Reunión de alto nivel sobre promesas de contribuciones para paliar la crisis humanitaria en el Yemen
Casi 19 millones de personas en el Yemen necesitan ayuda desesperadamente. La guerra, que dura ya más de dos años, ha devastado un país que, antes de que el conflicto se recrudeciera, se encontraba en una situación extremadamente vulnerable tras años de pobreza, agitación política y fragilidad del estado de derecho.
Desde la intensificación del conflicto se han producido 325 ataques probados a centros de salud, escuelas, mercados, carreteras y otras infraestructuras, que se suman a las otras muchas causas de sufrimiento y desdicha para la población.
La rápida intervención ha logrado aplacar la epidemia de cólera que se desencadenó en octubre de 2016 y ha causado cerca de 24 000 casos. La OMS y sus diversos asociados del Grupo de Acción Sanitaria han establecido 27 centros de tratamiento de la enfermedad y han ampliado la cobertura del sistema electrónico de alerta temprana de brotes desde los 440 centros en 2015 hasta los casi 2000 del año pasado.
Sin embargo, las necesidades sanitarias van más allá de la prevención de los brotes. Hay enfermedades como la diabetes, la hipertensión y el cáncer que están matando más que las balas y bombas, debido a que no se dispone de cantidades suficientes de medicamentos para tratarlas. Desde que se iniciaron los combates en marzo de 2015, el suministro de medicamentos esenciales se ha reducido casi en un 70%.
La interrupción de los servicios sanitarios básicos es muy ostensible. Casi 300 centros han sufrido daños o han sido destruidos, y la OMS ha calculado que solo funcionan adecuadamente menos del 45% de los centros de salud. La mayoría de los trabajadores sanitarios que han permanecido valientemente en sus puestos de trabajo no cobran salarios con regularidad desde agosto de 2016.
La hambruna se cierne sobre grandes sectores de la población y, entre el hambre y la muerte por inanición, las enfermedades siguen atacando. Infecciones contra las que un cuerpo bien nutrido se puede defender fácilmente pueden ser mortales en una persona que sufre una desnutrición grave, sobre todo en el caso de los niños y las mujeres embarazadas.
La respuesta de la OMS tiene tres objetivos cuyo logro depende de la colaboración de numerosos asociados.
En primer lugar, es necesario ampliar y reforzar intervenciones como la vigilancia de la enfermedad y la vacunación. A principios del presente mes, la OMS anunció que se había vacunado contra el sarampión y la poliomielitis a casi 5 millones de niños en este país desgarrado por la guerra. En esta campaña de vacunación a escala nacional, que duró más de dos meses, se alquilaron más de 5000 vehículos. Este es un ejemplo de los obstáculos que se encuentran para proteger la salud en esta zona de conflicto.
En segundo lugar, se debe prestar un conjunto mínimo de servicios sanitarios básicos, empezando por los distritos más vulnerables. Ya sabemos cuáles son esos distritos. La OMS tiene siete centros operativos en el país y ha desplegado a 83 miembros de su plantilla.
En tercer lugar, es preciso brindar servicios esenciales a las personas que padecen enfermedades crónicas, pues son una de las causas de muerte más fáciles de prevenir. En febrero de 2017, la OMS llevó a cabo una misión humanitaria sin precedentes en la que cruzó las líneas de conflicto en Taiz (Yemen) para suministrar ocho toneladas de medicamentos esenciales y otros productos a una población de más de 350 000 personas que necesitan asistencia sanitaria básica desesperadamente.
La iniciativa más importante es, quizás, la que están llevando a cabo la OMS, el Banco Mundial y el UNICEF, que consiste en aprovechar la situación que se vive en el Yemen para reconstruir el sistema nacional de salud. Este proyecto es un modelo de intervención que va más allá de la ayuda de emergencia y aspira a dotar a los países frágiles de mayor capacidad de recuperación. El establecimiento de un sistema de salud más sólido es la solución más sostenible.
Estamos capacitados para lograr estos objetivos, siempre que contemos con los recursos necesarios.
Muchas gracias.