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Salud mental de refugiados y migrantes

6 de mayo de 2025

Datos y cifras

  • A mediados de 2024 había 122,6 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo, incluidas 68,3 millones dentro de su propio país, 37,9 millones de refugiados, 8 millones de solicitantes de asilo y otras 5,8 millones de personas que necesitaban protección internacional (1).
  • Los países de ingreso bajo y mediano acogen al 71 % de los refugiados y otras personas que necesitan protección internacional (1).
  • Los refugiados y migrantes expuestos a adversidades tienen más probabilidades que las poblaciones de acogida de sufrir afecciones de salud mental, como depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático y psicosis, así como un mayor riesgo de suicidio.
  • Muchos refugiados y migrantes tienen dificultades para acceder a los servicios de salud mental y sufren interrupciones en la continuidad asistencial.
  • Los refugiados y migrantes contribuyen positivamente a la sociedad. Existen muchas estrategias basadas en la evidencia para ayudarlos a alcanzar su máximo potencial.

Panorama general

Más personas que nunca viven hoy en un país distinto de aquel donde nacieron. Muchas emigran por elección, pero otras lo hacen por necesidad. Es posible que algunas hayan tenido que abandonar sus hogares por la fuerza para huir de persecuciones, conflictos, violencia o desastres. Otras, ante situaciones adversas, no han tenido más remedio que desplazarse, por ejemplo, para escapar de un trato inhumano, evitar dificultades económicas, acceder a derechos sociales o reunirse con sus familiares.

Los refugiados y migrantes expuestos a adversidades tienen diversas necesidades de salud mental que varían en función de las experiencias en su país de origen, su travesía migratoria, las políticas de entrada e integración del país de acogida y las condiciones de vida y de trabajo. En algunos contextos, estas personas están más expuestas que la población de acogida al riesgo de padecer afecciones de salud mental. Los refugiados y migrantes se enfrentan a barreras importantes que dificultan su inclusión en la sociedad y limitan tanto el acceso como la acogida en los servicios de salud mental. Para hacer frente a estos problemas se suelen necesitar medidas específicas y multidisciplinarias que incluyan una atención integrada y adaptada a las diferencias culturales, apoyo social, asistencia jurídica y participación comunitaria.

Factores estresantes para los refugiados y migrantes

La experiencia migratoria es un factor clave que determina la salud mental de los refugiados y migrantes. Cada etapa de ese proceso conlleva factores estresantes específicos que pueden aumentar el riesgo de padecer trastornos mentales.

  • Antes de la migración: falta de medios de vida y de oportunidades de educación y desarrollo, exposición a conflictos armados, violencia, desastres naturales, pobreza y persecución.
  • Durante la travesía y el tránsito migratorios: exposición a situaciones difíciles y que ponen en riesgo la vida, como situaciones de violencia, privación de la libertad y falta de acceso a servicios para cubrir necesidades básicas.
  • Después de la migración: obstáculos para acceder a la atención de salud mental y a otros servicios, condiciones de vida precarias, separación de los miembros de la familia y de las redes de apoyo, situación jurídica potencialmente incierta y, en algunos casos, detención en centros para inmigrantes.
  • Integración y asentamiento: condiciones precarias de vida o de trabajo; desempleo; dificultades para integrarse; amenazas a la identidad cultural, religiosa y de género; dificultades para ejercer derechos o entender las políticas del lugar de acogida; racismo y exclusión; tensiones con la población de acogida; aislamiento social, y posible deportación.

Factores de riesgo y de protección

En todos los contextos y etapas de la travesía migratoria, la salud mental de los refugiados y migrantes está influida por diversos factores individuales, familiares, comunitarios y estructurales que pueden agruparse en cinco áreas:

  • Apoyo de la comunidad. Formar parte de una comunidad y compartir un entorno, así como la asistencia de los niños a la escuela, se asocian a una mejor salud mental.
  • Necesidades básicas y seguridad. La falta de un acceso seguro a ingresos, empleo, vivienda, situación jurídica y alimentos puede empeorar la salud mental.
  • Estigmatización. Las experiencias de racismo y discriminación pueden impedir o retrasar la búsqueda de ayuda y se asocian con resultados adversos en salud mental.
  • Adversidad y trauma. La exposición a sucesos potencialmente traumáticos, como conflictos, abusos, violencia y detenciones prolongadas está asociada con afecciones como la depresión y el trastorno de estrés postraumático.
  • Acceso a servicios. A menudo, las barreras lingüísticas, la falta de concienciación y los problemas de confidencialidad impiden que los refugiados y migrantes accedan a la atención de salud mental.

Prevalencia de las afecciones de salud mental

Muchos refugiados y migrantes sufren malestar psíquico, que puede manifestarse en forma de ansiedad, tristeza, desesperanza, insomnio, cansancio, irritabilidad, ira y dolores somáticos. En la mayoría de los casos estas reacciones mejoran con el tiempo, mientras que en otros derivan en problemas de salud mental.

Los estudios muestran que los problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático y el suicidio son mucho más frecuentes entre los refugiados y migrantes que en la población de acogida. En varios países, se observa también una mayor incidencia de psicosis entre los migrantes, un fenómeno que guarda relación con los perjuicios acumulativos en el ámbito social a los que se enfrentan estas personas durante su travesía migratoria.

Recomendaciones para las políticas en beneficio de la salud mental de los refugiados y migrantes

  • Promover el apoyo comunitario y la inclusión social. Alentar a los refugiados y migrantes a participar en la sociedad a través de foros comunitarios y programas de mentoría entre pares. No separar a los niños de sus familiares.
  • Abordar los determinantes sociales. Garantizar el acceso equitativo a las necesidades básicas, como la alimentación, la vivienda, la asistencia jurídica, la seguridad, la educación y el empleo. Fomentar la participación de múltiples sectores (por ejemplo, las fuerzas del orden y los servicios sociales) con miras a integrar el apoyo a la salud mental y a facilitar la derivación de pacientes y el acceso a servicios.
  • Integrar la salud mental en la atención general de salud. Capacitar a los trabajadores de la salud general para evaluar y tratar a las personas con afecciones de salud mental. Formar también a otros profesionales (por ejemplo, funcionarios de inmigración, trabajadores sociales y maestros) para que detecten, apoyen y deriven a quienes necesiten atención de salud mental. Adaptar las medidas para que se tengan en cuenta el idioma y la cultura.
  • Ofrecer flexibilidad en los servicios de salud mental. Dar a las personas la opción de elegir la ubicación, el proveedor y el enfoque terapéutico. Comunicar claramente los derechos y las opciones de acceso a los servicios (por ejemplo, a través de la divulgación comunitaria, las escuelas o los grupos religiosos).
  • Proteger los derechos humanos. Salvaguardar los derechos humanos de todos los refugiados y migrantes, independientemente de su situación jurídica. Protegerles frente a la discriminación y la violencia, especialmente a los grupos de riesgo, como los menores no acompañados, las personas con discapacidad y las personas LGBTIQ+.
  • Fortalecer la capacidad en la comunidad. Establecer vínculos con grupos de refugiados y migrantes, brindar información sobre servicios de salud mental y facilitar la derivación a servicios dentro de su comunidad. Mejorar la continuidad asistencial garantizando la comunicación entre los proveedores de servicios y el acceso a información de salud que pueda consultarse desde diferentes centros.

Respuesta de la OMS

La OMS aplica tres enfoques estratégicos para ayudar a los Estados Miembros a incluir a los refugiados y migrantes en los sistemas nacionales de salud y garantizar su acceso a los servicios de salud mental como parte de su camino hacia la cobertura sanitaria universal.

Liderazgo y promoción. El Plan de Acción Mundial 2019-2023 de la OMS se diseñó para promover la salud de los refugiados y migrantes a través de una acción y cooperación internacionales concertadas. El Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030, que es su versión actualizada, se centra específicamente en promover el bienestar mental y reducir las repercusiones de las afecciones de salud mental. En él se hace hincapié en la necesidad de reducir las disparidades en el acceso a la atención y de mejorar el apoyo a los grupos en riesgo, incluidos los refugiados y los migrantes.

A través de la promesa de contribución multipartita al Pacto Mundial sobre los Refugiados, la OMS se compromete a integrar la salud mental y el apoyo psicosocial en los programas humanitarios, de desarrollo y de consolidación de la paz. Además, la OMS copreside el Grupo de Referencia del Comité Permanente entre Organismos sobre Salud Mental y Apoyo Psicosocial en Situaciones de Emergencia para ayudar a coordinar las respuestas en esas situaciones.

Normas, criterios y datos. En el examen mundial de evidencias sobre salud y migración (GEHM, por sus siglas en inglés) de la OMS correspondiente a 2023 se examinaron las necesidades de salud mental de los refugiados y migrantes, se establecieron cuáles eran los principales riesgos y factores de protección y se formularon recomendaciones clave sobre investigación y políticas. Junto con sus asociados, la OMS también ha publicado una serie de herramientas prácticas y directrices para satisfacer las necesidades de salud mental de las personas afectadas por emergencias, incluidos los refugiados y los migrantes, utilizada por la mayoría de las grandes organizaciones humanitarias internacionales que trabajan en este ámbito.

Apoyo a los países. En colaboración con asociados como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la OMS apoya la salud mental en diversos países y territorios que acogen a un gran número de refugiados y migrantes, entre ellos el Chad, Colombia, Etiopía, Jordania, el Líbano, el Sudán, Türkiye y Uganda.

 

Referencias

  1. Buscador de datos de refugiados. Ginebra: ACNUR – Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados; 2024 (https://www.unhcr.org/refugee-statistics).