Las autoridades sanitarias de la República Democrática del Congo han anunciado planes para introducir una segunda vacuna experimental contra el ebola, fabricada por Johnson & Johnson, a partir de mediados de octubre. La vacuna, que se administra en dos dosis separadas por un intervalo de 56 días, se ofrecerá, en el marco de protocolos aprobados, a determinadas poblaciones en riesgo en zonas en las que el ebola no se transmite de forma activa y constituirá una herramienta más para ampliar la protección contra el virus.
«Las autoridades de la República Democrática del Congo, al decidir utilizar la segunda vacuna experimental para ampliar la protección contra este mortífero virus han demostrado una vez más sus dotes de liderazgo y su determinación de poner fin al brote lo antes posible», declaró el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«La evaluación de la segunda vacuna contra el ebola nos permitirá disponer de una herramienta más que podría evitar la expansión del brote y proteger a las poblaciones antes de que el brote llegue a zonas en riesgo», señaló la Dra. Matshidiso Moeti, Directora Regional de la OMS para África.
La vacuna de Johnson & Johnson complementará la vacuna actual (rVSV-ZEBOV-GP, fabricada por Merck), que ha demostrado ser sumamente eficaz y segura y ha ayudado a proteger miles de vidas. La vacuna de Merck seguirá administrándose a todas las personas con alto riesgo de infección por el virus del Ebola, en particular las que han estado en contacto con casos de ebola confirmados, todos los contactos de contactos, y otras personas que se considere que tienen un riesgo alto de contraer la enfermedad. Durante el brote actual, hasta la fecha, esta vacuna se ha administrado a más de 223 000 personas.
En mayo de 2019, el Grupo de Expertos de la OMS en Asesoramiento Estratégico en materia de inmunización (SAGE) examinó el uso de las vacunas en el brote activo de ebola y publicó sus recomendaciones, entre las que se incluían las siguientes: ajustar la dosis de la vacuna de Merck, evaluar una segunda vacuna en el marco de protocolos adecuados, cambiar de estrategia cuando la falta de seguridad dificulte el acceso a las personas —por ejemplo con puestos de vacunación efímeros— e incrementar el número de personas vacunadas en las comunidades con transmisión activa, lo que en ocasiones supone vacunar aldeas enteras.
«En todo lo que hacemos, la ciencia nos guía», declaró el Dr. Tedros. «El asesoramiento del SAGE del mes de mayo pasado se ha aplicado, teniendo siempre en cuenta las necesidades y preferencias de las comunidades, puesto que sabemos que esto es lo que determinará que el enfoque sea más eficaz. Los cambios introducidos han permitido salvar miles de vidas en este brote».
Los nuevos tratamientos y el mejor uso de los protocolos terapéuticos también han permitido salvar muchas vidas. «Hasta la fecha, el tratamiento ha dado resultados positivos en 973 personas, que han sido dadas de alta de los centros de tratamiento del ebola, y esperamos que el superviviente número 1000 regrese a su hogar en las próximas semanas», declaró la Dra. Moeti.
Estrategias de vacunación innovadoras
La introducción de la segunda vacuna experimental está en consonancia con las recomendaciones del SAGE, al igual que algunas otras innovaciones.
La principal estrategia de vacunación utilizada con la vacuna rVSV‑ZEBOV-GP es la del 'anillo', en la que se vacuna a todas las personas que han estado en contacto con algún caso confirmado de ebola. Cuando las personas son estigmatizadas o se sienten amenazadas, se instalan puestos efímeros de vacunación, normalmente en los dispensarios en lugar de instalarse cerca del domicilio de las personas infectadas por el ebola. De ese modo, es posible acudir a vacunarse a un lugar seguro y más anónimo, lo que además incrementa la protección de los vacunadores en zonas inseguras o con conflictos en curso.
Otro de los enfoques utilizados para ofrecer vacunas a personas con riesgo alto de contraer ebola es la 'vacunación geográfica selectiva'. Esta estrategia supone vacunar a todas las personas de un barrio o aldea, más que vacunar solamente a los contactos o contactos de contactos conocidos. La vacunación geográfica selectiva se utilizó con buenos resultados cuando el brote se propagó a Chowe, en Kivu del Sur.
Más del 90% de las personas a las que se ofrece la vacunación la aceptan. Desde el comienzo del brote, la OMS y sus asociados han trabajado para contratar y formar como vacunadores a congoleños procedentes de las comunidades afectadas por el ebola con el objetivo de incrementar la aceptación de las comunidades y, al mismo tiempo, transferir competencias a la región. En estos momentos, la mayor parte de los miembros de los equipos de vacunación en anillo son agentes de salud debidamente capacitados, médicos y estudiantes de medicina procedentes de las comunidades afectadas, que hablan los idiomas de la zona y entienden las inquietudes de las comunidades.
Se dispone de suficientes dosis de vacunas sobre el terreno para cubrir las necesidades actuales, ya que los responsables de logística de la OMS procuran que haya un suministro mínimo de 10 000 dosis en todo momento, y las existencias globales de la vacuna se controlan constantemente. Teniendo en cuenta el número actual de casos notificados y las dosis requeridas para vacunar a las personas en torno a cada caso, las dosis disponibles de la vacuna rVSV-ZEBOV-GP se consideran suficientes. Merck ha facilitado a la OMS 245 000 dosis para la República Democrática del Congo y los países vecinos y ha acumulado una reserva de 190 000 dosis listas para su envío a ese país. Asimismo, tiene previsto poner a disposición de la Organización 650 000 dosis en los próximos 6 a 18 meses dentro de su estrategia de reposición. Con arreglo a las recientes recomendaciones del SAGE, ello significa que actualmente hay 390 000 dosis y que en un futuro próximo habrá 1,3 millones.
«La vacuna de Merck es sumamente eficaz, y pronto dispondremos de una segunda vacuna para incrementar el número de personas protegidas contra el virus», señaló el Dr. Tedros. «Ahora bien, la vacuna y las terapias son solo algunas de las herramientas. Para poner fin al brote el elemento clave es la implicación de las comunidades. Ahora que estas colaboran plenamente y que los asociados han intensificado su participación y se han unido a nuestro objetivo común, podemos poner fin a este brote, y sin duda lo haremos».