La quinta reunión del Comité de Emergencia sobre la enfermedad por coronavirus (COVID-19) convocado por el Director General de la OMS en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) (2005) se celebró el jueves 29 de octubre de 2020 de 12.30 a 16.05 horas (horario de Ginebra, CEST).
Acta de la reunión
Los miembros y asesores del Comité de Emergencia participaron en la reunión por videoconferencia.
El Director General dio la bienvenida al Comité, destacó los avances y desafíos mundiales en la lucha contra la pandemia de COVID-19 y expresó su agradecimiento al Comité por su continuo apoyo y asesoramiento.
Los representantes de la Oficina del Asesor Jurídico y del Departamento de Conformidad, Gestión de Riesgos y Ética (CRE) informaron a los miembros de sus funciones y responsabilidades. El Responsable de Ética de CRE explicó a los miembros y asesores el proceso de declaración de interés de la OMS. También se señaló a estos que era su responsabilidad individual comunicar a la OMS, lo antes posible, cualquier interés de carácter personal, profesional, intelectual o comercial que pudiera dar lugar a un conflicto de intereses percibido o directo. Además, se les recordó su deber de mantener la confidencialidad con respecto a las deliberaciones durante las reuniones y a la labor del Comité. Con ese fin, se preguntó uno por uno a todos los miembros presentes y no se detectó ningún conflicto de intereses.
A continuación, la Secretaría cedió la palabra al Profesor Didier Houssin, Presidente del Comité, quien dirigió la reunión. El Profesor Houssin dio también la bienvenida al Comité y presentó los objetivos y el orden del día de la reunión.
Los Subdirectores Generales de Respuesta a Emergencias y de Preparación frente a Emergencias y Reglamento Sanitario Internacional de la OMS expusieron en líneas generales el contexto actual y proporcionaron información actualizada sobre la aplicación de la recomendación temporal de fecha 1 de agosto de 2020. La OMS considera que el nivel de riesgo mundial de la pandemia de COVID-19 sigue siendo muy elevado.
El Comité expresó su gran reconocimiento por el liderazgo y las actividades de la OMS en el conjunto de la respuesta mundial. En particular, el Comité valoró positivamente el papel fundamental desempeñado por la OMS en la elaboración de orientaciones y recomendaciones basadas en datos científicos, la facilitación a los países de asistencia técnica y apoyo operacional, la transmisión de información clara y la lucha contra la desinformación, y la puesta en marcha de los ensayos Solidaridad y del Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (Acelerador ACT). El Comité encomió los esfuerzos sostenidos de la OMS por fortalecer las respuestas a nivel nacional, regional y mundial a la pandemia de COVID-19.
Tras el consiguiente debate, el Comité acordó por unanimidad que la pandemia sigue constituyendo un evento de carácter extraordinario y un riesgo en materia de salud pública para los demás Estados a través de la propagación internacional y continúa requiriendo una respuesta internacional coordinada. Así, el Comité consideró que la pandemia de COVID-19 sigue siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional y ofreció asesoramiento al Director General.
El Director General declaró que la pandemia de COVID-19 sigue constituyendo una ESPII. Aceptó el asesoramiento del Comité a la OMS y lo presentó a los Estados Partes como recomendaciones temporales en virtud del RSI (2005).
El Comité de Emergencia volverá a reunirse en un plazo de tres meses, a discreción del Director General. El Director General dio las gracias al Comité por su labor.
Asesoramiento para la Secretaría de la OMS
Liderazgo y coordinación
- Seguir coordinando a las organizaciones multilaterales, los asociados y las redes mundiales y regionales y compartiendo las prácticas óptimas de respuesta a la pandemia.
- Proporcionar a los Estados Partes un mecanismo que incluya plantillas y procesos para informar sobre los progresos nacionales en la aplicación de las recomendaciones temporales; y recopilar, analizar y proporcionar periódicamente información
actualizada al Comité de Emergencia del RSI sobre estos progresos.
Estrategias de respuesta basadas en datos científicos
- Continuar proporcionando orientaciones basadas en datos científicos sobre la preparación y la respuesta ante la COVID-19. Esas orientaciones deberían incluir estrategias de respuesta sostenibles a largo plazo, enfoques de mitigación
para los diferentes niveles de transmisión, indicadores perfeccionados para la gestión de riesgos y la respuesta a la pandemia, un metaanálisis de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública para la respuesta
a la COVID-19, y las enseñanzas extraídas, entre otras cosas, de las evaluaciones internas de las medidas nacionales.
Investigación
- Seguir convocando a expertos multidisciplinarios para que lleguen a un acuerdo sobre un lenguaje coherente y expliquen con más detalle: todos los modos posibles de transmisión del SARS-CoV-2 y su virulencia; los factores de riesgo de la COVID-19 grave y la epidemiología de la enfermedad; y la sorprendente diversidad de la dinámica de la pandemia a nivel mundial.
- Continuar las colaboraciones intersectoriales para comprender el origen del SARS-CoV-2 y el papel e impacto de los animales y proporcionar periódicamente información actualizada sobre los resultados de las investigaciones internacionales.
- Seguir colaborando con los asociados para perfeccionar los modelos matemáticos que puedan servir de base a las decisiones normativas sobre la mejor manera de mitigar los efectos de la pandemia.
- Seguir colaborando con los asociados y las redes para proporcionar orientaciones, instrumentos y capacitación a fin de apoyar a los países en el fortalecimiento de su sólida vigilancia de la salud pública, el rastreo exhaustivo de contactos y la investigación de conglomerados.
- Alentar y apoyar a los países para que comprendan su situación epidemiológica y los indicadores pertinentes e informen al respecto, en particular aprovechando los sistemas de vigilancia centinela de la gripe existentes para la COVID-19.
- Continuar trabajando con los asociados para contrarrestar la existente infodemia y proporcionar orientaciones sobre movilización comunitaria para apoyar las medidas sociales y de salud pública eficaces.
Pruebas diagnósticas, tratamientos y vacunas
- Seguir apoyando el desarrollo de pruebas diagnósticas y tratamientos y vacunas seguros y eficaces y el acceso equitativo a todos ellos a través del Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (Acelerador ACT); seguir colaborando con todos los asociados del Acelerador ACT para aportar a los países más claridad sobre los procesos que permiten un acceso equitativo y oportuno a las pruebas diagnósticas, los tratamientos y las vacunas, en particular en entornos humanitarios.
- Acelerar el apoyo con miras a mejorar la preparación de los países para la introducción de la vacuna contra la COVID-19 mediante el suministro de orientaciones, instrumentos y asistencia técnica en esferas fundamentales como las estrategias de vacunación, la aceptación y la demanda de vacunas, la capacitación, el suministro y la logística —con especial atención a la cadena de frío—, y la vigilancia del uso y la seguridad de las vacunas.
- Seguir colaborando con los asociados para actualizar y revisar las orientaciones basadas en datos científicos sobre los viajes internacionales de conformidad con las disposiciones del RSI (2005). Estas orientaciones deberían centrarse en enfoques eficaces, basados en riesgos y coherentes (incluido el uso selectivo de las pruebas diagnósticas y las cuarentenas) que tengan en cuenta los niveles de transmisión, la capacidad de respuesta en los países de origen y de destino y las consideraciones pertinentes relativas a los viajes
- Seguir compartiendo con la OMS las prácticas óptimas, incluidas las extraídas de las evaluaciones internas de las medidas nacionales, y aplicar las lecciones aprendidas para mitigar el rebrote de COVID-19. Invertir en la implementación de planes nacionales de salud para promover capacidades sostenibles de preparación y respuesta de conformidad con los requisitos establecidos en el RSI.
- Informar a la OMS sobre los progresos realizados en la aplicación de las recomendaciones temporales, en particular sobre los principales logros, hitos y obstáculos. Esta información empoderará a los países, a la OMS, a los asociados y al Comité para seguir tomando decisiones fundamentadas con arreglo a la evolución de la pandemia.
- Evitar la politización o la complacencia con respecto a la respuesta a la pandemia que repercutan negativamente los esfuerzos de respuesta locales, nacionales, regionales y mundiales. Las estrategias nacionales y las actividades de preparación y respuesta localizadas deben estar impulsadas por la ciencia, los datos y la experiencia, y deben involucrar e implicar a todos los sectores mediante un enfoque que abarque a toda la sociedad.
- Adoptar un enfoque dinámico de la gestión de riesgos utilizando indicadores apropiados para orientar las medidas sociales y de salud pública de duración limitada y basadas en datos científicos.
- Realizar investigaciones e intercambiar información sobre la transmisión, en particular sobre la función de los aerosoles, la presencia y las posibles repercusiones del SARS-CoV-2 en las poblaciones animales, y las posibles
fuentes de contaminación (como los productos congelados), con el fin de mitigar los posibles riesgos mediante medidas preventivas y la cooperación internacional.
Vigilancia y rastreo de contactos
- Mantener los esfuerzos por fortalecer los sistemas de vigilancia de la salud pública y las inversiones en un personal capacitado para la búsqueda activa de casos, el rastreo exhaustivo de contactos y las investigaciones de conglomerados.
- Continuar informando de manera oportuna y sistemática a la OMS, en particular a través de plataformas como el Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe, sobre todos los indicadores recomendados respecto de la epidemiología
y la gravedad de la COVID-19, las medidas de respuesta y los brotes concomitantes, con el fin de mejorar la comprensión mundial de la evolución de la pandemia.
Comunicación de riesgos y participación comunitaria
- Involucrar y empoderar a las personas y comunidades para incrementar la confianza en la respuesta a la COVID-19 y promover el cumplimiento sostenido de las medidas sociales y de salud pública sustentadas en los principios de la solidaridad
y los derechos humanos; monitorear y abordar los rumores y la desinformación.
Pruebas diagnósticas, tratamientos y vacunas
- Establecer un grupo de tareas multidisciplinario nacional, evaluar los progresos realizados utilizando la Herramienta de autoevaluación de la preparación para la introducción de la vacuna contra la COVID-19 (VIRAT) y preparar el Plan Nacional de Despliegue y Vacunación, que puede servir como plan operativo integral para la introducción de la vacuna contra la COVID-19. Se debería hacer un gran hincapié en la comunicación con las comunidades para preparar la vacunación contra la COVID-19.
- Reconsiderar periódicamente las medidas aplicadas a los viajes internacionales en cumplimiento del artículo 43 del RSI (2005) y seguir proporcionando información y justificaciones a la OMS sobre las medidas que interfieran significativamente en el tráfico internacional. Velar por que las medidas que afecten al tráfico internacional (incluida la utilización selectiva de pruebas diagnósticas y cuarentenas) estén basadas en los riesgos y fundamentadas en datos científicos y sean coherentes, proporcionadas y limitadas en el tiempo.
- Seguir reforzando la capacidad en los puntos de entrada para gestionar los posibles riesgos de transmisión transfronteriza y facilitar el rastreo de contactos internacionales.
- Mantener los servicios esenciales de salud con financiación, suministros y recursos humanos suficientes; fortalecer los sistemas de salud para hacer frente a los efectos de la pandemia en la salud mental, los brotes concomitantes de enfermedades y otras emergencias.
Vigilancia y rastreo de contactos
Comunicación de riesgos y participación comunitaria
Medidas sanitarias en relación con el tráfico internacional
Servicios esenciales de salud
13. Colaborar con los asociados para apoyar a los países en el fortalecimiento de sus servicios esenciales de salud, con especial atención a la salud mental, los sistemas de prevención y control de la salud pública y otras repercusiones en la sociedad, así como la preparación y la respuesta a brotes concomitantes, como el de la gripe estacional. Se debe seguir prestando especial atención a los entornos vulnerables.
Recomendaciones temporales para los Estados Partes
Liderazgo y coordinación
Estrategias de respuesta basadas en datos científicos
Investigación
Medidas sanitarias en relación con el tráfico internacional
Servicios esenciales de salud