Sebastian Liste / NOOR for WHO
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Lumbalgia

19 de junio de 2023

Datos y cifras

  • En 2020 la lumbalgia afectó a 619 millones de personas en todo el mundo y se estima que el número de casos aumente a 843 millones para 2050, debido en gran medida al aumento y envejecimiento de la población (1).
  • La lumbalgia es la principal causa de discapacidad en todo el mundo y también es la afección en que la rehabilitación puede beneficiar al mayor número de personas.
  • Se puede presentar a cualquier edad y casi todas las personas la padecen al menos una vez en la vida.
  • La prevalencia de la lumbalgia aumenta con la edad hasta los 80 años y el mayor número de casos se producen entre los 50 y 55 años. Es más frecuente en las mujeres (2).
  • La lumbalgia inespecífica es el tipo de lumbalgia más frecuente (alrededor del 90% de los casos).

Panorama general

La lumbalgia es la presencia de dolor en la región lumbar, a saber, del borde inferior de las costillas y los glúteos. Puede durar poco tiempo (aguda), algo más (subaguda) o mucho tiempo (crónica), y afectar a cualquiera.

La lumbalgia dificulta el movimiento y afecta la calidad de vida y el bienestar mental, y puede limitar las actividades laborales y la interacción con familiares y amigos.

Hay dos tipos de lumbalgia: específica e inespecífica. En la específica, hay presencia de dolor ocasionado por alguna enfermedad o problema estructural de la columna vertebral, o bien, dolor que irradia desde otra parte del cuerpo.

En la inespecífica no se puede precisar una enfermedad concreta o una causa estructural para explicar el dolor. Alrededor del 90% de los casos corresponden a lumbalgia inespecífica.

En todos los tipos de lumbalgia y a lo largo de todas las etapas de la afección, la rehabilitación es fundamental para tranquilizar a las personas y ayudarles a comprender su dolor, retomar las actividades que disfrutan y buscar estrategias para apoyar la recuperación y mejorar la funcionalidad. Es posible que se requieran rutas de atención especializada para abordar la lumbalgia específica.

Se estima que 619 millones de personas padecen lumbalgia, que es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Se trata de un problema importante de salud pública que a menudo está asociado a pérdida de productividad laboral y, por lo tanto, genera una enorme carga económica para las personas y la sociedad.

Magnitud del problema

La lumbalgia, que tiene la prevalencia más elevada a nivel mundial entre las afecciones osteomusculares, es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. También es la afección en que la rehabilitación puede beneficiar al mayor número de personas.

Las personas de cualquier edad pueden padecer lumbalgia, incluidos los niños y los adolescentes. Casi todas las personas padecen lumbalgia en algún momento de la vida. El número máximo de casos se presenta entre los 50 y 55 años de edad, y las mujeres la padecen con mayor frecuencia que los hombres. La prevalencia de la lumbalgia y las consecuencias de la discapacidad que produce son mayores entre las personas de 80 a 85 años. Los episodios recurrentes de lumbalgia son más comunes a medida que se envejece.

En todo el mundo, la lumbalgia crónica es una causa importante de pérdida del trabajo, restricción de la participación en actividades y disminución de la calidad de vida. Habida cuenta de su elevada prevalencia, representa una enorme carga económica para la sociedad. Se debe considerar un problema de salud pública mundial que exige una respuesta adecuada.

Signos y síntomas

La lumbalgia se presenta como un dolor sordo o agudo y también puede ocasionar que el dolor se irradie a otras partes del cuerpo, sobre todo las piernas.

Cuando la lumbalgia restringe el movimiento, puede afectar la participación en el trabajo, la escuela y la comunidad. Asimismo, puede ocasionar trastornos del sueño, estado de ánimo deprimido y angustia.

La lumbalgia puede ser aguda (dura menos de 6 semanas), subaguda (6 a 12 semanas) o crónica (más de 12 semanas).

En la mayoría de los casos de lumbalgia aguda, los síntomas desaparecen por sí solos y casi todas las personas tienen una buena recuperación, pero en algunas personas los síntomas persisten y se vuelven dolor crónico.

Las personas con lumbalgia también pueden sentir dolor en las piernas relacionado con la columna vertebral (llamado a veces ciática o dolor radicular), que suele describirse como una sensación sorda o una sensación aguda de descarga eléctrica. El dolor de las piernas puede ir acompañado de entumecimiento u hormigueo y debilidad en algunos músculos.

Cuando están asociados a la lumbalgia, los signos y síntomas radiculares suelen deberse a la afectación de la raíz de un nervio raquídeo. Algunas personas pueden presentar síntomas radiculares sin lumbalgia cuando un nervio se comprime o se lesiona en una parte distal con respecto a la columna vertebral.

Todas estas experiencias afectan el bienestar y la calidad de vida, y a menudo conducen a la pérdida del trabajo y de los recursos económicos para la jubilación, particularmente cuando los síntomas son crónicos.

Causas y factores de riesgo

La lumbalgia se puede clasificar en específica e inespecífica. En la inespecífica, el dolor no puede explicarse con seguridad mediante otro diagnóstico, por ejemplo, enfermedad subyacente, alteraciones anatomopatológicas o daño tisular. Aproximadamente el 90% de los casos corresponden a lumbalgia inespecífica. Los factores de riesgo de la lumbalgia inespecífica incluyen poca actividad física, tabaquismo, obesidad y gran esfuerzo físico en el trabajo.

La lumbalgia específica puede explicarse por una enfermedad subyacente (p. ej., cáncer) o daño tisular (p. ej., fractura), o bien, ser atribuida a otros órganos (p. ej., derivada de aneurisma renal o aórtico).

Tratamiento y manejo

El tratamiento de la lumbalgia depende de la naturaleza del dolor y de si es inespecífica o específica.

En el caso de la lumbalgia específica, el tratamiento se centra en tratar la enfermedad subyacente que ocasiona el dolor.

Algunos tratamientos para la lumbalgia inespecífica son:

  • fisioterapia para mejorar la fuerza muscular y la capacidad de moverse y reanudar la actividad física y el ejercicio;
  • apoyo psicológico y social para ayudar a las personas a controlar el dolor y reanudar las actividades que disfrutan;
  • reducir la tensión durante el trabajo físico; y
  • cambios en el modo de vida, entre ellos, aumentar la actividad física, una alimentación saludable y buenos hábitos de sueño.

Se pueden administrar medicamentos para disminuir los síntomas de la lumbalgia; lo ideal es que se combinen con otros tratamientos. Los analgésicos no deben ser el tratamiento de primera línea para la lumbalgia. Las personas mayores y las personas con otras enfermedades deben consultar a un prestador de atención de salud antes de tomar estos medicamentos.

Tras la aparición de cualquier tipo de lumbalgia, es primordial realizar una evaluación clínica integral que comprenda una exploración física minuciosa y una evaluación psicosocial, a fin de adaptar el tratamiento teniendo en cuenta los valores, las preferencias y las prioridades de la atención de la persona.

Cuanto más tiempo se padece lumbalgia, más probable es que se manifiesten limitaciones que afectan la actividad. En este contexto, la adopción de un enfoque biopsicosocial para la evaluación y la planificación de la atención se vuelve cada vez más importante. La rehabilitación incluye conjuntos de intervenciones encaminadas a lograr y mantener la independencia en la vida diaria y la participación óptima en actividades importantes como el trabajo y la vida comunitaria, así como a lograr el bienestar. Las intervenciones de rehabilitación incluyen opciones no farmacológicas y farmacológicas, aunque en la mayoría de los casos las primeras tienen una gran prioridad.

Cuidado personal

El cuidado personal es una parte importante del manejo de la lumbalgia para poder reanudar las actividades importantes de la vida.

Hay varias maneras de disminuir los síntomas y ayudar a prevenir las crisis de lumbalgia inespecífica, a saber:

  • realizar actividad física;
  • optimizar el bienestar mental;
  • mantener un peso corporal saludable;
  • abandonar el hábito de fumar;
  • dormir bien;
  • participar en actividades sociales y laborales; y
  • realizar adaptaciones ergonómicas en el lugar de trabajo.

La información y el apoyo pueden ayudar a las personas con lumbalgia a concebir estrategias para cuidarse y sobrellevar por sí mismas los síntomas, lo que permitirá reducir los efectos de la enfermedad y mejorar el bienestar.

Respuesta de la OMS

La OMS está tomando medidas para ampliar el acceso a la atención de las personas con lumbalgia de diferentes maneras:

Iniciativa Rehabilitación 2030

El paquete de intervenciones para la rehabilitación (en inglés) proporciona información sobre las intervenciones de rehabilitación fundamentales (incluidos los productos de apoyo) y los recursos humanos y materiales para hacer frente a 20 afecciones, incluida la lumbalgia.

Década del Envejecimiento Saludable

La OMS recomienda reorientar los sistemas de salud y atención para promover un envejecimiento saludable y atender las diversas necesidades de las personas mayores.

El enfoque de atención integrada de las personas mayores promueve la evaluación centrada en la persona mayor para orientar la atención personalizada de salud y social, incluidas las intervenciones de atención a largo plazo. Se proporcionan recomendaciones concretas para prevenir la pérdida de la capacidad locomotora y psicológica debido al dolor.

En las orientaciones de la OMS sobre el tratamiento de la lumbalgia crónica en adultos (en preparación) se proporcionarán recomendaciones basadas en datos probatorios sobre la atención no quirúrgica en los entornos de atención primaria y comunitaria. 


Referencias bibliográficas

(1) GBD 2021 Low Back Pain Collaborators. Global, regional, and national burden of low back pain, 1990-2020, its attributable risk factors, and projections to 2050: a systematic analysis of the Global Burden of Disease Study 2021. Lancet Rheumatol 2023;5(6):e316-29.

(2) Global burden of 369 diseases and injuries in 204 countries and territories, 1990–2019: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2019 (https://vizhub.healthdata.org/gbd-results/).