garanticen un acceso equitativo a las vacunas contra la COVID-19 y a otras herramientas que salvan vidas; a que se aseguren de que el mundo esté mejor preparado para responder a futuras pandemias; y a que renueven los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La pandemia de COVID-19 se ha cobrado ya la vida de casi 5 millones de personas en todo el mundo, y el virus sigue circulando activamente en todas las regiones del planeta.
Las vacunas son la herramienta más importante para acabar con la pandemia y salvar vidas y medios de subsistencia. Se han administrado más de 5700 millones de dosis de vacunas en todo el mundo, pero el 73% de todas las dosis se han administrado en solo 10 países. Los países de ingreso alto han administrado 61 veces más dosis por habitante que los países de ingreso bajo. Cuanto más persista la inequidad vacunal, más seguirá circulando y evolucionando el virus, y más durarán los trastornos sociales y económicos.
Las metas de la OMS son vacunar al menos al 40% de la población de todos los países para finales de este año, y al 70% para mediados del próximo. Estas metas son alcanzables si los países y los fabricantes se comprometen realmente con la equidad vacunal.
La OMS hace un llamamiento a los países para que cumplan de inmediato sus promesas de compartición de dosis y para que intercambien sus entregas de vacunas a corto plazo con COVAX y AVAT (Equipo de Trabajo Africano para la Adquisición de Vacunas contra la COVID-19); la OMS también hace un llamamiento a los fabricantes para que den prioridad a los suministros a COVAX y sus asociados, y para que los países y los fabricantes faciliten el intercambio en materia de tecnología, conocimientos técnicos y propiedad intelectual con el fin de apoyar la fabricación regional de vacunas.
Aunque los países se centren en acabar con esta pandemia, el mundo debe prepararse también para hacer frente a futuras pandemias y otras emergencias sanitarias.
La COVID-19 pilló al mundo —incluidos los países ricos— sin estar preparado para una pandemia de esta velocidad y magnitud. Golpeó con especial dureza a las poblaciones vulnerables y exacerbó las desigualdades.
La OMS insta a todos los países a que rompan el ciclo de «pánico y negligencia» observado tras anteriores emergencias sanitarias, y a que destinen suficientes recursos financieros, acompañados de voluntad política, para reforzar la preparación frente a emergencias sanitarias en todo el mundo.
La cobertura sanitaria universal (CSU) es una piedra angular de la seguridad sanitaria mundial. A pesar de los avances en materia de CSU en los últimos años, el 90% de los países han notificado interrupciones en los servicios de salud esenciales debido a la pandemia, cuyas consecuencias repercuten más allá del sector sanitario.
Invertir seriamente en la CSU y en la preparación frente a pandemias es fundamental no solo para reforzar la seguridad sanitaria mundial, sino también para volver a encarrilar la Agenda 2030 para Desarrollo Sostenible.
La pandemia ha hecho retroceder los avances hacia el cumplimiento de los ODS, incluidos los logros alcanzados en la erradicación de la pobreza, la eliminación de la desigualdad de género, la vacunación de los niños contra las enfermedades transmisibles y la educación de las niñas y los niños. Sin embargo, también está proporcionando al mundo nuevas oportunidades para hacer las cosas de forma diferente y para colaborar realmente en la construcción de un mundo mejor, más sano, más justo, más inclusivo y más sostenible.
La OMS insta a los líderes mundiales que se reúnen esta semana en la Asamblea General de las Naciones Unidas a que aprovechen la ocasión y se comprometan a actuar de forma concertada, proporcionar los recursos adecuados y mostrar solidaridad, con el fin de construir un futuro mejor para las personas y el planeta.
Nota para los redactores:
El Mecanismo COVAX, que es el eje de trabajo relativo a las vacunas del Acelerador del Acceso a las Herramientas de Lucha contra la COVID-19 (Acelerador ACT), está codirigido por la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI), la Alianza Gavi (Gavi) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que trabajan en asociación con UNICEF como principal asociado en materia de ejecución, así como con fabricantes de vacunas de países desarrollados y en desarrollo, el Banco Mundial y otras organizaciones. Es la única iniciativa mundial que trabaja con los gobiernos y los fabricantes para garantizar que las vacunas contra la COVID-19 estén disponibles en todo el mundo, tanto en los países de ingreso alto como en los de ingreso bajo.
Hasta la fecha, COVAX ha enviado más de 260 millones de dosis a 141 países.