Informe mundial sobre enfermedades tropicales desatendidas 2023: resumen ejecutivo

Visión de conjunto
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad mundial de países, asociados, donantes, expertos técnicos, científicos y equipos de aplicación sobre el terreno siguen trabajando para alcanzar el objetivo último de un mundo libre de la carga de enfermedades tropicales desatendidas (ETD). Esta labor se describe en la hoja de ruta de las ETD 2021-2030, el plan de la OMS para impulsar los esfuerzos mundiales en la lucha contra las ETD en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Estos objetivos abarcan la visión de una población mundial para la que la igualdad de oportunidades y de salud son fundamentales.
En este contexto, y durante los dos años transcurridos desde el lanzamiento de la hoja de ruta (2021-2022), se han realizado progresos. No obstante, han surgido obstáculos que dificultan la consecución de las metas fijadas para 2030, y se sigue trabajando para superarlos. Estos esfuerzos también han puesto de manifiesto la magnitud de la tarea a la que todavía se enfrenta la comunidad mundial de las ETD.
Los trastornos derivados de la pandemia de COVID-19 han seguido afectando tanto a los programas antiguos como a los nuevos, mientras que otros problemas arraigados han resurgido cobrando formas nuevas y desafiantes. La comunidad mundial de las ETD también se enfrenta a un panorama de financiación cambiante y multidimensional, ya que los donantes reevalúan las prioridades y se adaptan a nuevas formas de trabajar, así como a un contexto internacional complicado e impredecible. Como consecuencia, los avances en el control, la eliminación o la erradicación de las ETD no han tenido el alcance esperado.
La carga de las ETD sigue siendo soportada de forma desigual por un reducido número de países: 16 países padecen el 80% de esta carga. Los avances más lentos de lo previsto en los países con mayor carga, los progresos desiguales en algunas de las 20 enfermedades y grupos de enfermedades, la persistencia de factores de riesgo subyacentes (pobreza, cambio climático) y el rápido crecimiento de la población son amenazas para alcanzar las metas de 2030 en los plazos establecidos.