Mensaje para la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2018

31 de julio de 2018

La Semana Mundial de la Lactancia Materna se conmemora cada año en todo el mundo por una buena razón: la lactancia materna es una de las formas más eficaces de que los niños tengan el mejor comienzo posible en la vida.   Este año, la Asamblea Mundial de la Salud asumió la celebración anual de la Semana Mundial de la Lactancia Materna por los Estados Miembros como una forma valiosa de defender la protección, promoción y apoyo de la lactancia materna en todo el mundo.

El lema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna de este año es "Lactancia materna: los cimientos de la vida" —un reconocimiento de la importancia de la lactancia materna para el futuro del recién nacido. 

Establecer la lactancia materna exclusiva —o sea, no ofrecer a los lactantes ningún otro alimento excepto leche materna en sus primeros seis meses de vida— ayuda a los pequeños a crecer, impide la desnutrición, promueve el desarrollo cerebral y reduce el riesgo de sobrepeso en la infancia. 

Además, la lactancia materna es la primera vacuna de un recién nacido, al ofrecer anticuerpos vitales y estimular la inmunidad.  

Desde los primeros momentos de la vida de un niño, la lactancia materna puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Poner a los recién nacidos al pecho de la madre en su primera hora de vida protege contra la muerte neonatal.  De hecho, la mejora de las prácticas de lactancia materna podría salvar anualmente la vida de 823 000 menores de cinco años. 

Y en entornos de emergencia, cuando las comunidades se enfrentan a acceso limitado a agua limpia y a servicios básicos de salud, la lactancia materna garantiza una fuente de alimento inocua, nutritiva y accesible para los lactantes y niños pequeños, además de protegerlos de las enfermedades.  

Pese a todos los indudables beneficios indicados, muchos niños no pueden aprovecharlos.    En el ámbito mundial, solo dos de cada cinco recién nacidos son amamantados en la primera hora de vida  —y solo el 40% de los niños menores de seis meses son amamantados exclusivamente. 

Son muchas las razones por las que millones de mujeres no pueden iniciar o mantener la lactancia de forma adecuada.  

Por ejemplo, muchas mujeres dan a luz sin acceso a la atención, consejos y apoyo de calidad que necesitan y que los profesionales de la salud pueden ofrecerles. Otras reciben preparaciones para lactantes u otros sucedáneos en los mismos servicios de maternidad, cuando podrían estar amamantando.  

Debemos encontrar nuevas formas -y una nueva voluntad política- para ayudar a esos niños, dondequiera que vivan, a beneficiarse de las ventajas fundamentales de la lactancia materna.  

En unas fichas de puntuación publicadas por el Colectivo mundial pro lactancia materna —una alianza de más de 20 organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales dirigidas conjuntamente por el UNICEF y la OMS— se hace un llamamiento a la acción y la inversión en algunos ámbitos. 

Entre las recomendaciones se incluye el aumento de fondos para los programas integrales de lactancia materna, mejores sistemas para el seguimiento de las tendencias en materia de lactancia materna, el fortalecimiento de las disposiciones sobre el permiso de maternidad y paternidad a fin de fomentar la lactancia materna, y mejor asesoramiento y apoyo sobre la lactancia materna en los establecimientos de salud.   

La lactancia materna establece sin lugar a dudas los cimientos de la vida y ofrece a los niños en crecimiento una oportunidad única de criarse y desarrollarse plenamente.  

En la conmemoración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna de este año, debemos reafirmar nuestro compromiso de hacer más para ayudar a todos los niños de todo el mundo, dondequiera que vivan, a aprovechar los beneficios esenciales de la lactancia materna.